Hay fecha: el juicio oral y público por el Triple Crimen de Villa Moreno se desarrollará en los Tribunales locales desde el próximo 12 de noviembre, según anunció ayer el Movimiento 26 de Junio en el Frente Popular Darío Santillán, donde militaban las víctimas.
Se sentarán en el banquillo de los acusados cuatro hombres, mientras que se prevé el desfile de más de 80 testigos.
La Oficina de Gestión Judicial definió el 12 de noviembre como fecha para la primera audiencia, mientras que desde hace dos meses ya estaba nominado el tribunal de sentencia, que estará presidido por el juez Gustavo Salvador, a quien acompañarán sus pares Ismael Manfrín y José Luis Mascali. Las familias de las víctimas serán querellantes.
En el banquillo estarán cuatro acusados: Sergio “Quemado” Rodríguez, Daniel “Teletubi” Delgado y Brian “Pescadito” Sprío, como coautores de tres homicidios agravados por uso de armas y por la participación de un menor, y Mauricio “Maurico” Palavecino, bajo los mismos cargos pero en calidad de partícipe necesario. Les atribuyen haber asesinado a los militantes Jeremías “Jere” Trasante, Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patóm” Rodríguez el 1º de enero de 2012 en Dorrego y Presidente Quintana.
A principios de agosto pasado un quinto imputado, Brian “Damiancito” Romero, acordó en juicio abreviado una pena de 8 años de prisión por su participación secundaria en el hecho. En tanto, tres policías están encausados por incumplimiento de deberes y encubrimiento agravado en el marco del mismo caso pero en expediente separado.
Uno de los procesados por el Triple Crimen, Maurico Palavecino, fue condenado a mediados de agosto pasado a seis años de prisión por el ataque a tiros ocurrido dos días antes de la masacre que tuvo como víctima a Facundo Osuna –quien sería asesinado meses después–, el primer eslabón de la saga que acabó en los homicidios de los tres militantes del Frente Darío Santillán. El monto de pena por esta agresión incluyó un robo calificado, mientras que Palavecino también enfrenta acusaciones por amenazas realizadas vía telefónica contra su ex pareja y su ex suegra, desde el penal en que está alojado.
Dos días después del ataque sobre Osuna, el 1º de enero de 2012, Maximiliano “Quemadito” Rodríguez –quien sería asesinado un año más tarde– fue baleado mientras estaba estacionado en su auto BMW, junto con su novia, en Garay y Vera Mujica.
Herido de tres tiros, declaró que los atacantes habían sido Ezequiel Villalba, alias Negro, y un adolescente conocido como Danonino, compinches de Facu Osuna (el móvil de este ataque habría sido una venganza por la balacera sobre Osuna). Minutos después, según la investigación, el padre y allegados a Rodríguez desataron con una ametralladora la masacre en Presidente Quintana y Dorrego.
Por su parte, otro de los encausados por el Triple Crimen, Pescadito Sprío, fue penado a fines de agosto pasado con tres años de prisión por el delito de tenencia simple de explosivos. Esto, en el contexto de otra investigación –por tráfico de estupefacientes, en el fuero federal–, por la cual Sprío firmó un juicio abreviado que lo condenó a cinco años y medio de prisión. Es que cuando el muchacho cayó preso por esa causa, además de las drogas se le secuestró una granada de mano.
“Impensable sin un proceso de movilización social”
En el comunicado difundido ayer por el Frente Darío Santillán, bajo el título “¡La Justicia tiene fecha!”, donde se conoció la fecha de inicio del juicio por la matanza del 1º de enero de 2012, los militantes recordaron: “Este proceso de lucha que logró visibilizar el enredo de complicidades que anuda el entorno del narcotráfico, con su inocultable y fundamental vinculación policial, se sostuvo no sólo en la entereza de los familiares y compañeros de los pibes, sino en un frondoso caudal probatorio acreditado en los más de 22 cuerpos que constituyen el expediente”.
Añadieron: “Nos avecinamos a la instancia decisiva de esta larga lucha con la intacta vocación de generar algo más que condenas judiciales. Creemos que alguna vez –quizás esta sea una oportunidad inmejorable aunque no la única– la sociedad encuentre la tan mentada «ejemplaridad» más allá de los vaivenes estrictamente tribunalicios. Después de todo, tanto en el caso del Triple Crimen como en muchas otras experiencias que se han dado en nuestro país, la posibilidad de alcanzar escenarios de enjuiciamiento resultaría prácticamente impensable sin un proceso de movilización social que los postule como su cometido. Para nosotros, militantes populares, no es menor escribir esto el mismo día que se leerán las sentencias de la causa Feced II”.
“Después de tantos meses de lucha, de dolor y angustia, hoy toca abrazarnos, entre nosotros, familiares y compañeros, darnos el aliento necesario para lo que viene, que esperamos, finalmente, #SeráJusticia”, cerraron.
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