La investigación del triple crimen de Villa Moreno se encuentra en la recta final de la etapa instructiva. La fiscalía actuante solicitó la requisitoria de elevación a juicio de los cinco acusados por el asesinato ocurrido el 1º de enero de 2012 en la zona sur de los militantes sociales Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez. Ahora el juez de Instrucción 7ª deberá notificar a los defensores de los imputados y a los querellantes para que realicen su planteo. Hasta el momento el juicio se desarrollará en forma escrita, salvo que la parte querellante solicite que los procesados sean juzgados por el delito de homicidio calificado o los acusados acuerden en forma unánime enfrentar un debate oral.
La solicitud de elevación a juicio recayó sobre Sergio Gustavo “Quemado” Rodríguez; Brian Ismael Sprio, alias pescadito; Daniel Alejandro Delgado, conocido como Teletubi; Brian Damián Romero, apodado Damiancito, y Mauricio Ezequiel Palavecino, que tiene como apodo Maurico, quienes fueron procesados por triple homicidio agravado por el uso de arma y la participación de un menor, además de portación de arma de fuego.
El hecho tuvo lugar en una canchita de fútbol ubicada en las inmediaciones de Dorrego y Presidente Quintana, donde estaban sentadas las víctimas junto a otro joven que se salvó de milagro. Esa madrugada llegaron los atacantes con intenciones de vengar una balacera que horas antes había sufrido Maximiliano Rodríguez, conocido como Hijo del Quemado por su parentesco con Sergio Rodríguez, aunque confundieron el blanco y mataron a los militantes.
La fiscalía a cargo de Nora Marull entendió que los acusados son los autores de hecho y que hay pruebas suficientes que así lo demuestran.
Según la acusación, Sergio Rodríguez fue el ideólogo y autor de los asesinatos, lo que consideró probado con el testimonio del único sobreviviente del hecho que se encuentra en un programa de protección a testigos, que reconoció al agresor fotográficamente, a lo que se suma la actitud del acusado luego del ataque que sufrió su hijo, la fuga del acusado y diversos testimonios reunidos en la causa.
Otro de los procesados es Brian Sprio, quien según la investigación fue quien prestó socorro a Maximiliano Rodríguez cuando fue herido, lo trasladó al Hospital de Emergencias y luego se llevó el BMW del Hijo del Quemado, el cual apareció baleado y abandonado en Cafferata al 5400. Por su parte, Brian Damián Romero, que fue detenido luego de una persecución policial cuando intentó huir en moto junto a otro hombre y sufrió un accidente de tránsito donde su acompañante perdió la vida, llegará a juicio sindicado como parte integrante de la banda del Quemado. En el marco de la investigación, en su dormitorio se secuestró un chaleco antibalas, algo que no pasó desapercibido en el marco de la causa, ya que testigos oculares de la masacre sostuvieron que uno de los atacantes tenía este tipo de defensa en su pecho.
A su vez, algunas vainas levantadas en la escena del triple crimen salieron del arma con la que Damiancito habría provocado dos hechos delictivos en lo que baleó desde una moto a otras personas, sostiene la acusación.
El último de los acusados es Daniel Alejandro Delgado, quien según la investigación fue otro de los que socorrió a Maxi Rodríguez y luego participó del triple crimen.
Delgado fue detenido durante un operativo realizado en un edificio de barrio Martin, en el cual fue allanado un departamento donde residía y otro ubicado dos pisos más arriba, en el que la Policía secuestró armas y droga. En el marco de la pesquisa, del celular que al parecer pertenecía a Teletubi, se logró obtener información sobre la forma en que se manejaba con la comercialización de estupefacientes, refiere la acusación.
Por su parte Mauricio Palavecino, quien en un primer momento declaró en la causa como testigo y dio un detalle del ataque, aunque luego se determinó su participación en el hecho, llegará a juicio como partícipe primario.
Según la investigación, fue quien trasladó en el automóvil de su padre (una Renault Kangoo) al resto del grupo que luego perpetró los homicidios.
Ese mismo vehículo apareció en otro hecho ocurrido dos días antes, donde fue baleado Facundo Osuna, hoy fallecido.
Según la hipótesis investigativa, el atentado contra Osuna fue el desencadenante de los ataques posteriores, es decir la balacera a Maximiliano Rodríguez, y el triple crimen de Villa Moreno.
Dentro de las pruebas que incriminan a Maurico o Buchín como se lo conoce a Palavecino, se encuentran declaraciones de testigos y pericias realizadas a su teléfono, que intentó descartar cuando se allanó su casa mientras intentó fugarse, refirió la acusación. De las escuchas telefónicas realizadas surgen las actividades ilícitas que desarrollaba el acusado vinculadas al tráfico de estupefacientes, sostuvo la fiscalía.
Fatal comienzo de año
El asesinato de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez al costado de una canchita de fútbol de la Agrupación Infantil Oroño fue por error.
La escalada de violencia tuvo su inicio en la mañana del jueves 29 de diciembre de 2011, cuando Ezequiel Osuna, un joven de 17 años conocido como “El Negro Ezequiel”, fue atacado a balazos en Dorrego al 4000.
Ese ataque, perpetrado a menos de 200 metros de donde menos de 48 horas después fueron masacrados Trasante, Suárez y Rodríguez, tuvo su vuelto cerca de las 3.30 del 1º de enero, en Garay y Vera Mujica, y el destinatario de las balas fue Maximiliano Rodríguez, “El Hijo del Quemado”, mientras viajabacon su novia a bordo de un BMW. Recibió tres tiros y fue internado en el Hospital de Emergencias.
El Hijo del Quemado señaló a sus atacantes con nombres y apodos. Desde la cama en donde estaba siendo atendido y antes de ser operado, apuntó como autores del atentado al Negro Ezequiel.
Su padre, Sergio Rodríguez, Quemado, fue hasta el Hospital de Emergencias a interiorizarse del estado de salud de su hijo y tras confirmar que su vida no corría peligro, escuchó los nombres de los presuntos atacantes y salió. Y en pocos minutos, todo se desmadró.
Tendió rápida comunicación con allegados para dar con el paradero del Negro Ezequiel, quien tenía tres domicilios en la zona de Moreno al 3900, uno de ellos por calle Dorrego, a metros de la canchita de la Agrupación Infantil Oroño.
La investigación policial indica que tras recibir datos certeros de que Ezequiel estaba por esa zona, un grupo liderado por el Quemado fue hasta la zona a buscar venganza.
Llegaron en un auto que dejaron estacionado en la esquina de Moreno y Presidente Quintana. Caminaron unos 50 metros buscando al Negro Ezequiel; pero llegaron a la canchita, se toparon con varios pibes, ninguno de ellos era el Negro.
El grupo armado preguntó por el Negro Ezequiel, pero nadie le supo decir dónde estaba. Luego, en un hecho que hasta ahora no tiene explicación, Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez fueron acribillados a balazos y murieron prácticamente en el acto. En tanto, una cuarta persona logró escapar de la balacera y hoy se encuentra bajo el sistema de protección de testigos.
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