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Tránsito no ve viable test de “narcolemia”

Mauricio Malano sostuvo que existe “una zona gris” en el aspecto legal.

Desde la Dirección General de Tránsito Municipal pusieron en duda la viabilidad del proyecto de la concejala Laura Weskamp de realizar junto al test de alcoholemia un control para determinar si el conductor de un vehículo consumió además estupefacientes. El director de esa repartición, Mauricio Malano, consideró que se encontraría desde lo legal en un área gris y que además no existe un instrumental certificado que sirva como soporte de la sanción de remitir el automóvil en caso de positivo.

En diálogo con El Ciudadano, Malano aclaró que, si bien no conoce con profundidad el proyecto de la edila del PRO sobre agregar a los controles de alcoholemia un estudio que revele el uso de narcóticos en los conductores, la temática es compleja. “Lo que plateamos desde Tránsito es que existen ciertas complejidades a la hora de aplicar esta detección. En primer lugar, no hay claridad en cuanto a la competencia, es decir, cómo juega nuestra función ante el resultado positivo”, argumentó Malano. De acuerdo con el funcionario, en el caso de que el control de “narcolemia” arroje resultado positivo existe una obligación de denunciar penalmente a la persona en el mismo momento. “Está en una zona gris de competencia. Habría que profundizar el estudio de la legislación y competencias”, aseguró el director de Tránsito.

“En la actualidad tenemos la posibilidad de realizar a la par del test de alcoholemia una prueba de aptitud física, con un informe a cargo de un médico matriculado”, apuntó Malano al explicar cómo acciona el personal de control de tránsito en caso de sospecha de que el conductor pueda estar bajo la influencia de narcóticos. En segundo lugar, Malano indicó que más allá del presupuesto y factibilidad para implementar el sistema, existe cierta dificultad con respecto a la validez de la muestra. “No se conoce un elemento probatorio como el que menciona la concejala que tenga un certificado periódico como el de alcoholemia, que es avalado cada seis meses por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti)”, explicó. De acuerdo al funcionario, es de vital importancia que los controles e instrumentos utilizados en los mismos cuenten con dicha certificación dado que “esto permite soportar la decisión de los oficiales de tránsito y jueces a la hora de la sanción”. Y agregó: “Para que pueda funcionar tendríamos que agregar una serie de elementos técnicos al instrumental para estos controles con la debida certificación”.

El proyecto de Weskamp establece que se realice, a la par del test de alcoholemia, un análisis de las pupilas del automovilista con un “pupilómetro” y, en caso de dar positivo, se procedería a colocar una tira reactiva en la boca que indicará si han consumido estupefacientes. Según el director de Tránsito de Rosario, existe un prototipo de instrumental de elaboración extranjera que detecta narcóticos y funciona como el alcoholímetro, donde el conductor debe soplar a través de un tubo unido a una pequeña máquina. “En el marco del diálogo, no estamos diciendo un no rotundo, sino poniendo sobre la mesa estas cuestiones”, concluyó.

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