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Todo aquello que la luz suele dejar de lado

La Farsa Cía. presenta “Singularmente opaca”, con dirección de Rut Pellerano.  Por: Miguel Passarini

Una vez más la escena independiente local pone a funcionar su débil aunque indestructible maquinaria para estrenar, en esta ocasión, un espectáculo de danza-teatro. Se trata de Singularmente opaca, de La Farsa Cía., que se presentará esta noche y mañana, a las 22, en el marco del Ciclo de Teatro Rosarino del Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC, Sargento Cabral y el río). Según se adelanta, “este ciclo pretende revisar las nuevas propuestas de los escenarios de la ciudad, y hacer un recorrido por la trayectoria de diversos grupos”, como ha sucedido en los últimos tres años.

Singularmente opaca plantea que “la luz visible es sólo una pequeña porción de un vasto espectro”, a la vez que se interroga: “¿Quién puede hoy cerrar los ojos para imaginar lo que no ve?”.

“Éste es el segundo espectáculo que montamos como grupo: empezamos a trabajar en 2007 y, al igual que en Viciado de nulidad, la propuesta cruza distintos lenguajes, como la danza, el teatro y la música”, contó a El Ciudadano la directora Rut Pellerano, quien agregó que ahora “la música adquiere un rol más preponderante, dado que la integración de los músicos al espectáculo es permanente. Se trata de dos violines y un contrabajo, y participamos de la puesta tres bailarines y un actor”.

En la actualidad, la compañía, cuya génesis tuvo como objeto la investigación del encuentro de diferentes lenguajes artísticos con una propuesta de danza-teatro que profundiza en la interacción de planos compositivos, está integrada por el actor Cristian Mengoni, los bailarines Sofía Pisano, Rut Pellerano y Diego Kuzmicich, y los músicos Esteban Gassman, Luciana Mir (violines) y Charli Samamé (contrabajo). El espectáculo cuenta además con la asistencia técnica de Daniel Sguiglia y dirección general de Rut Pellerano.

Con relación al clima que aportan los músicos en escena, la coreógrafa dijo: “El aporte es distinto al de una pista grabada porque los músicos respiran a la par de los intérpretes. Pero, además, la propuesta musical tiene un correlato directo con lo coreográfico y la actuación, dado que surgió en paralelo: trabajamos desde febrero del año pasado, es decir  hace más de un año, todos juntos dentro del mismo proceso. Por lo tanto, los músicos no están reproduciendo nada sino que están tocando en sintonía directa con lo que acontece en escena”.

Respecto de qué se habla hoy cuando se habla de danza-teatro, un rótulo que más allá de todo busca en muchos casos forzar o borrar los bordes de cada una de las estéticas, la directora expresó: “En principio, no estamos hablando netamente de una composición coreográfica: la danza-teatro es otra cosa, es fusión. Y en segundo lugar, a partir del movimiento, buscamos un sentido, cuando en realidad la danza en solitario suele ser un fenómeno más abstracto”.

Finalmente, la directora expresó acerca de lo que cuenta Singularmente opaca: “No me gusta decodificar nada de antemano, prefiero que cada uno haga su propia lectura. De todos modos, nos interesaba contar cómo la luz se ha vuelto una problemática, porque contra aquello que se ve, hay otras cosas que quedan ocultas, opacas, sin luz”.

El espectáculo regresará luego de estas funciones a la cartelera local los domingos de mayo, para presentarse en el Centro Cultural La Nave (San Lorenzo 1383).

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