Ciudad

Otra tempestad

Toda la zona sufrió el diluvio

Con picos de 160 milímetros de agua y ráfagas de 60 kilómetros por hora, la provincia se encontró otra vez bajo el agua. Las localidades más afectadas fueron Bustinza, Coronda y Funes, cuyas calles se convirtieron en piletas.


A exactamente una semana de la gran tormenta que afectó a Rosario y la provincia, el fenómeno climático de El Niño se hizo sentir nuevamente en la región con otro viernes que amaneció con importantes lluvias, vientos, zonas anegadas y cortes de luz en toda Santa Fe.

Las principales localidades afectadas fueron Bustinza (a 65 km de Rosario), con cerca del 60 por ciento del territorio bajo agua, Funes que se declaró en emergencia hídrica y Coronda, donde se registraron 50 evacuados y 5 heridos tras volarse los techos de ocho viviendas. Afortunadamente esta vez no hubo que lamentar víctimas fatales y los heridos mencionados no revestían gravedad. Desde Protección Civil informaron que para la tarde de ayer la situación ya estaba controlada y que las aguas iban bajando.

“Ahora la situación está controlada, en la mañana tuvimos problemas en Bustinza por aguas que venían de la zona rural, por lo que estuvo el 60 o 70 por ciento de la localidad bajo agua. Allí se trabajó junto con la comuna y Protección Civil y se pudo hacer una defensa. Posteriormente el agua empezó a escurrir y ya queda muy poca agua en las calles. Las otras localidades más afectadas fueron Funes y Coronda, donde hubo voladura de techos de ocho viviendas y 50 evacuados, los que se encuentran en una vecinal y fueron atendidos por la comuna y por desarrollo social”, explicó Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil provincial.

Según precisó, cayó un promedio de entre 35 y 40 milímetros de agua, con picos de entre 100 y 120 milímetros mientras que las ráfagas de viento fueron de 60 kilómetros por hora. “Casi todas las localidades de la provincia estuvieron anegadas debido a que cayó mucha lluvia en poco tiempo”, indicó el funcionario, quien advirtió que a los 1.500 evacuados por la crecida del Paraná se suman ahora 50 de Coronda.

“Se trata del fenómeno de El Niño fuerte. Se había pronosticado que para febrero y marzo iban a presentarse este tipo de eventos meteorológicos. Ahora continúa el monitoreo asistiendo a municipios y comunas, afortunadamente el río ha estado bajando, lo que permitió que se abran las compuertas de drenaje de excesos hídricos”, señaló Escajadillo.

Emergencia hídrica

La vecina localidad de Funes fue una de las más afectadas por el temporal de este viernes. Con calles inundadas, vecinos evacuados y servicios públicos interrumpidos, el Ministerio de Infraestructura y Transporte junto a la Municipalidad local  declararon la emergencia hídrica para la vecina localidad. Ante esta situación, se pusieron en marcha bombas y maquinarias de la provincia para colaborar en el restablecimiento de las condiciones que desde el área de Protección Civil estimaron estarían normalizadas en la jornada de ayer.

Las zonas más comprometidas fueron Funes Norte, en la ruta 9 cerca del Country, las inmediaciones de General López con Vieytes, Alsina y Peña, y también en ruta nacional 9 y Alberdi.

En total cayeron 160 milímetros en tres horas y de los 20 evacuados registrados a causa del temporal, sólo quedaban dos fuera de su hogar para la tarde de ayer.

A su vez, árboles y ramas de gran porte cayeron sobre cables eléctricos afectando el servicio de luz de la localidad, a lo que se sumaron dos zonas en donde se cortó el suministro por razones de seguridad.

“En Funes se contrató un equipamiento y máquinas de la provincia y se está trabajando con el equipo de la municipalidad. Ya prácticamente se está normalizando. Se cortó la luz en una parte en forma preventiva pero ya estaba escurriendo el agua y las condiciones habían mejorado”, concluyó el titular de Protección Civil.

Agua caliente

El temporal de lluvia también sacudió la región a nivel político, ya que volvió a poner sobre la mesa la cuestión de quién se queda con el agua. El titular del Concejo Municipal funense, Carlos Olmedo, describía ayer al sitio RosarioPlus.com que una bomba municipal estaba trabajando sobre la autopista Rosario-Córdoba. “Es para retardar las aguas que no llegan de Zavalla y Casida”, describió el edil. Así, otra vez el escurrimiento, que va de Oeste a Este y de tierras altas a zonas bajas, volvió a convertirse en un gran problema para la infraestructura urbana de expansión más reciente. “El agua que nos inunda viene de otras localidades”, graficó Olmedo. Y a su vez, desde Funes también drena, para riesgo de otros. Así, el agua antes retenida ahora fluye primero por desmontes  y secado de cañadas y lagunas para agricultura intensiva y después por  impermeabilización de suelo por expansión urbana. Una lógica que ya tiene el agua al cuello.

Más que Tierra, isla de Sueños

De tierra de sueños a pesadilla de agua. Otra vez los barrios abiertos de Funes y Roldán se convirtieron en lagunas por la impermeabilización y la saturación de agua de los campos linderos y de los propios barrios. Decenas de personas se vieron impedidas ayer de acudir a sus trabajos al no poder salir de sus casas, situadas por el agua. “A las 6 ya no podíamos salir del barrio. La colectora por donde se ingresa a la altura de Puerto Roldán está sin acceso, el agua llega casi a la autopista, hay gente encerrada en su casa, sobre todo en la parte de atrás del barrio”, describía en la tarde ayer Lara, vecina de Tierra de Sueños III desde hace dos años, cuando junto a su esposo pudieron terminar de construir la casa y se mudaron.

La mujer recordó que desde que ocuparon el terreno que habían adquirido, en 2011, soportan problemas recurrentes. Pero la situación que describió ayer se había tornado desesperante: “Hay una excavadora que está tratando de hacer drenar el agua”, marcó.  “Hay problemas con la luz porque no hay pararrayos. En enero del año pasado una casa se prendió fuego por un rayo”, dijo.

Lara marcó que el cuadro se replicaba en los tres loteos que están en la zona, Puerto Roldán y Tierra de Sueños II y III, vecinos entre sí y con la autopista Rosario-Córdoba y la ruta A012. “No están hechas las obras hídricas. Compramos en un barrio que no es ni la cuarta parte de lo que dice la publicidad. Falta todo”, lamentó.

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