Si se sufre se festeja más podría decirse, aunque la victoria Canalla ante Racing en Salta no debió obligar a los hinchas a tener paralizado el corazón durante una eterna definición por penales que tuvo a Fatura Broun como héroe en un partido que el equipo de Russo lo tenía 2-0 arriba y por errores propios lo tuvo que ganar desde los doce pasos.
Sin importar el cómo, la canallada en la Linda le dio al elenco auriazul el pasaje a semifinales de la Copa de la Liga y enfrentará a River por un lugar en la final por el título en el mismo escenario. El equipo de Miguel Ángel Russo se quedó con la gloria en el Padre Martearena de Salta y su gran año deportivo quiere escribir un capítulo más. Y los hinchas sueñan, sin dudas.
Tener mayor posesión de pelota no es garantía de victoria, pero refleja las intenciones de juego de un equipo y otro. Racing privilegió la tenencia, a una proporción 70/30, con Juanfer Quintero amenazante y un gran primer tiempo de Baltazar Rodríguez, bien acompañado por Moreno y Nardoni. El mediocampo canalla no pudo contener esa idea del rival, pero los centrales siempre mostraron seguridad, salvo en dos situaciones donde el que respondió fue Fatura Broun. El arquero canalla resolvió con los puños un zapatazo tempranero de Quintero y a los 28 minutos estuvo impecable para ahogarle un cara a cara de Hauche, que despejó con los pies.
Sin juego, Central se limitó a soñar con alguna genialidad de Campaz, aunque la dupla Grazini-Videla ideó una marca pegajosa sobre el colombiano, con Mura haciendo sombra y Sigali como segunda opción. Así y todo, la viveza de Campaz para sacar rápido un lateral dejó mano a mano a Malcorra a los 20 minutos, pero el volante llegó apretado por Colombo y su disparo tuvo una respuesta firme de Arias.
Irse al vestuario 0-0 no era mal negocio para Central, pero de la nada, llegó el gol. Un pase largo sin riesgo sorprendió en el pique a Sigali y la pelota le dio en la mano. Y en el centro, Arias salió con los puños de manera temeraria e innecesaria y se llevó puesto el rostro de Mallo. Hubo chequeo de VAR junto a Rapallini y fue penal. Y Campaz lo cambió por gol, para que el negocio fuera más redondo.
Nada cambió en el inicio del segundo tiempo, pero a Racing le faltaba ese toque final dentro del área y la defensa canalla parecía sentirse cómoda. Y otra vez de la nada, Central sacó un gol. Un tiro libre lejano, un centro preciso de Malcorra, un cabezazo hacia adentro de Mallo y la viveza de Sandez para anticipar esa asistencia. Simple y efectivo. 2 a 0 a esa altura casi inalcanzable.
Pero Racing metió todo su arsenal ofensivo con un banco de suplentes ampliamente superior al de Central. Entraron Vecchio, Almendra y Roger Martínez, quien descontó con jerarquía y puso al equipo de Grazzini en partido. Para colmo Campaz sobró un mano a mano que era la sentencia final y en un centro, el ingresado Quiñonez metió una mano sin intención pero ampliada y fue penal, VAR de por medio. Quintero le pegó con calidad y el 2-2 mandó la definición a penales. A sufrir.
Y allí apareció la figura de Broun. Fatura atajó un penal clave, tras haber errado Mallo, y luego detuvo el remate de Sigali para devolverle la alegría a los hinchas que recorrieron 1.200 kilómetros para festejar un pasaje a semifinales de la Copa de la Liga y estar a dos partidos de un título. Se puede soñar. Todo es posible con este Central de Russo.
Comentarios