Ciudad

Sube la demanda de locales comerciales en la ciudad

Las inmobiliarias afirman que el 95% de los salones del centro están ocupados o en proceso de ocuparse.

La bonanza consumista se traduce en locales ocupados.

Por: Pablo Moscatello

Según estimaciones de distintas inmobiliarias de la ciudad, en los últimos meses la demanda de locales comerciales en Rosario viene creciendo a ritmo sostenido. Desde la Cámara de Empresa Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros) apreciaron que en el centro de la ciudad (al interior de bulevar Oroño y avenida Pellegrini y las “primeras y segundas cuadras” detrás de estas arterias) el 95 por ciento de los salones comerciales están ocupados o en proceso de reforma para ser utilizados. En tanto, un fenómeno similar (e incluso en algunos aspectos más acentuado) se vive en los barrios, donde la oferta de locales “pequeños y medianos” ya es casi nula. De acuerdo a datos que manejan en la Asociación Empresaria de Rosario (AER), el hecho se explica por el continuo crecimiento del consumo. El titular de esa entidad, Elías Soso, estimó que los registros de ventas de estos últimos 12 meses son “los más altos en los últimos 50 años”.

Tanto representantes de las inmobiliarias locales como el titular de AER, Elías Soso, coinciden en destacar la actual tendencia que señala que la mayor ocupación de locales comerciales comenzó a acentuarse a mediados del año pasado, luego de un 2009 donde la recesión mundial dejó su huella y aquejó al conjunto de la economía nacional. Por supuesto, el comercio no estuvo al margen de esa realidad.

En rigor, el titular de Cadeiros, Javier Grandinetti, evaluó que el primer semestre del 2010 fue “el de la reactivación” y que esto fue lo que comenzó a empujar una suba en la demanda de locales en la segunda parte del año. “Durante el primer semestre de 2010 hubo una anarquía, mucha confusión en el mercado de alquileres a la hora de querer poner tarifas porque se venía de un año no muy bueno como el anterior y casi de golpe se comenzó a repuntar fuerte. Pero desde junio se empezó a estabilizar y entró en una meseta”, continuó Soso.

El titular de la Asociación Empresaria explicó que “las tarifas percibirán este año un aumento” en comparación con el 2010 y que éste, en caso que esté dentro de los “parámetros normales, deberá oscilar entre el 10 y el 12 por ciento”. Casi en el mismo orden opinó Grandinetti, quien señaló que “los nuevos contratos de alquileres, en comparación interanual con el primer trimestre del 2010, percibirán un impulso que no tendría que superar el 7 o el 10 por ciento”.

“Todo depende en realidad de cada local. Hay casos en donde los valores vienen congelados desde hace un par de años y allí puede suceder que se den aumentos de hasta un 40 por ciento. Pero en casos donde ya había habido una actualización es distinto. Por ejemplo, un local por el que en agosto se pedía 3 mil pesos hoy se está pidiendo unos 3.300”, graficó el intermediario.

Números alentadores

Un parámetro de cómo ha venido evolucionando la demanda de inmuebles para instalar negocios se refleja, según Soso, en lo que ha acontecido con grandes locales que estuvieron durante un tiempo desocupados y hoy han encontrado inquilino. En este sentido, Soso ubicó como termómetro para medir esa realidad el inmueble de Córdoba 1130, que un largo tiempo ocupo la cadena holandesa C&A, luego llegó a estar un año en desuso y finalmente a comienzos del segundo semestre del año pasado se alquiló.

El representante de los pequeños y medianos comerciantes de la ciudad estimó que en este momento, en promedio, un salón demora en rentarse entre tres y cuatro meses, mientras hasta mediados de 2010 esa media se ubicaba en los seis meses. “Esto es producto del aumento en torno a las expectativas de crecimiento y consumo en la economía. A pesar de muchos pronósticos agoreros, los comerciantes venden más. Llega fin de mes y observan que ganaron más. Por más que alguien pueda decir otra cosa, esa es la realidad”, afirmó envalentonado Soso, quien al instante estimó que los registros de venta de estos últimos 12 meses han sido los mayores de “los últimos 50 años”.

Ese crecimiento del consumo es el causante de la suba en la demanda de locales comerciales. Desde Cadeiros estimaron que en el centro de la ciudad (al interior de bulevar Oroño y avenida Pellegrini y las “primeras y segundas cuadras” detrás de éstas) el 95 por ciento de los inmuebles comerciales están alquilados. “Esto tal vez nos se perciba a simple vista porque un parte no menor de inmuebles que hoy se ven cerrados están en proceso de reforma, en obras y cerca de reactivarse”, explica Grandinetti.

Si bien nadie tiene los números precisos, puede establecerse cierta aproximación al corazón comercial de la ciudad; el microcentro. De acuerdo a apreciaciones de las inmobiliarias sondeadas, dentro del perímetro que comprende San Martín, San Lorenzo, Oroño y San Luis existen cerca de mil quinientos salones de venta. En esa zona se cree que no hay más de 80 locales en desuso.

En tanto, un fenómeno más intenso, según Grandinetti, se vive en los barrios, donde la oferta de locales “pequeños y medianos” es casi nula. “Casi no hay inmuebles de ese tipo para alquilar”, explicó el agente. Todas las inmobiliarias sondeadas coinciden en atribuir la situación a la gran cantidad de habitantes que en esos sectores cobran planes sociales, donde se destaca el vuelco al mercado de lo percibido por la Asignación Universal por Hijo. “Por ejemplo, en Empalme Graneros, en la zona comercial a la altura de Juan José Paso al 6000 no quedan salones disponibles” disparó el titular de Cadeiros. En cambio, la situación muestra cierta variación a la hora de reflejar la realidad de los grandes locales. “Allí la proporción es 80 por ciento alquilados, 20 por ciento desocupados”, describió el intermediario dando cuenta de la importancia de la zona.

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