Fuerte conmoción causó ayer en el ambiente político la sorpresiva renuncia del canciller argentino Jorge Taiana. Aunque en la carta de la dimisión adujo “motivos personales”, fuentes cercanas al ahora ex funcionario indicaron que se habría alejado de su cargo “por falta de apoyo y diferencias” con la jefa del Estado Cristina Kirchner, quien prácticamente sin demoras designó como reemplazante al embajador en Estados Unidos, Héctor Timerman, hombre de estrecha llegada al matrimonio presidencial.
Fuentes cercanas al ahora ex canciller confirmaron que su renuncia “se basó en la falta de apoyo y diferencias que sentía para la implementación de decisiones políticas que afectan el desarrollo de la política exterior de la Argentina”. La sorpresa por el alejamiento fue grande, toda vez que en la noche del jueves Taiana había mantenido una reunión en la quinta de Olivos con el titular de la Unasur, Néstor Kirchner, con quien analizó cuestiones ligadas a la agenda del bloque regional.
Una de las versiones extraoficiales indicaba que ayer por la mañana Taiana recibió un llamado de la presidenta, acusándolo de “desleal” por una presunta filtración de información a la prensa sobre la posibilidad de que Brasil intervenga en el monitoreo ambiental de la pastera UPM (ex Botnia) que acordaron los gobiernos argentino y uruguayo, tras el fallo de la Corte de la Haya. Según la especie, recogida en un cable de la agencia Noticias Argentina, molesta por la aparición de esa noticia en el diario Clarín, la mandataria inició una discusión con Taiana, quien luego del altercado decidió dar un paso al costado.
Otras versiones hablaban de “una serie de razones”, entendiendo que para llegar a esa decisión seguramente influyeron situaciones acumuladas en casi cinco años de gestión.
De todos modos, el ahora ex canciller comunicó a sus allegados que no pasará a formar parte de otro espacio político y seguirá respaldando el proyecto kirchnerista.
Pasadas las 10 de la mañana, el ex jefe de la diplomacia argentina le hizo llegar al secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zanini, la carta con la renuncia de su puño y letra. Según informó la Cancillería, “luego de un intercambio de opiniones” decidió “por motivos personales” presentarle su renuncia al cargo de ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y agregó: “Con el cual fui honrado durante 4 años y 7 meses de gestión”.
En el texto de su renuncia, escrita en un tono formal, adujo “razones estrictamente personales” para abandonar su cargo y le agradeció a Cristina: “La oportunidad que me ha brindado de colaborar con usted en la defensa del interés nacional en el campo de la política exterior”.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había convocado a la prensa a la Casa Rosada para dar un informe, pero Taiana se anticipó y ordenó a sus colaboradores comunicar su renuncia a los medios.
En un mensaje en el Salón Sur de la sede de gobierno, que duró sólo 24 segundos, Fernández confirmó la salida de Taiana y anticipó que Timerman ejercerá de aquí en más la jefatura de la diplomacia argentina (ver aparte).
Taiana, quien había asumido como canciller el 1° de diciembre de 2005 en reemplazo de Rafael Bielsa, es un peronista histórico e hijo de Jorge Alberto Taiana, médico personal del general Juan Domingo Perón y ministro de Educación de su tercer gobierno (ver recuadro).
Por su parte, Timerman se encontraba ejerciendo sus funciones en Washington cuando recibió la noticia de su nombramiento como nuevo canciller y estaría llegando hoy a la Argentina.
En sus cuatro años y medio de gestión, el canciller Jorge Taiana no mostró diferencias con el matrimonio Kirchner en forma pública, pero hubo momentos de malestar recíproco que llevaron a la eclosión del vínculo.
Durante su gestión, sólo se recuerdan pocos episodios de fricción entre la jefa del Estado y su canciller: uno de ellos fue en una Cumbre del Mercosur que se realizó el año pasado, a la que Cristina Kirchner llegó tarde, pero en lugar de disculparse responsabilizó a Taiana de haberle indicado erróneamente la hora de comienzo.
La incómoda visita a Buenos Aires del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, fue otro momento de tensión, teniendo en cuenta que la jefa del Estado se vio expuesta en una reunión con un mandatario acusado de dictador y denunciado por Amnistía Internacional por violaciones a los derechos humanos.
Tras una destemplada impugnación pública en la Casa Rosada contra el visitante, Taiana fue uno de los principales destinatarios de la ira presidencial por los antecedentes de su huésped africano.
Comentarios