El conflicto que mantuvo durante más de diez días paralizados a los principales puertos del cordón cerealero del Gran Rosario, que por otra parte se encontraban bloqueados, se solucionó a última hora de la tarde de ayer, luego de conversaciones que derivaron en la firma de un convenio entre las cerealeras y los trabajadores, por el que personal que se desempeña en los diversos puertos recibirá una suba en sus haberes del 27 por ciento, a partir de un incremento similar en la tarifa por tonelada embarcada.
La firma del acta-acuerdo tuvo lugar en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT) dado que tuvo un papel preponderante en las conversaciones el secretario general de la central obrera, Hugo Moyano, quien anunció el fin del conflicto. Junto al jefe sindical también firmaron el acuerdo los ministros de Economía, Amado Boudou; de Trabajo, Carlos Tomada, y de Agricultura, Julián Domínguez, al igual que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Asimismo estuvieron por la CGT nacional los dirigentes Juan Carlos Viviani y Juan Carlos Schmid; el titular de la Cooperativa de Servicios Portuarios Limitada de Puerto General San Martín y ex intendente de dicha ciudad, Herme Juárez, quien fue la principal voz desde el sector laboral nucleado en el Sindicato Único Portuario Argentino (Supa), y Juan Corvalán, de la Federación de Estibadores Portuarios Argentinos (Fepa).
En tanto participaron por el sector empresario representantes de las firmas Aceitera General Deheza (AGD), Dreyfus, Cargill, Nidera, Noble, Toepfer y Bunge.
Al hablar en la ocasión Moyano afirmó que “después de algunos días de paro” se había logrado arribar a un acuerdo “por pedido expreso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien pidió que nos aboquemos y pongamos la mejor voluntad para encontrar solución a este tema”.
Destacó el secretario general de la CGT nacional respecto al acuerdo que éste “radica en un aumento que lograron los compañeros del Supa para las tareas que realizan del 27 por ciento, y con la posibilidad de tener un piso para la discusión del próximo año”.
En el mismo sentido Moyano consignó que el acuerdo posibilita que “los aceiteros, que están discutiendo su salario, tengan ahora la posibilidad de también acordar en unos días más”.
Asimismo resaltó Moyano que “pese a la dureza de las discusiones por ambas partes se puso la mejor buena voluntad y eso posibilitó un acuerdo”.
En tanto el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sostuvo que “en democracia no hay mejor instrumento que la negociación colectiva”. A juicio de Tomada “esto no es un aumento salarial sino un acuerdo con la tarifa portuaria que cobra la cooperativa que trabaja con las aceiteras de la zona”.
Al finalizar el ministro dijo que “ha vuelto la normalidad al puerto”.
Vale mencionar que el gobierno nacional resolvió involucrarse fuertemente en la búsqueda de la solución al conflicto dado que, de las diez terminales portuarias que se encontraban paralizadas, entre Timbúes y Arroyo Seco sale el 70 por ciento de las exportaciones del sector. Precisamente el área está considerado el principal polo industrial portuario aceitero del mundo y este año, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, el complejo sojero podría facturar unos 22.300 millones de dólares a partir de una cosecha récord de soja estimada en 55 millones de toneladas.
Cabe igualmente precisar otro dato: por retenciones de las exportaciones que salen de los puertos hasta ayer paralizados el Estado nacional recibe diariamente 12.500.000 dólares.
En la antevíspera, en las primeras conversaciones que se habían efectuado en la sede de la Federación de Camioneros, el sindicato de Moyano, las empresas habían ofrecido un aumento de 25 por ciento en dólares por tonelada cargada en los barcos, pero la propuesta fue rechazada hasta que se llegó a las conversaciones de ayer en las que se logró el acuerdo.
A partir de las negociaciones de la antevíspera y dado que ya se vislumbraba el acuerdo que alumbró finalmente ayer, el principal mercado de granos de la Argentina, que opera en la Bolsa de Comercio de Rosario, volvió a trabajar en el último día hábil de la Semana Santa.
Durante la tarde de la víspera la analista de la Bolsa de Rosario Lorena D’Angelo dijo que “en el mercado ya están comprando, están haciendo negocios con normalidad”.
Poco antes voceros de la Cooperativa de Puerto General San Martín habían aseverado: “Vamos a tener un buen día; tal vez tengamos una buena noticia”, como efectivamente ocurrió horas después.
Tras el rechazo expresado por quien se convirtió en una figura clave en el extenso conflicto como el ex intendente de Puerto General San Martín, Herme Juárez, se decidió incrementar los piquetes, que no eran solamente de los estibadores sino de otros sectores laborales como los aceiteros y los camioneros, quienes para ampliar la lucha conformaron la Unión de Trabajadores de la Actividad Agroindustrial, del Transporte y de la Estiba.
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