Se realizó el Vía Crucis: Ponéte en mi lugar llevá mi cruz (la discapacidad)
Allí estábamos agrupaciones que nuclean jóvenes con otras capacidades, familiares, amigos y representantes de partidos políticos que apoyaron nuestro reclamo. Lo más emotivo: una columna de jóvenes con síndrome de Down que se acercó por el medio de la plaza Pringles en una columna de corazones abiertos: despertando la sensibilidad de quienes ya estábamos ahí, jocosos: haciendo bromas entre ellos, con ojitos brillantes de sentimientos, recibieron los aplausos que les brindamos con alegría y orgullo de ser ellos los destinatarios.
Estuvo apoyándonos Laura B. de Wescamp del PRO y alguien del PC que desubicadamente se embanderó y acompañó la marcha. (quizás no entendió que la consigna era apoyarnos y no publicitarse).
1ª La condena: Exclusión. Plaza Pringles entender que esta marcha era un llamado de atención sin banderías ideológicas, ni religiosas. La idea no es de un vía Crucis religioso, sino, una forma original de llamar la atención de la sociedad y la deuda que tenemos todos, especialmente quienes tienen el poder de cambiar las barreras para con los discapacitados (barreras mentales y arquitectónicas).
2ª Golpeando puertas en la Bolsa de Comercio que cuando nos vieron, quizás malinterpretaron la concentración y cerraron las puertas. Simplemente queríamos demostrar simbólicamente la falta de trabajo. Las ordenanzas (4% de inclusión de discapacitados en organismos oficiales) están, pero, no se cumplen.
3ª Historias del diario vivir siempre la misma milonga. Un canillita vendiendo diarios de historia, donde pasan los años, los políticos pero los excluidos no son considerados en proyectos de mejoras siempre la misma milonga.
4ª Alas del alma. Con la colaboración de una casa de música que puso de fondo musical un tango, dos parejas de no videntes siguieron los acordes del 2×4. Y fue leído un reclamo de educación y cultura.
5ª Sordos, ciegos y mudos. En esta esquina un Luciano Palazesi de 22 años leyó un texto demostrando que estar en sillas de ruedas, no lo imposibilita a seguir estudiando (está por recibirse de contador), esforzándose y demostrando que ellos también pueden alcanzar sus metas.
6ª El gran partido: en esa pelota simbólica que era el deporte un grupo de niños la fue tirando de uno a otro haciendo participar a los transeúntes, quienes algunos espontáneamente se plegaron, otros siguieron presurosos su paso. El símil era agarrá la pelota, hacete cargo, no la dejes pasar, no la tires para otro lado en clara alusión a quienes deben asegurar que el deporte llegue a los discapacitados, como una forma de desarrollar sus capacidades, como derecho legítimo que tenemos todos los seres humanos.
7ª Burocracia la máquina de impedir. Adrián de CTACA leyó un texto de su autoría donde deja en claro los laberintos del aparato burocrático que afectan a la ciudadanía en general y especialmente al discapacitado, haciéndolo sentir más discapacitado.
8ª Transporte. Ya Es una necesidad urgente la incorporación de taxis adaptados, transporte en general y rampas en esquinas. Quedó de manifiesto esta consigna, cuando para llegar a la intendencia, tuvimos que bordear la Plaza 25 de Mayo por la calle (que dicho sea de paso ya ni por la calle se puede circular con sillas de ruedas, por el temor de ser fagocitado por algunos baches)
9ª Fin de los reclamos(?) Hay una frase que dice TODO FINAL ES UN PRINCIPIO. Se suponía que como el Vía Crucis estaba el Dios de la intendencia, pero lamentablemente, no nos pusieron ni su gigantografía. No vimos tampoco su foto carnet, brilló por su ausencia. Dejamos las cruces en la escalera esperando que el final sea un principio superador y que todas las cruces sean recogidas por quienes correspondan.
No bajamos los brazos, seguiremos insistiendo porque los discapacitados no se rinden hasta ver concretadas en la realidad sus metas: encontrar respuestas SIN BANDERAS, lograr una forma de vida y una ciudad SIN BARRERAS.
Silviabuonamico@yahoo.com.ar
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