El Concejo arribará hoy a otro día de sesión ordinaria en medio de fuertes presiones y sin que aparezca con claridad si habrá o no quórum para hacerlo. Ocurre que tras dos días de reuniones de la comisión de Servicios Públicos no hubo avances –ni fisuras– en las dos posiciones sobre el aumento del boleto urbano, que abarcan exactamente a la mitad de los ediles. Tras una reunión ampliada de la comisión el martes, que en forma inédita abrió el juego con 20 ediles presentes –el 70 por ciento de todo el cuerpo legislativo–, la nueva cita de ayer por la mañana convocó a ocho, sólo un edil más que los miembros permanentes, y en un debate que se extinguió en poco más que un rato. Así las cosas la pulseada entre los siete bloques dispuestos a votar un boleto a 8 pesos y los once que sólo acompañarían un valor que ronde los 7 pesos continuará hoy, con la sola garantía de que si no hay sesión y no se trata otro aumento que sí tiene consenso, el de taxis, las medidas de fuerza de choferes y peones, que dejan a la ciudad sin flota de 23 a 6, serán todavía más duras.
La medición de fuerzas entre el oficialismo y el resto de la oposición salvo el PRO parecía estar ayer en el mismo punto en que quedó el jueves de la semana anterior. Por un lado, el interbloque oficialista está en situación –con el concurso del PRO– de imponer su propuesta –suba inmediata a 8 pesos por pasaje y a 8,50 a partir del 1º de julio– con 14 votos garantizados, que resultarían en un empate que se saldaría con el doble voto de la presidenta del cuerpo, Daniela León. Hasta allí no hay nada nuevo, ya que buena parte de los ajustes tarifarios en los últimos años avanzaron de esa manera.
Más difícil de rastrear es la decisión, compacta y persistente, de once bloques opositores de dejar sin quórum la sesión para bloquear un aumento del colectivo. El último jueves de abril, el ofrecimiento de los 14 ediles, atrincherados en un despacho, fue sesionar sin tratar el boleto y dar curso a los demás temas, ente ellos las tarifas de taxis y remises.
La negativa de León fue terminante: regresó al estrado y convocó a sesionar. Cumplido el rito de rigor, dio por fracasada la sesión y cargó las tintas sobre los ausentes. Pero la situación para hoy no tenía hasta ayer indicios de cambio, salvo las expresiones del titular de la comisión de Servicios Públicos, el arista Carlos Comi, quien se dijo “optimista” y sin pistas cerró: “Estamos trabajando”. En ese marco, León volvió a negarse a una sesión “paraguas” –nuevo pedido opositor– y posponer por una semana la discusión del boleto. En cambio llamó a reunión de Labor Parlamentaria –y definir el orden del día– para hoy a las 10.30, una hora y media después de la nueva convocatoria de la comisión de Servicios Públicos, con la idea de que el boleto urbano esté al tope de la agenda.
Comentarios