Espectáculos

‘Showroom’, la tediosa tarea de sostener el status social

“Showroom” es una comedia ácida sobre un hombre que disimula su crisis laboral y personal. Con el protagónico de Diego Peretti llega a Rosario la próxima semana.


El realizador cinematográfico Fernando Molnar estrenó en la ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata el film Showroom (que en la próxima semana arriba a las carteleras rosarinas), una ácida comedia negra, que habla sobre el status social, el mundo del trabajo y la aparente calidad de vida, que a veces mueve a la risa y otras a una mueca triste.
Está protagonizada por Diego Peretti, en el ajustado papel de un hombre que pierde su trabajo y luego debe escalar una empinada cuesta para sostener sus aspiraciones sociales y las de su familia mientras una grieta se va abriendo entre ellos. El film es la primera incursión de Molnar en el cine de ficción luego de años de dedicarse al documental, con cintas como Mundo Alas y Rerum Novarum, entre otras.
“La idea de la película surge de una suma de experiencias personales y cercanas de gente que en determinado momento y por razones económicas tuvo que dejar Buenos Aires y después hizo hasta lo imposible por volver a la urbe y a determinada posición social que sintió haber perdido”, destaca Molnar.
“También –agrega– confluyó mi observación como documentalista de un nuevo tipo de emprendimiento inmobiliario, enclavado en barrios acomodados y que te venden como lugares que te dan cierta calidad de vida y, en general, son lugares asfixiantes, pequeños, con materiales de bajo precio que aparentan lujo”.
Molnar señala que Showroom no es la típica comedia basada en los enredos y el gag sino “una comedia amarga, con la que de a momentos te podés descostillar de la risa pero que también en otros pasajes es amarga, que propone un tono muy particular, difícil de describir con una calidad actoral (Peretti en el rol principal y Andrea Garrote como su mujer) que le da una narrativa muy especial”.
“La gente la va a entender rápidamente, pero es una película con muchos sentimientos encontrados; seguramente un espectador salga diciendo que el personaje de Diego (Peretti) es un héroe y otro diga que es un pobre tipo; me gustan las películas donde cada espectador se lleva lo que quiere de ellas”, destaca el director. “En definitiva es una película que plantea temas como qué significa la calidad de vida para las personas y que investiga también qué lugar ocupan las aspiraciones sociales y el mundo del trabajo, como lugar central de la existencia que a veces te distancia de la familia y los afectos”, destaca Molnar. “Un lugar –agrega– que puede transformar a las personas en autómatas, todo esto en el marco de un universo narrativo que está dentro del género de la comedia pero también con una cierta oscuridad y un lado que puede ser dramático”.
“En este caso disfruté mucho de los elementos artísticos que uno puede manipular en la ficción como la dirección de actores, la puesta fotográfica, la dirección de arte, aunque sin dejar de lado el gusto por eso único que tiene el documental, que es la relación con los seres humanos y con los contextos que son a veces ajenos a uno”, señaló el realizador.

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