Leonardo Caruana fue designado por la intendenta Mónica Fein para continuar al frente de la Secretaría de Salud municipal. El funcionario fue tentado previamente por el gobernador Miguel Lifschitz para hacerse cargo de la cartera sanitaria a nivel provincial. Pero no aceptó el cargo mayor, aunque tampoco el que ocupa es menor: el área se lleva más del 30 por ciento del presupuesto municipal y es desde hace años unas de los “mascarones de proa” del Frente Progresista.
—¿Cómo fue que se dio la discusión en el Frente Progresista sobre su situación, si continuaba en la Secretaría de Salud local o pasaba al Ministerio provincial?
—Nosotros venimos trabajando en una fuerte articulación con el gobierno provincial para potenciar la salud pública. Es un hecho inédito en esta provincia que dos sectores públicos trabajen así. Y el desarrollo de este municipio es inédito a nivel país. Nosotros trabajamos hace acho años en una integración de nuestros equipos de gestión y discusión de quién y cómo conducir la salud pública. Yo no llego a casi a tres años en la Secretaria de Salud. Y en el proceso de discusión de si ocupar un lugar municipal o provincial se termina acordando el sostenimiento de la jerarquía, que es la gestión de la Secretaría de Salud municipal. Todo en términos de la potencialidad que tiene.
—¿Cuáles son los desafíos ahora con su continuidad en la gestión?
—En una etapa nueva pero habrá continuidad de procesos anteriores. Vamos a profundizar algunas políticas que van a ser coherentes a los ejes planteados como municipio. Tienen que ver con la convivencia, inclusión y la territorialidad. La Secretaria de Salud tiene un fuerte desarrollo en los barrios de la ciudad, y eso va a seguir así.
—¿Cómo han evolucionado este año las estadísticas de ingresos al Heca por violencia urbana o siniestros de tránsito?
—No tenemos datos cuantitativos concretos. Sí puedo decir que según información que tenemos desde el Heca se ha producido una disminución en el ingreso de heridos graves en situaciones de violencia, tanto en los ingresos a terapia intensiva como al hospital en general. Y particularmente en los hechos de tránsito también ha habido una disminución de los heridos graves. Sólo se mantiene estable el porcentaje de personas que atendemos en accidentes en motos. por la falta de uso de casco.
—En el último tiempo hubo cuestionamientos de sectores de la oposición sobre una baja en la calidad de la prestación del servicio de salud pública. ¿Qué responde a eso?
—Nosotros tenemos resultados sobre indicadores sanitarios de la ciudad en relación a la continuidad de la atención. Y los resultados entregan una fuerte adhesión de los vecinos a cada centro de salud e inclusión. Lo muestran los números. Cuando vemos que 6 de cada 10 rosarinos eligen la salud pública, acceden a la medicación crónica todos los meses. Las encuestas no son de la Secretaría de Salud, son de la Universidad Católica, de su observatorio de pobreza. En diez barrios donde existen centros de salud y convivencia se hicieron entrevistas a jefas y jefas de hogar: entre el 85 y 90 por ciento de los encuestados valoran como “óptima” la infraestructura de salud en el barrio. Y más del 90 por ciento identifican a un médico de cabecera que se hace cargo de un proyecto terapéutico. Por supuesto que esto no es el exitismo de decir: “Está todo bien”. No, los problemas de accesos a las especialidades o tecnologías hoy son un problema de salud en el mundo. Hay situaciones sobre las que tenemos que seguir trabajando, pero lo hacemos sobre un piso de más de 1.200 trabajadores en el territorio. Hoy, y cada día, hay 8 mil personas que se atienden con nuestros equipos para resolver problemas de salud.
—¿Cuáles son las cifras sobre nacimientos y acompañamiento prenatal?
—El 98 por ciento de los 5 mil embarazos que llegan a la Maternidad Martin y los 2 mil embarazos que llegan al Roque Sáenz Peña tienen los controles suficientes. Esto significa que han tenido más de cinco controles con un ginecólogo o un médico general, y han accedido laboratorio y ecografías. Eso no se puede hacer si no hay continuidad de un proceso y un sistema. En relación y las otras patologías, que son más raras, tenemos las dificultades que existen en todos los escenarios de la construcción de lo público y las vamos a abordar.
—¿Cómo está la provisión de insumos y materiales en los centros de salud, teniendo en cuenta las restricciones para importar que aun rigen y la suba en la inflación?
—Hemos tenido esos vaivenes el año pasado, y la verdad que han tenido un impacto en el Presupuesto, porque ha habido un aumento en los costos que en los últimos meses de ejecución del Presupuesto 2015 se siente más, con el 25 y 30 por ciento en algunos insumos, y en otros mucho más. Y por otro lado, la dificultad con las importaciones nos ha generado que tengamos que mirar más críticamente algunos dispositivos médicos, como ser materiales descartables. De todos modos, no ha habido a lo largo del año faltantes que nos hayan provocado no poder hacer una intervención. Eso porque tenemos un gran eje en relación a producción publica de medicamentos en conjunto entre el LIF y el LEM, que no solo son los productores de medicamentos sino que también generan una amortiguación de los precios en el sistema y la producción de sueros fisiológicos.
—¿En qué quedó el proyecto para convocar a empresarios locales para producir materiales e insumos ya así no depender tanto del contexto económico?
—Ese es otro proyecto para el caso de materiales descartables. Ya hay algunas empresas que están viendo en qué formato pueden estar haciendo alguna experiencia de producción local o regional.
—Desde el Concejo se cuestionó en el último tiempo el Presupuesto que se destina a lo vinculado al tratamiento adicciones y en la ayuda que se brinda a los adictos ¿Cuál es su evaluación?
—Ese es otro de los desafíos que tenemos en el trabajo con el Concejo y sobre algunas ordenanzas, que han tenido que ver con un paradigma de hace más de 25 años en relación al tratamiento de adicciones. Hoy las adicciones son un problema de salud más. Desde hace cinco años está la ley de Salud Mental, en donde el Presupuesto ya no es lo que define una ordenanza que da becas para trabajar con organizaciones de la sociedad civil. ¿Cuál es el presupuesto de adicciones? Hoy nosotros tenemos a más de 100 psicólogos y 60 trabajadores sociales en todos los centros de salud abordando esto. Y en los hospitales generales tenemos chicos internados con las problemáticas de adicciones, y tenemos también becas para acompañantes terapéuticos: lo que invertimos es mucho más de lo que ordenanza fija. Tenemos que ver la situación de chicos que salen del hospital y por su situación no pueden volver a su domicilio. Tenemos un sistema de 80 acompañantes terapéuticos que están siguiendo a cada chico en distintas situaciones. Pero es necesario profundizar en centros de orientación telefónica y darle más herramientas a los familiares y chicos en relación a qué poder hacer cuando está atravesando el consumo problemático de sustancias o del alcohol.
Una transfusión clave al Hospital Italiano
La Secretaría de Salud municipal firmó esta semana el convenio con representantes del Hospital Italiano, temporariamente bajo administración regulada por la Justicia en el marco de un proceso para evitar el cierre. A través del acuerdo, que apunta en dirección de mantener a flote el histórico nosocomio, la Municipalidad proveerá sueros y comprimidos producidos en el Laboratorio de Especialidades Medicinales a cambio de cirugías de litiasis (cálculos) de pacientes en listas de espera de efectores públicos e internación de pacientes adultos en terapia intensiva.
El convenio se firmó por tres meses –con posibilidad de extenderse– y lo rubricaron Caruana y los integrantes de la intervención del “Giuseppe Garibaldi”, Ricardo Deicas y Alejandro Dotta, quienes lo describieron como clave “para que la institución siga funcionando”.
“Se trata de un compromiso que tomó el municipio de Rosario en función de la jerarquía de la institución y del impacto sanitario que tiene en la ciudad la oferta del Hospital Italiano, emblemático en el desarrollo del sistema sanitario de la ciudad”, marcó el secretario Caruana.
“Con este convenio iniciamos un camino de colaboración y cooperación para poder resolver problemas de salud de los rosarinos y apoyar una institución con muchos años de historia”, completó.
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