Vecinos del barrio Hostal del Sol, en la zona lindera al aeropuerto Islas Malvinas, realizaron ayer por la tarde una protesta para pedir a las autoridades gubernamentales mayor seguridad. Según relataron, desde la partida de las fuerzas federales han sucedido distintos robos y hechos de violencia, uno de los cuales se registró el sábado pasado cuando, de acuerdo con el testimonio de las víctimas, al intentar robar en una casa un grupo de hombres mató al perro de la familia y le disparó a uno de los moradores, aunque sin herirlo.
“Quedamos a la buena de Dios. Es un barrio joven y además de la falta de atención del municipio –carencia de pavimento y alumbrado público, entre otros servicios, según se denuncia– ahora sufrimos la inseguridad”, contó a El Ciudadano Guadalupe Araujo, una de las residentes del lugar.
En carne propia
Hace una semana el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, hacía un balance de la intervención de las fuerzas federales que desembarcaron en la ciudad el año pasado en Rosario. Era el cierre del operativo y el anuncio de la retirada. Por esas horas, señala en coincidencia Araujo, dos hombres entraron a su casa de Hostal del Sol, redujeron a la empleada de servicio, que también oficiaba de niñera de sus hijos, y perpetraron un robo.
“Los maniataron y encerraron. No hubo heridos. Somos familias jóvenes cuyo único patrimonio son nuestros hijos. Y ahora están en peligro”, apuntó la mujer a este diario.
Guadalupe hace diez años que vive en Hostal del Sol que al igual que San Eduardo, barrio cercano, cuenta con los servicios de una empresa privada de seguridad. De acuerdo con la mujer, unas doscientas familias se asentaron hace años allí y han gestionado desde la instalación de servicios hasta las tareas de limpieza que corresponden al municipio rosarino. De hecho, precisaron los vecinos, hay cámaras de videovigilancia instaladas, pero no funcionan.
“No hay un solo móvil patrullando la zona porque consideran que nosotros tenemos una guardia privada”, contaron los vecinos. “Invito a la intendenta Mónica Fein a caminar este barrio. Quizás si ve la falta de la presencia estatal esto cambie. Lo cierto es que en pocas semanas empeoró la situación. Era algo que se veía venir con la ida de Gendarmería”, opinó Araujo.
El caso de la mujer se sumó a otros que terminaron de convencer a los vecinos de lo necesario de la protesta de ayer, centrada en la esquina de Jorge Newbery y Malabia.
Uno de los hechos de violencia más impactantes fue el que sufrió Andrea Galluzzo, otra vecina de Hostal del Sol, el sábado por la tarde. Según relató, cerca de las 20 un grupo de ladrones ingresó a su vivienda trepando el portón y cuando su marido les salió al encuentro uno de los asaltantes desenfundó un arma y comenzó a dispararle.
“Mi esposo, que estaba solo, alcanzó a salir corriendo. Con un short de baño y descalzo saltó un alambrado de dos metros. Lo persiguieron y le tiraron tres tiros, pero no lo dieron”, recordó la mujer, quien en declaraciones a una radio local rompió en llanto.
“Lloro porque me sacaron la ilusión de vivir donde quise vivir”, dijo.
“Me coartaron muchísimas cosas pero me sacaron a un ser que yo adoro, que es mi perro y me lo mataron de un mazazo”, relató entre sollozos.
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