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Se viene el botox para tratar la migraña crónica

Por Leandro Coscia. La sustancia actúa disminuyendo frecuencia, intensidad y uso de analgésicos para aliviar el dolor.

La migraña crónica (MC) es la forma más frecuente de cefalea crónica y una condición discapacitante, que afecta tanto a hombres como mujeres y se caracteriza por fuertes dolores de cabeza que el paciente experimenta por más de 15 días al mes, con una duración de más de 4 horas por día durante por lo menos 3 meses.

Se estima que aproximadamente el 1,3 a 2,4 por ciento de la población mundial sufre este tipo de migraña crónica.

Según diferentes trabajos de investigación y resultados de los mayores estudios clínicos sobre Migraña Crónica (MC), llamados Preempt, en el que participaron más de 1.300 pacientes de 122 centros de Europa y USA, el 87 por ciento de los pacientes con migraña crónica consultan al médico por su dolencia y sólo el 20 por ciento son diagnosticados.

El 58,1 por ciento de los pacientes que sufren migraña crónica tienen una reducción en la productividad en sus actividades de trabajo diario.

Además, el 87 por ciento de los pacientes con migraña crónica asisten al médico para intentar disminuir el dolor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la migraña crónica como la 19ª enfermedad más discapacitante, considerando que la migraña severa puede ser tan grave como lo es la ceguera, paraplejía o la artritis reumatoidea.

El paciente se siente incapacitado de llevar una vida normal, especialmente en su trabajo, debido a que los frecuentes dolores de cabeza no le permiten desarrollar sus actividades diarias.

En general, para los pacientes con MC el consumo de medicamentos orales para aliviar el dolor suele ser uno de los tratamientos más recomendados.

Ahora en la Argentina, los médicos neurólogos ya han comenzado a incorporar esta nueva opción terapéutica con la toxina botulínica Botox (Onabotulinumtoxin A) para el tratamiento preventivo de la migraña crónica, debido a que actúa disminuyendo frecuencia, intensidad y uso de analgésicos en las crisis de migraña.

Debido a la eficacia y seguridad comprobada en estudios clínicos para esta indicación, “la aplicación de Botox ha demostrado ser una efectiva opción en el tratamiento preventivo indicado específicamente para pacientes con migraña crónica aplicada por profesionales entrenados en su uso”, afirmó Mónica Diez, médica neuróloga  y vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana de Cefaleas.

Si bien se estima que un 80 por ciento de la población sufre algún tipo de cefaleas, los síntomas de la migraña crónica y su duración varían de acuerdo a cada paciente, pero el impacto de la enfermedad se manifiesta en factores que afectan la calidad de vida de la persona: alrededor  del 30 por ciento de los pacientes con migraña crónica sufren de depresión, ansiedad y/o dolor crónico y otros tipos de cefalea.

Diez agregó que “lo importante es diagnosticar en cada caso particular el mejor tratamiento que permita reducir la frecuencia e intensidad de los dolores de manera que el paciente pueda llevar una mejor calidad de vida”. De esta manera, las aplicaciones de Botox podrían complementar el tratamiento farmacológico de la MC que en general proporciona lapsos breves de tiempo sin dolor pero –debido al uso excesivo de estos medicamentos orales–, la enfermedad puede complicarse, generando dolores aún más agudos y agravando la migraña crónica. La toxina actúa inhibiendo la liberación de sustancias, llamadas neurotransmisores, como la Sustancia P, el Péptido Relacionado al Gen de la Calcitonina y el Glutamato; estas sustancias están implicadas en el inicio y el mantenimiento del dolor. “Botox actúa inhibiendo temporalmente los neurotransmisores implicados en la transmisión del dolor”, explicó Diez.

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