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Se pide una “comunicación responsable” sobre suicidios

Un manual de la Organización Mundial de la Salud indica cómo se puede mitigar su efecto contagioso.

El Ministerio de Salud de la Nación difundió ayer distintas herramientas elaboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para realizar una comunicación responsable de los casos de suicidios. Las recomendaciones fueron dadas a conocer con motivo de los recientes casos de suicidios de jóvenes en Salta que generaron impacto, sobre todo entre la población juvenil.

Diversos estudios recopilados por el Departamento de Salud Mental y Toxicomanía de la OMS en el año 2000 demostraron que las historias altamente publicitadas en la prensa escrita parecen tener mayor impacto en la población vulnerable. También, de acuerdo a lo indicado en el informe, la cobertura televisiva de un suicidio influye en el comportamiento suicida.

El suicidio es un problema grave de la salud pública, por lo que requiere la atención de todos los actores de una sociedad ya que su prevención y control no son sencillos.

Si bien es posible la prevención del suicidio, las respuestas son complejas e involucran actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños, el tratamiento eficaz de trastornos mentales y el control medioambiental de los factores de riesgo.

Las recomendaciones indicadas a partir del documento elaborado por Suicide Prevention, una iniciativa global de la OMS, precisaron que si se está informando sobre el suicidio en general deben usarse fuentes auténticas y confiables y mencionar estadísticas que deberán interpretarse cuidadosa y correctamente.

Añadieron que los comentarios espontáneos deberán manejarse con cuidado a pesar de las presiones por tiempo y tener precaución con las generalizaciones basadas en cifras pequeñas y las expresiones como “epidemia de suicidios” y “el lugar con mayor tasa de suicidios en el mundo”.

El informe de la OMS sostuvo que no se debe informar el comportamiento suicida como una respuesta entendible a los cambios o la degradación social o cultural. En cuanto a la comunicación de un suicidio específico deben tenerse en cuenta a la hora de informar evitar la cobertura sensacionalista, particularmente cuando involucra a una celebridad.

También las recomendaciones consideran que es importante no reproducir las fotografías de la víctima, no informar sobre el método empleado y sus detalles y la escena del suicidio, para evitar comportamientos imitativos, ya que las investigaciones han demostrado que la cobertura por parte de los medios de comunicación tiene mayor impacto sobre el método de suicidio adoptado, que la misma frecuencia con que esos ocurren.

Los titulares en primera página nunca son la ubicación ideal para informar sobre un suicidio y su divulgación como algo inexplicable o simplista tampoco es apropiada, porque nunca es el resultado de un solo factor o hecho.

El suicidio no deberá describirse como un método para enfrentar problemas personales tales como bancarrota, incapacidad de aprobar un examen o abuso sexual y los informes, deben tener en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento psicológico.

Además, es contraproducente glorificar a las víctimas de un suicidio como mártires y objetos de adulación pública porque puede sugerir, a personas vulnerables, que la sociedad honra el comportamiento suicida.

Según el informe, hay que trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de los hechos, presentar sólo datos relevantes en las páginas interiores, resaltar las alternativas al suicidio y proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios.

Las autoridades sanitarias desaconsejan publicar fotografías o notas suicidas, informar detalles específicos del método usado o usar estereotipos religiosos o culturales ante un suicidio.

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