Ciudad

Se investigan en la Justicia los incidentes con la CCC

Por Diego Montilla. En Tribunales se abrió una causa por daño calificado, resistencia a la autoridad calificada y lesiones. Ghirardi: “La policía actuó para evitar males mayores”

Los incidentes de anteayer en las puertas de la sede local del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que dejaron como saldo tanto policías como manifestantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) heridos a raíz de una refriega en pleno microcentro son investigados por la Justicia. El juzgado de Instrucción 5ª abrió una causa por daño calificado a la propiedad, resistencia a la autoridad calificada y lesiones. Según se informó desde Tribunales se están “cautelando las pruebas” y hasta el momento no hay detenidos. Además se ofició a los canales 3 y 5 a que remitan material sobre el conflicto y se indicó que se tomará declaración testimonial al personal policial que estaba en el lugar, a empleados de la dependencia y a vecinos de la zona. Entre las distintas voces que se escucharon sobre lo sucedido a lo largo del día de ayer, el propio intendente Miguel Lifschitz calificó los hechos como “lamentables”. En tanto, el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Horacio Ghirardi, dijo que se vivió una “situación muy difícil”. Por su parte, integrantes de la agrupación social realizaron un acto en la plaza Pringles junto con otras organizaciones para repudiar “la represión policial” y anunciaron que continuarán con el acampe –que comenzó la semana pasada– hasta que obtengan una respuesta a sus pedidos de planes Argentina Trabaja, otorgados por la Nación.

El titular del Palacio de los Leones hizo público su repudio a lo sucedido y remarcó que era “lamentable que se ejerza la violencia y que se intente ocupar un edificio por la fuerza”. “Hay muchas organizaciones sociales en la ciudad de Rosario, algunas incluso con mucha inserción en los barrios, y no recurren a estas metodologías y a este tipo de mecanismos de presión permanente y de incitar a la ocupación del espacio público o ha hechos de carácter violento como los ocurridos”, analizó.

“Creo que los argentinos tenemos que abandonar estas metodologías y más en un ámbito como el de la ciudad de Rosario, donde tanto el municipio como la provincia e incluso los propios organismos nacionales tienen una vocación de diálogo permanente, tienen las puertas abiertas, se atienden los reclamos, las demandas y las necesidades. Hay herramientas para poder resolver situaciones puntuales dentro de ciertos límites. No se justifica esto”, continuó Lifschitz.

En sintonía, Ghirardi reconoció que por los incidentes se vivió “una situación muy difícil”. “Nadie puede desconocer los niveles de tolerancia, intentos de mediación, de convivencia, de contención de la protesta social que hay tanto en Rosario como en la provincia. Permanentemente se ha estado cerca de estas expresiones tratando de contenerlas, de evitar males mayores, sin que esto no signifique que se hayan visto perjudicados otros sectores como vecinos y comerciantes afectados así como el propio Estado municipal. Pero en el caso de ayer (anteayer) hubo un intento de toma violenta de un edificio público y la Policía lo que ha hecho es preservar la integridad del edificio y de las personas que allí estaban trabajando. Los edificios contiguos también fueron afectados a piedrazos”, añadió.

“Nos parece que una protesta o un reclamo social legítimo como el que lleva adelante esta agrupación no puede llevarse delante de manera violenta y con el destrozo de los bienes públicos y la agresión a personas. En este caso hubo un desborde muy violento donde se arrojaban piedras que ya se traían, no es que se recogieron ahí sobre la marcha, de gran tamaño, muy peligrosas porque eran trozos de hormigón armado y que produjeron daños en edificios públicos y privados y heridas también importantes en efectivos policiales”, afirmó Ghirardi.

Por su parte, la CCC realizó un acto en horas del mediodía de ayer junto a otras organizaciones sociales y organismos de Derechos Humanos para repudiar el accionar policial ocurrido durante los incidentes. Además, un grupo de representantes de esa agrupación se acercó hasta la sede del Arzobispado de Rosario para solicitarle a la Iglesia su mediación ante esta compleja situación.

El referente de la CCC Eduardo Delmonte destacó los esfuerzos en vano que vienen realizando para obtener el otorgamiento de planes de trabajo para la agrupación. “Nosotros todos los reclamos que hemos llevado adelante han sido en forma totalmente pacífica, agotando todas las instancias formales, de petitorios, reuniones. El problema es que lo que ha pasado va más allá de la decisión de un dirigente o un grupo de dirigentes. Me parece que hay una situación de cansancio y mucha bronca. La gente se nos acerca porque hemos conseguido algunos puestos de trabajo y hay muchos vecinos que se nos han arrimado porque el Estado no les plantea alternativas. El problema es que no hay una respuesta a eso. La respuesta que hay es el plan Argentina Trabaja y la presidenta se lo viene ninguneando a los desocupados de Santa Fe”, señaló.

“Ayer (anteayer) veníamos de cinco días de estar esperando donde no hubo ni siquiera un amago de reunión. La provincia nos había planteado que teníamos que levantar el acampe para hablar con el ministro. Cuando llegamos a Desarrollo estaba totalmente vallado con el funcionario responsable desaparecido y cuando vino era todo sin posibilidades. Y hubo un momento donde las mamás se cansaron. Hay una frase que dice que lo acusan de violento al río pero no al cauce que lo oprime. Acá estamos ante una violencia permanente y para hablar de violencia partimos de las imposiciones y las imposiciones se sostienen con violencia. Acá hay una imposición del gobierno nacional sobre la provincia de Santa Fe. Es violencia que la gente esté en la calle con estos fríos y el poder público mire para otro lado”, concluyó.

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