A pesar de que hace unas semanas un grupo de carreros se manifestó contra la colocación de microchips a los caballos, tras el anuncio de que el próximo martes comenzarán a implementarse estos dispositivos, los referentes de los recolectores informales de residuos se mostraron “de acuerdo” con la nueva medida. Aun así, uno de los sectores continuará con los reclamos a modo de permanecer alerta ante el eventual “empeoramiento” de la tarea de cirujeo. Tal como publicó ayer El Ciudadano, el próximo martes se habilitará el registro y la colocación de microchips a caballos de carreros que circulan diariamente por la ciudad, que contendrán los datos del responsable del animal, de las personas que habitualmente están al mando del carro y las características de la actividad que desarrollan, del vehículo y del equino, como sexo, peso y pelaje.
“Hace mucho que están trabajando con esto, ahora ya está todo listo. Han hecho un trabajo bastante bueno”, evaluó Daniel Nievas, carrero y referente de la agrupación Visión Social. Desde un principio, tanto él como sus compañeros de la zona oeste se mostraron conformes con la propuesta de la Municipalidad, a diferencia del sector de Empalme Graneros, que igualmente llegó a un acuerdo y terminó por dar el visto bueno. En este sentido, desde la cooperativa de trabajo Cartoneros Unidos, el presidente Carlos Niemes dijo estar “de acuerdo”, aunque aclaró que el chip “no garantiza que el cirujeo mejore”. Así, su prioridad continúa centrada en aminorar la presencia de carros en la calle, a cambio de obtener trabajos y salarios dignos.
Según destacó Niemes, con el chip se va a controlar la hora de trabajo y, de esta manera, se achicará el tiempo de la actividad. Por lo tanto, resaltó, nuevamente: “Que se implemente el chip, pero que paralelamente se vaya pensando qué ofrecernos. Hemos tenido varias reuniones pero ningún funcionario ofertó trabajo. Estamos en la dulce espera”.
El pasado 7 de julio, los carreros pertenecientes a la cooperativa encabezada por Niemes se manifestaron en contra de esta propuesta municipal, ya que consideraban que el nuevo sistema “complicaría el trabajo”.
“Tenemos miedo de quedarnos sin nada”, declararon a principios de mes. “Pedimos que liberen nuestro trabajo, porque queremos que nuestros hijos no terminen tirando de un carro como nosotros sino que puedan tener trabajos dignos. Entonces, le pedimos a la Municipalidad que nos ayude con eso”.
Ahora, casi dos semanas después, ya no mantiene la férrea postura en cuanto a la colocación de los microchips en los caballos, pero sostiene en firme sus principales banderas por un trabajo digno. Cabe destacar que, a pesar de no haber formado parte de estas protestas, Daniel Nievas también hizo hincapié en la necesidad de recibir ayuda para obtener un trabajo alejado del cirujeo en vehículos de tracción a sangre. “Nuestro pensamiento está en nuestros hijos, para que no estén arriba del carro”, sostuvo.
Los propietarios de los carros tendrán que acercarse el próximo martes al Complejo Deliot (bulevar Seguí al 5400) donde, en una primera etapa, se realizarán los trámites correspondientes para cumplir con lo que establece la normativa vigente. Así, además de los exámenes sanitarios que se le realizarán a los equinos se les entregará a sus propietarios una plaqueta identificatoria –similar a la chapa patente de los autos– con una credencial con sus datos para poder ser corroborados, en caso de ser necesario, por personal municipal.
El titular de Control Urbano, David Sánchez, informó en diálogo con este diario que, en primera instancia se hará un relevamiento de las condiciones de salud de los equinos y de las condiciones en que se encuentran los carros; se entregará una placa con una identificación y además una credencial con los datos del propietario y los datos del vehículo que coincidirá con esa placa; también se colocarán los microchips. Además, se le realizarán análisis de sangre y un chequeo general a los animales para ver su estado.
Una vez tomados todos los datos por parte del personal de Control Urbano, los carreros deberán trasladarse a otra área del predio donde empleados de Promoción Social harán un relevamiento sobre su situación laboral y tomarán nota de distintos aspectos de la actividad de cada uno de los trabajadores que se ganan su sustento trasladándose en carros tirados por caballos. Y, en una etapa siguiente, aproximadamente a los quince días de haber realizado los controles en el Complejo Deliot, los carreros tendrán que pasar a retirar la libreta sanitaria del animal con la autorización definitiva para la circulación del vehículo con tracción a sangre.
Sánchez comentó que también, cada tres meses, los carreros deberán realizar controles, aunque la metodología de éstos todavía no está definida. “Por lo pronto los controles comienzan el martes que viene para que se respete lo que está dispuesto por ordenanza. En principio será de lunes a viernes en un horario que será públicamente informado”, continuó el titular de Control Urbano.
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