Además de la elección presidencial, hoy se renovará parcialmente el Congreso. La provincia de Santa Fe pone en juego 13 de sus 22 cargos legislativos: los tres senadores nacionales y 10 de las 19 bancas de diputados. Seis listas compiten por esos lugares, cuatro de las cuales llegan con posibilidades: el Frente para la Victoria, Cambiemos, UNA y el Frente Progresista.
Las primarias del 9 de agosto son el antecedente a partir del cual las distintas fuerzas políticas organizaron sus campañas. La principal conclusión que se pudo extraer ese día es la vigencia del arrastre con el sistema de boleta sábana, que en las elecciones provinciales se usó por última vez hace seis años. Casi no hubo corte: el Frente Progresista, sin candidato presidencial, sintió el efecto y debió reformular su estrategia. Hoy se sabrá si fue eficaz.
En las Paso el Frente para la Victoria alcanzó el 34 por ciento: unos 550 mil votos, cifra similar a la que obtuvo Omar Perotti en la elección de gobernador. Esa es la base el justicialismo santafesino, un valioso aporte al presidenciable Daniel Scioli en el tercer distrito del país en cuanto a padrón. Si Perotti mantiene la tendencia, pasará en diciembre de la Cámara de Diputados al Senado de la Nación e ingresará además a su compañera de fórmula Marilin Sacnun.
En agosto el Frente Cambiemos, con la “boleta larga” de Mauricio Macri, Carlos Reutemann y Anita Martínez, salió segundo en la provincia en todas las categorías. El Lole, como candidato a senador, logró el 27 por ciento: 440 mil votos. Si sostiene el segundo puesto, accederá a su cuarto mandato en el Senado, el tercero consecutivo aunque no por el PJ, ya que a principios de año dejó el espacio para sumarse a la candidatura del jefe de Gobierno porteño y líder del PRO.
El efecto arrastre fue tan patente en las primarias que un candidato casi desconocido como Eduardo Romagnoli, postulante a senador por el Frente Renovador/UNA, quedó tercero gracias a los 300 mil votos (18 por ciento) que le “transfirieron” Sergio Massa y De la Sota, su rival en la interna. El porcentaje fue casi idéntico en las listas de diputados y de representantes al Parlasur, por lo cual UNA larga hoy desde el tercer lugar al acecho del Frente Cambiemos para tratar de capitalizar, con Massa a la cabeza, una eventual caída de Macri.
Para el Frente Progresista todo ha sido cuesta arriba. Las primarias no hicieron más que reafirmar que el electorado va a las urnas con toda la atención puesta en los candidatos a presidente. Con boleta corta, el socialista Hermes Binner quedó cuarto: apenas superó los 200 mil votos, en la peor elección del Frente Progresista desde su constitución formal.
El socialismo venía de ganar las elecciones provinciales del 14 de junio por ajustado margen en un inédito escenario de tres tercios. En menos de dos meses, pasó del primer lugar al cuatro. La debacle que también se tradujo en las cifras: del tercio de los votos alcanzados en los comicios que consagraron a Miguel Lifschitz como gobernador, el Frente Progresista pasó a un magro 13 por ciento. Sea cual sea el resultado hoy, es un hecho que perderá representación en el Congreso.
Para suplir la carencia del candidato presidencial, el Frente Progresista apostó en la provincia al corte de boleta. El socialismo, sus aliados menores y algunos sectores de la UCR apoyan a Margarita Stolbizer, pero en el territorio han militado el corte de boleta para sumarle votos de otros presidenciables a las listas que encabezan Binner (para senadores) y el radical Hugo Marcucci (para diputados). El grueso de la UCR, sin candidato propio, también propone el corte de boleta, pero a favor de Macri.
A diferencia del Frente Progresista, los otros espacios fuertes estructuraron su campaña en torno a las figuras principales: Scioli, Macri y Massa, los tres candidatos con chances de suceder a Cristina Fernández en la Casa Rosada. La misma estrategia siguen los otros partidos que presentan listas legislativas: el Frente de Izquierda, con Octavio Crivaro como candidato a senador en la boleta de Nicolás del Caño, y la Alianza Compromiso Federal con Juan Antonio Martino, postulante a senador de Adolfo Rodríguez Saá.
Scioli, Macri y en menor medida Massa dieron fuertes señales del valor que tiene la elección en Santa Fe. En el tramo final de la campaña, los tres pasaron por la provincia para apoyar a sus candidatos legislativos y para tratar de crecer en votos propios respecto de las Paso.
Dos peronistas, el rafaelino Perotti por el Frente para la Victoria y el ex gobernador Reutemann por Cambiemos/PRO, animan el duelo principal. El tercero en discordia es un debutante: el empresario Romagnoli, candidato de Massa. Sin referencia presidencial, Binner –con dos años por delante como diputado– va por la epopeya de saltar dos escalones de una vez y convertirse en senador por Santa Fe.
La provincia renueva sus tres bancas en la Cámara alta para los próximos seis años. En diciembre se irán el socialista Rubén Giustiniani –electo diputado provincial para el próximo período– y la justicialista Roxana Latorre, luego de dos mandatos consecutivos. La tercera banca en disputa es la del Lole.
La novedad: el Parlasur
Con dos modalidades –una lista de distrito único, pegada a la de presidente y vice, y una lista provincial, con un solo candidato por partido–, se elegirán hoy por primera vez representantes para el Parlasur. En las listas nacionales aparecen algunos dirigentes santafesinos encaramados en los primeros lugares: el ministro de Defensa, Agustín Rossi (segundo candidato del Frente para la Victoria), Lilia Puig de Stubrin (tercera en el Frente Cambiemos), el diputado nacional Juan Carlos Zabalza (primero por el Frente Progresistas, pegado a la boleta de Margarita Stolbizer) y el ex gobernador José María “Tati” Vernet por el partido de Adolfo Rodríguez Saá. Los candidatos regionales son Diego Mansilla (Frente para la Victoria), Gonzalo Mansilla De Souza (Cambiemos), Arturo Araujo (UNA), Carlos Comi (Frente Progresista), Virginia Grisolía (Frente de Izquierda) y Juan Manuel Alonso (Compromiso Federal).
Diputados, una batalla eclipsada por las campañas presidenciales y las de las tres bancas en el Senado
En comparación con las categorías de presidente y senadores, en la provincia la campaña de diputados nacionales pasó casi desapercibida. Santa Fe elige hoy diez representantes para la Cámara baja. Dejarán sus bancas en diciembre cuatro integrantes del bloque del Frente para la Victoria (Omar Perotti, Marcos Cleri, Claudia Giaccone, Silvia Simoncini), cinco del Frente Progresista (Juan Carlos Zabalza, Élida Rasino, Omar Barchetta, Fabián Peralta y Antonio Riestra) y uno del Frente Renovador, Oscar Martínez.
El Frente para la Victoria viene de imponerse en las primarias de agosto y lleva a Cleri como cabeza de lista, acompañado en los primeros lugares por Silvina Frana, Alejandro Ramos y Lucila de Ponti. Bajo el armado nacional Scioli-Zannini, todos los sectores del PJ –incluso los que en las provinciales jugaron con el PRO– confluyeron en una lista de unidad donde están representados los referentes territoriales, movimientos como La Cámpora y el Evita y vastos espacios del peronismo ortodoxo que en otros momentos fueron refractarios al kirchnerismo.
Después de la ajustada derrota en las elecciones de gobernador, el PRO ubicó a sus figuras locales –y a sus nuevos aliados del Frente Cambiemos– en las listas legislativas.
Macri necesita sumar en Santa Fe: apostó a Reutemann para el Senado y a la concejala Anita Martínez al tope de la lista de diputados nacionales. Detrás de Anita aparecen el apoderado de Unión PRO en Santa Fe, Lucas Incicco, y el referente provincial de la Fundación Pensar, José Núñez. A diferencia de la elección local, donde sumó radicales como Jorge Boasso, esta vez Macri los dejó afuera y optó por el Lole. Por ese motivo, la UCR santafesina caminó la provincia –tijera en mano– para promover el voto Macri-Binner-Marcucci.
El Frente Renovador viene de salir tercero en las Paso con Alejandro Grandinetti a la cabeza de la lista de Diputados. De repetir la elección, podría ingresar dos legisladores: Grandinetti y Vanesa Massetani.
El caso opuesto es el del Frente Progresista, que pone en juego los cinco escaños logrados en 2011 con Hermes Binner como candidato a presidente. De magra cosecha en agosto, la boleta que encabezan el radical Hugo Marcucci y la socialista Chiqui González quedó en el cuarto lugar con porcentajes que apenas le alcanzarían –si se mantiene la tendencia– para ingresar un solo diputado.
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