Drama en Vía Honda. Caso Patricia Obregón: una saga criminal y amenaza constante, titulaba este diario hace cuatro años, en julio de 2016, cuando se cumplió un año de la muerte de la joven asesinada por un grupo de transeros en la Vía Honda. Un caso que demandó una serie de notas para contar el contexto de amenazas y tiroteos que vivieron los vecinos de bulevar Seguí y la vía.
Cuatro años después la postal no es diferente y las balas y siguen pegando cerca. Este domingo por la noche, Nahuel, un adolescente de 17 que fue cuñado de Patricia, recibió un tiro en la mandíbula cuando pistoleros gatillaron contra varias casas del barrio. Y como si fuera una historia circular, María Marta, la mamá del pibe, denunció otra vez a un grupo narco del barrio. “Yo doy la cara, que me maten a mí. Yo tengo nietos. ¿Qué tengo que hacer, comprarme un fierro y defenderme ahora? No voy a dejar que me maten más a nadie. Tengo once nietos. Hagan algo”, dijo la mujer de 43 años, que esta vez casi pierde a un hijo en el mismo lugar donde en 2015 mataron a su nuera.
Este domingo a las 20, Nahuel E. recibió un tiro en la cara cuando cuatro hombres, con las caras cubiertas y que fingían estar cirujeando en un volquete, tirotearon las casas de chapa y material construidas al lado de las vías del ferrocarril, en el lado norte de la llamada curva Seguí, a la altura del 4980.
“Tirotearon las casas y le pegaron a mi hijo que estaba sentado con unos amigos. Le pegaron un tiro en la cara y en el Heca le operaron la mandíbula. Está bien, gracias a Dios”, contó María Marta, la madre.
Según voceros del caso, María Marta entregó cinco vainas servidas a efectivos del Comando Radioeléctrico, de calibre 9, .380 y 11.25 milímetros. Aunque según vecinos, el personal del Gabinete Criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) nunca se presentó a peritar la escena.
“A mí hace años me mataron a mi nuera. Tema de drogas. Que quieren la zona. Que ella era una vigilante. Que les baten la cana. Y así, te matan”, dijo María Marta a Telefé Rosario para enumerar las acusaciones que recibió por parte de la gavilla que la asola la zona donde vive desde hace un lustro. .
El 11 de julio de 2015, Patricia Obregón, de 25 años, recibía un tiro en la cabeza en Felipe Moré al 3500 y moría 5 días después. La joven había resultado herida en un tiroteo que estaba dirigido contra su cuñado César M., quien es hijo de María Marta. El 16 de julio de ese año, un sobrino de la mujer también fue baleado y quedó malherido por un impacto en la ingle que casi le afecta la arteria femoral. La familia volvió a señalar a los mismos sospechosos.
Muere chica baleada hace 6 días y su familia denuncia aprietes
Por entonces María Marta hizo varias entrevistas para con la prensa local para denunciar a una gavilla dedicada a la violencia territorial comandada por un tal Willy, un apodo que hoy vuelve a sonar. “Todo empieza cuando denuncié a esta familia por venta de drogas, en el Buzón de la Vida de las Fiscalías federales de Entre Ríos al 700 además de otras denuncias anónimas que también hice. No sé cómo se enteraron y empezaron con discusiones, me decían que yo era «vigilanta» que me tenía que ir, que me iban a echar, que me iban a quemar la casa, y se la agarraron con toda mi familia”, contaba en esa ocasión. Por esos días, un sobrino que entonces tenía 14 años resultó baleado –ver nota Cansados de los narcos del barrio– y también su hijo César.
Comentarios