La situación había mejorado en los últimos días, pero el servicio meteorológico ya había advertido que el viento cambiaría y ahora el humo volvió a cubrir la ciudad, consigna la agencia DPA.
La ola de calor con temperaturas récord y los efectos del humo duplicaron la tasa de mortalidad en Moscú a unos 700 fallecimientos diarios.
Muchos moscovitas padecen dolores de cabeza o mareos y decenas de miles abandonaron la ciudad.
Cientos de focos de incendio siguen activos en toda Rusia, en la peor ola de incendios de la historia del país.
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