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Elecciones

Rubeo: “A mí nadie me bajó el pulgar y no lo hubiera permitido”

El diputado provincial Luis Rubeo dijo que la lista con la que participa en las Paso “representa al conjunto del peronismo”. "Adherimos a la fórmula Perotti-Ramos pero nos diferenciamos en lo que se refiere a la lista de diputados provinciales", explicó


Al contrario de lo que sucedió con otras fuerzas políticas, al peronismo se le dificultó mucho el armado de las listas de candidatos con vistas a este año electoral. Mucho esfuerzo costó unificar un solo binomio en la categoría de gobernador con Omar Perotti y Alejandro Ramos. Pero ese resultado no se pudo replicar en la categoría de diputados provinciales, donde una multiplicidad de nóminas competirá en la interna del 19 de abril. Luis Rubeo, actual presidente de la Cámara baja santafesina, encabezará una de ellas, la denominada Frente por la Justicia Social.

En diálogo con El Ciudadano, Rubeo explicó: “Se dio un proceso de acuerdo dentro del PJ donde los distintos sectores internos terminamos sintetizando la fórmula a gobernador que representa al PJ, así que nosotros adherimos a esa fórmula y decidimos declinar la candidatura de Leandro Busatto”.

“Pero sí seguimos diferenciándonos en lo que se refiere a la lista de diputados provinciales, donde encabezo una de las listas que tiene tres ejes de clara identificación: una profunda raigambre peronista, una síntesis de experiencia y juventud y una territorialidad que representa a toda la geografía provincial. No hicimos una lista para salvar a una agrupación o pensando en un amigo, hicimos una lista que represente al conjunto del peronismo”, agregó.

—En las reuniones donde se definió el candidato a gobernador del PJ y la lista de diputados que encabeza Héctor Cavallero, se dijo que a usted le habían bajado el pulgar. ¿Lo sintió así, que no entró en esa negociación y por eso tuvo que encabezar otra nómina?

—No, para nada. Además de la tarea que desarrollo cotidianamente, soy un hombre que recorre la provincia y hace tiempo que venía con la vocación de continuar con un mandato en la Cámara de Diputados. En ese sentido, a mí no me bajó el pulgar nadie ni tampoco lo hubiera permitido. Lo que yo no le hago a los demás es lo que no permito para mí. Aquellos que dentro del justicialismo pueden tener una actitud proscriptiva, no conocen la esencia del justicialismo y así les va a ir.

—¿Qué balance hace de estos cuatro años en la Presidencia de Diputados? Teniendo en cuenta las críticas que recibió de parte de dirigentes justicialistas por haber sido “benévolo” con el socialismo.

—Son críticas malintencionadas de algunos que intentan llevar agua para su molino y que tienen una visión muy mezquina y pequeña de lo que significa Santa Fe. Quiero decirle a los santafesinos que quiero mucho a esta provincia y si le va mal al gobierno provincial, no le va mal a (Antonio) Bonfatti o a Rubeo, le va mal a los santafesinos. El peronismo, si quiere recuperar protagonismo y posibilidades de volver a conducir la provincia, lo tiene que hacer es sobre la base de políticas superadoras a las malas políticas de la administración socialista, no poniéndole palos en la rueda para que a los otros les vaya mal. Cuando asumí en diciembre de 2011 la presidencia de Diputados había alguna preocupación en determinados sectores representativos de la población que creían que nos íbamos a convertir en una máquina de impedir y la verdad es que hemos garantizado gobernabilidad en Santa Fe. Creo que hemos sido una oposición responsable. Siempre me queda una duda, ¿qué hubiera pasado si el gobierno lo hubiéramos ejercido nosotros y el control de las cámaras hubiera estado en manos del socialismo? No sé qué hubiera pasado.

—El candidato a gobernador del socialismo, Miguel Lifschitz, dijo que de ganar impulsará una reforma constitucional, ¿este tema es prioritario?

—Creo que tienen que ser un poco más sinceros. Cuando ellos eran gobierno solamente en Rosario, levantaban la bandera de la autonomía municipal y parecía que garantizaba la solución de todos los problemas. Llegaron al gobierno de la provincia y ese tema salió de la agenda, entonces empezaron a batir el parche de la reforma pensando que podían modificarla de acuerdo a su saber y entender con el aura que los acompañaba por haber ganado las elecciones. Volvieron a fracasar. Voy a impulsar, en lo que me queda de este mandato, que antes de fin de año los partidos políticos con representación parlamentaria digamos cuáles son las cosas que queremos reformar, si no, nunca vamos a lograr los dos tercios necesarios en cada una de las cámaras porque cada partido empieza a pensar en qué es lo que le conviene sectorialmente. Tenemos que decir si queremos darle rango constitucional al Consejo de la Magistratura, si vamos a llevar el mandato de los presidentes comunales de dos a cuatro años, si le vamos a dar o no la reelección al gobernador, entre otros temas para saber primero cuáles son los puntos.

 

Seguridad, educación y obras

—¿Qué temas cree que faltan abordar desde la Legislatura?

—No voy a decir ninguna verdad revelada, creo que la problemática de la inseguridad tiene que estar en el tapete de quien gobierne y en ese sentido hay que sacarla de la discusión mediática, establecerla como una política de Estado donde todos los actores tienen que tener una participación activa. No solamente el Estado provincial con la policía sino también los estados municipales y el nacional. También un fuerte involucramiento del Poder Judicial.

El otro eje esencial es la educación, la única herramienta que nos iguala socialmente y aleja a los pibes de la delincuencia y la droga. Venimos planteando desde el 2008 triplicar la jornada extendida.

En tercer lugar es esencial llevar adelante un plan de obra pública que mire la provincia en un todo y no coyunturalmente de acuerdo a la necesidad de hacer una obrita acá o allá de acuerdo a la necesidad electoral.

 

“No estuvo en las difíciles”

Carlos Reutemann finalmente blanqueó su acercamiento al PRO luego de que a fines del año pasado expresara que iba a trabajar por “la unidad del PJ”. Es por ello que recibió las críticas de Luis Rubeo: “No sé si hubiera sido gobernador de Santa Fe como candidato por otra fuerza política que no sea el peronismo”. “Me hubiese gustado que aquellas personas que gracias al peronismo lograron lugares importantes, de prestigio, en los momentos difíciles estén al lado mío y no que se pasaran a las filas del enemigo. Esto me hace pensar que a lo mejor no son tan peronistas como dicen”, acusó Rubeo.

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