Embarcado ya en la previa de las elecciones generales de octubre, donde apunta a trabajar para repetir el triunfo que la presidenta Cristina Fernández tuvo en la provincia, Luis Rubeo (FPV) ya piensa con fuerza en los desafíos del próximo año, tanto hacia adentro como hacia afuera del partido. En diálogo con El Ciudadano, el diputado provincial reelecto aseguró que el próximo gobernador, Antonio Bonfatti, “se tiene que quedar tranquilo” por la acción de la oposición, que tendrá mayoría en ambas cámaras de la Legislatura, y se mostró dispuesto a avanzar en la reforma de la Constitución, al cumplirse 50 años de la última modificación. En relación a la puja de poder en el PJ, sostuvo que la renovación de autoridades que tendrá que hacer el partido en mayo de 2012 será una buena oportunidad para someter al voto del afiliado el nombre de la figura que lidere en los próximos años, al tiempo que imaginó un bloque en Diputados ciento por ciento K.
En tanto, dijo que no hay una figura que “sintetice toda la representación” del peronismo santafesino, y anotó una lista de al menos cinco posibles conductores del partido a nivel provincial.
—¿Cómo imagina la relación entre el nuevo gobierno provincial y el PJ, que tendrá mayoría en las dos cámaras?
—Con una cosa que el socialismo vino declamando mucho y practicando poco: la necesidad de consensuar. Porque ellos hablan permanentemente por los medios de la necesidad de crear consenso para llegar a una resultante determinada, pero resulta que en el marco de la Legislatura siempre han tratado de imponer su propio criterio y su propia voluntad. Pese a todo, el doctor (Antonio) Bonfatti se tiene que quedar tranquilo que va a contar con una Legislatura que va a votar las cosas indispensables que él necesite llevar adelante en su política de gobierno.
—Sin embargo, en el oficialismo no están muy tranquilos con esta situación y dicen que es una consecuencia no deseada de la boleta única.
—Se tienen que quedar tranquilos que nosotros no queremos marcar la cancha en la Legislatura. Sobre todo quienes pertenecemos al bloque del Frente para la Victoria, que siempre hemos acompañado las iniciativas del gobierno que creímos necesarias. Eso sí, vamos a cumplir con el rol que la ciudadanía nos ha dado, que es el de controlar al próximo gobierno, como opositores.
—El gobierno aspiraba a una reforma de la Constitución. ¿Cree que hay posibilidades con este equilibrio de fuerzas?
—Yo soy el autor de un proyecto que dice que el año 2012 hay que decretarlo como el año de la reforma, porque se van a cumplir en febrero los 50 años de la reforma de la Constitución en la provincia. Tenemos la suerte de que viven muchos de los diputados constituyentes de aquella época. Nosotros sugerimos que sean convocados para ver cuál era el espíritu de la reforma que llevaron adelante en aquellas sesiones constituyentes, ver cuáles son las reformas que funcionaban y cuáles no, y a partir de ahí ver si todos los partidos políticos con representación parlamentaria somos capaces de tener una agenda común, no para entrar en un tironeo por la reelección y la unicameralidad, sino para ver cuáles son los estatutos que hace falta incorporar, agregar lo que tenga que ver con la autonomía de municipios y comunas, ver qué rol le vamos a dar a la Defensoría del Pueblo, analizar todas estas cuestiones y, si llegamos a una resultante común, comenzar el camino de la reforma.
—¿Piensa que los 28 diputados electos del PJ van a poder formar un solo bloque en el próximo período?
—Antes de definir si va a haber un solo bloque o dos, lo que tenemos que hacer es fijar el marco político en el que nos vamos a desenvolver y cuáles son las referencias que ese bloque va a tener. Nosotros creemos que la referencia, como peronistas que somos, tiene que ser el conjunto de las políticas del gobierno nacional. Y a partir de ahí, habrá que denominar al bloque como Frente para la Victoria, ya que es la sigla que venimos utilizando en cada una de las elecciones a nivel nacional. Ahora tenemos que poner mucho énfasis en el trabajo para ratificar en octubre el triunfo del 14 de agosto, y luego abocarnos a estas cuestiones.
—¿Podrá haber un solo bloque?
—Yo, personalmente, creo que una amplísima mayoría de los 28 legisladores que ingresamos por el justicialismo está identificada con las políticas que expresa Cristina Fernández de Kirchner.
—¿Hay quienes no?
—Hay algunos que no tuvieron participación activa en la campaña, pero habrá que dejar pasar el 23 de octubre y ver ahí.
—¿Reutemann y Obeid pueden volver a integrarse al peronismo?
—Eso dependerá de la decisión de ellos. Por decisión propia, ellos no acompañaron a la presidenta de la República en lo que significó el proceso electoral que estamos atravesando. Si quieren volver lo van a poder hacer, pero habrá que debatir dentro del partido si efectivamente siguen perteneciendo a nuestras filas.
—Ausentes ellos, ¿quién lidera?
—Creo que es un debate que los peronistas santafesinos encararemos el año que viene. Va a haber una nueva oportunidad, porque vamos a tener que elegir en mayo las autoridades partidarias, y es un buen motivo para que analicemos qué tipo de conducción queremos y hacia dónde orientarla.
—¿Cómo imagina ese debate?
—Yo entiendo al peronismo como una fuerza nacional que tiene una conducción nacional, tal como la concibió Juan Perón. Yo no entiendo al peronismo como una suma de partidos provinciales, como algunos piensan. Por eso no es lo mismo elegir a un hombre que acompaña las políticas del gobierno u otro que haya conspirado contra las mismas. De todas maneras, hay nombres que hasta hace poco no se enmarcaban en el kirchnerismo y ahora sí.
—Perotti, por ejemplo. ¿Podría conducir?
—El peronismo santafesino tiene figuras importantes como las de Omar Perotti, María Eugenia Bielsa, Agustín Rossi, Oscar Martínez, y hay que sumar en ese marco intendentes que han sido exitosos en su gestión, como el caso de (José Luis) Freyre en Venado Tuerto y (Alejandro) Ramos en Granadero Baigorria. El futuro del justicialismo tiene que pasar por las manos de estas personas.
—¿Hay un nombre que se destaque sobre el resto?
—Tampoco creo que haya nadie en particular que hoy sintetice por sí la representación exclusiva del justicialismo. Y eso no significa que yo esté hablando de nadie. Hay que pensar en una conducción que sea lo suficientemente abarcadora, como para integrar a todos. Y cuando digo a todos es a todos los que comulgan con un determinado proyecto de país. Nosotros entendemos que este gobierno, que comenzó en mayo de 2003, es el gobierno más peronista que hemos tenido después del general Perón. Y en ese sentido habrá que ver si todos piensan de la misma manera. Si no, estamos hablando de proyectos distintos. Y si hay proyectos distintos habrá que confrontar para que los peronistas decidan quiénes quieren que los conduzcan.
—¿El próximo liderazgo surgirá del voto del afiliado?
—Yo soy partícipe de que las figuras políticas que se encuentran al frente de determinados procesos siempre gozan de mayor beneficio cuando están acompañadas por el respaldo de la voluntad popular. Me gustaría que las autoridades del partido no salgan de una mesa de acuerdos sino de una elección interna. Que sean los afiliados los que la elijan. Hoy la conducción cuenta con todos los atributos que le da la legalidad, pero lamentablemente no tiene la legitimidad que le hubiese dado haber sido elegida en una elección, porque fueron producto del acuerdo. Además, es la manera de asegurar que se presenten a conducir los destinos del justicialismo sólo aquellos que tengan vocación por conducir los destinos del PJ. Porque no solamente tienen que tener vocación por ocupar un cargo, sino que deben tener vocación por llevar adelante la vida partidaria, por darle vida a cada uno de los estamentos que tiene el justicialismo.
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