Edición Impresa

Rosas a Garzón, palos al FMI

En su último día en España, Cristina reiteró su respaldo al juez suspendido –lo que la enfrentó al Partido Popular– y cargó contra los organismos multilaterales creados en un mundo “bipolar" que ya no existe.

En la apretada agenda de su último día en España, la presidenta Cristina Kirchner reiteró ayer su respaldo al suspendido juez Baltasar Garzón, sostuvo que ante el problema de la inmigración –que tanto preocupa a Europa– las actitudes persecutorias “no solucionan” los problemas económicos de la gente y aseguró en Barcelona ante empresarios que para salir de la crisis “el modelo a seguir es volver a colocar la inversión y el capital a la producción de bienes y servicios, con innovación tecnológica y valor agregado”, como contracara del modelo de la especulación financiera que estalló el año pasado en Estados Unidos.

Los dichos de la jefa del Estado en apoyo al juez Baltasar Garzón motivaron la crítica del conservador Partido Popular, principal opositor del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que repudió el contacto entre Néstor y Cristina Kirchner con el juez suspendido por el Tribunal Supremo de Justicia.

“Reitero mi opinión de que, tratándose de derechos humanos, estamos ante derechos universales que no hacen a cuestiones internas de soberanía de un país”, insistió ayer Cristina en una entrevista televisiva en España, durante la Cumbre de la Unión Europea, América latina y el Caribe, que se realizó en Madrid.

“Los derechos humanos están por sobre la soberanía de los países”, dijo la presidenta y agregó que “la defensa de los derechos humanos son uno de los pilares de la política iniciada en 2003 en la Argentina, política compartida por los tres poderes del Estado”.

“Los derechos humanos son universales, no son ni de izquierda ni de derecha, deben ser respetados por todos los países”, agregó al referirse a la decisión de la justicia española de suspender a Garzón por investigar los crímenes del franquismo.

“Garzón fue un faro al enjuiciar a (Augusto) Pinochet y al condenar a un marino argentino (Adolfo) Scilingo a muchos años de cadena perpetua, y le reiteré mi apoyo y mi admiración”, concluyó la presidenta argentina.

“Soy nieta de españoles”

En tanto, en Barcelona, la mandataria habló del tema inmigración con el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, con quien coincidió: “No creemos que las actitudes persecutorias ante los inmigrantes solucionen el problema de nadie. Y lo decimos con mucha experiencia, porque nuestro país en materia inmigratoria ha tenido una generosidad histórica, está en nuestro ADN, yo misma soy nieta de españoles”.

Iglesias agregó que la cuestión merece especial atención en el marco de la crisis que vive Europa, porque “en general los inmigrantes están vinculados a actividades laborales que han caído mucho”.

“Otra cuestión a considerar es que ha crecido un sentimiento contra los inmigrantes en algunos lugares de Europa por el hecho de que falta trabajo”, apuntó Iglesias.

El diplomático también convino con Cristina respecto a la necesidad de reformular los organismos financieros y políticos internacionales al decir que “reflejan la estructura de poder del año 45, y eso ha cambiado”.

En ese sentido, Cristina dijo luego frente a empresarios, y en relación a la crisis económica, que “es una locura pensar que con los mismos métodos se van a encontrar resultados diferentes” y agregó que “estos organismos (mulilaterales) fueron creados en un mundo bipolar, pero ese mundo se acabó y surgieron otros adversarios, menos identificados, como el terrorismo global”. Y concluyó: “El comportamiento de los organismos multilaterales de crédito hoy sufren críticas, y hoy vemos que en el comportamiento de los mercados no hay nada de racionalidad, sino que se trata de formidables movimientos especulativos para ganar en minutos cifras millonarias, mientras millones pierden el trabajo, pierden la esperanza”.

Comentarios

10