Los niveles de violencia que se registran en los últimos años en Rosario preocupan. De ser una de las ciudades que tenía la menor cantidad de homicidios en relación con la cantidad de población, saltó a una mostrar una cifra roja en materia de violencia y muerte. Es por eso que ayer, en una reunión entre 20 concejales (no asistieron Miguel Zamarini ni Jorge Boasso), se empezó a delinear una mesa de trabajo tendiente a tomar acciones para intentar bajar los niveles de violencia. El ministro de Seguridad, Leandro Corti, aportó un dato clave para entender cuánto preocupa la inseguridad al gobierno al asegurar que de todos los recursos con los que cuenta la provincia para invertir en seguridad la mayoría estará destinada a Rosario. Como ejemplo de ello detalló que, de los 600 egresados de la Instituto Seguridad Pública, 400 fueron asignados a esta ciudad. Corti afirmó que el mayor número de delitos coincide con el mapa de pobreza. Y en ese sentido mostró la necesidad de encarar un trabajo conjunto con la Municipalidad, algo que ya se puso en marcha. A modo de ejemplo destacó que una calle pavimentada es siempre una calle más segura. Lo hizo en sintonía con el anuncio de la intendenta Mónica Fein, que anteayer en el inicio de período de sesiones del Concejo detalló que iban a destinar 30 millones de pesos para inversión urbana que repercuta en mayor seguridad pública. Es que la violencia sectorizada, que trae aparejada la muerte de jóvenes en barrios periféricos, no se soluciona solamente con más Policía, sino mejorando calidad y condiciones de vida.
El plan, que para muchos de los ediles “sonó a poco”, tiene que ver con el adelanto informativo realizado hace 20 días por El Ciudadano. El esquema de trabajo en seguridad pública se dividió en seis cuadrículas que coinciden con las de los distritos municipales, y en función de las distintas realidades sociales y delictivas de cada una de las zonas se armó un esquema de patrullaje y prevención.
“Nosotros valoramos como muy positivo el encuentro con los ediles; se dio por primera vez un espacio de trabajo entre representantes del cuerpo legislativo de la ciudad y el Ministerio de Seguridad de la provincia, en donde entendemos que los concejales se han ocupado y preocupado por los legítimos planteos que formulan los vecinos en la ciudad de Rosario, en orden a la situación de seguridad pública que se está atravesando”, destacó Corti. Además, calificó la actitud de los ediles como un gesto de mucha madurez política entre todos los actores más allá de las distintas pertenencias partidarias o políticas, “en asumir esto como una política de Estado, sabiendo que cada uno de los actores tiene responsabilidades y competencias distintas”, destacó.
Para el funcionario, poder organizar los recursos policiales, escuchar el planteo de los vecinos sobre la falta de presencia policial y ejercer un control sobre el servicio es un paso importante para mejorar los niveles de seguridad.
Y en ese sentido destacó que la preocupación de la provincia por los niveles de violencia es muy grande, a tal punto que destacó que en la política de adquisición de insumos, logística y de todo tipo de recursos la ciudad tiene prioridad por la situación que está atravesando. Y a modo de ejemplo detalló que, de 600 agentes recién egresados, 400 fueron destinados a Rosario.
En este sentido, el diagnóstico que realiza el Ministerio sobre el problema está lejos de minimizarlo. “Hay indicadores que nos preocupan enormemente. El incremento de la cantidad de homicidios dolosos que se registró en 2011 está dando cuenta que existe un volumen muy localizado territorialmente de la circulación de la violencia, y tenemos que trabajar enormemente en este sentido”, aseguró.
“Hay algunas cuestiones vinculadas a la seguridad pública que no se resuelven sólo con la Policía. Cuando hacía un diagnóstico de la seguridad pública con los concejales, les decía que parecía que el mapa de la pobreza de la ciudad de Rosario coincide con el mapa de la violencia”. Y destacó: “Estoy muy lejos de estigmatizar a los sectores más vulnerables, es un dato de la realidad, pero no va a ser pertinente la intervención únicamente del Ministerio de Seguridad en estas áreas, sensibles en lo social, sino que tenemos que coordinar esfuerzos con el gobierno local”. Una prueba de este trabajo en línea quedaba clara al recorrer las oficinas del Ministerio, donde se podía ver a integrantes del gabinete municipal participando en diferentes reuniones.
Al respecto, Corti ejemplificó: “Una política de urbanización adecuada siempre va a impactar en los niveles de seguridad. En los espacios territoriales donde no existe accesibilidad a derechos básicos se va a dar esta ecuación del mapa de la violencia. Por eso apertura de calles, acceso al transporte público, alumbrado, desmalezamiento, mantenimiento de espacios públicos, son medidas que tenemos que coordinar con el gobierno local porque van a impactar en los niveles de seguridad publica”.
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