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Símbolos

Rosario tiene bastón de mando

El orfebre local Dante Conti acuñó el atributo y se la entregó a la intendenta Mónica Fein. Es la primera vez que jefe municipal recibe una pieza semejante, y la idea del artesano es comenzar una tradición: hará otro para quien llegue en 2019.


Dante Rafael Conti es orfebre hace más de 30 años y fue quien confeccionó y días atrás  le entregó un bastón de mando a la intendenta Mónica Fein, para que lo conserve como recuerdo de su gestión. Es la primera vez que alguien que está al frente del Palacio de los Leones recibe el atributo de poder, antiguo y universal símbolo que en actualmente en la Argentina está reservado a los presidentes, aunque también volvió a formar parte del protocolo en algunas pocas provincias. Ahora Rosario podría sumarse a la tradición, ya que la intención del orfebre es crear otro atributo para quien llegue a la Intendencia en 2019.

Conti comenzó a realizar el bastón que entregó el paso jueves 16 en octubre de 2013 como homenaje a la democracia recuperada en 1983, cuando se cumplían 30 años ininterrumpidos.

El atributo fue llevado a lugares públicos para que los ciudadanos le den un “golpecito de cincel”, tal como comenzó a hacer el platero Juan Carlos Pallarols, con el bastón presidencial.  “Fue simbólico, el trabajo estaba prácticamente terminado. Pero en esos golpecitos, el pueblo puso sus esperanzas, sus sueños y quería que la intendenta reciba esa energía de la gente”, explicó el artesano.

Conti valoró el gesto de la intendenta Fein que haya aceptado el bastón de mando como regalo, y fue “significativo poder entregárselo a la primera intendenta mujer” de la ciudad como un objeto republicano y democrático.

El bastón fue inspirado en el arte urbano de la ciudad. Tiene una longitud de 95 centímetros, y está hecho con 150 gramos de plata 800, es decir, 80 gramos de plata y 20 de cobre, y madera. “Elegí la plata 800 porque es más dura y resistente que la plata 900. Usé un diseño troconómico, que va de mayor a menor, y el diseño del cabo está hecho en estilo barroco americano porque quise representar lo urbano de la ciudad. Quise simbolizar el Rosario artístico, artesanal”, describe Conti.

Al explicar la confección  de la obra, el orfebre tuvo en cuenta prácticamente todo: “El astil, es decir el mango, fue torneado utilizando el rayo de una rueda que era de un viejo mateo (carrauaje) que transitaba las calles de la ciudad a principios del siglo pasado. La madera es de guayacán, dura. Lo hice sin borlas porque representa lo republicano y democrático. No lo hice asimétrico, porque tanto la política como los quehaceres de la vida de una ciudad van cambiando. Cada intendente tiene su impronta y cada orfebre también”, describió.

Conti explicó que dentro de la platería criolla hay tres escuelas bien definidas: “La platería mesopotámica, es decir, el barroco americano; la porteña que es más despojada de ornamentación y más lisa; y la olavarriense, que es una mezcla de las dos, un poco más cargada que la porteña pero menos que la mesopotámica”.

La combinación de todas en las diferentes partes de la obra, más las propias, son la distinción de Conti para identifcar la pieza y la ciudad. “Rosario es mi lugar en el mundo –dice–. Cuando me voy de viaje la extraño, cuento los días para volver. Se respira arte por todos lados. La ciudad todos los días me está contando algo nuevo, levanto la cabeza y miro la ménsula de un balcón y pienso…Cuánto arte hay acá”, describió el orfebre.

Conti recordó que tuvo la posibilidad de poner de pie un oficio que “estaba herido de muerte”, ya que entre 1980 y 1990, había prácticamente desaparecido: “Se lo asociaba a una cuestión religiosa y había quedado en desuso. Pero hoy goza de buena salud”, se entusiasma.

“Me gusta ser el platero del pueblo, me hace feliz hacer una rastra, que es el elemento típico del gaucho. No me gustan los coleccionistas. Mi mejor trabajo siempre es el último porque te vas superando. Con mis alumnos aprendo más de lo que enseño porque la capacidad de la gente de pensar es muy grande. Voy a hacer otro bastón de mando para el próximo intendente”, prometió.

Sí fue magia

Conti detalló que uno de sus sueños es poder enseñar y transmitir todo lo que aprendió, de forma gratuita. “Soy orfebre, esa es mi vida, no sé hacer otra cosa. Es tan increíble el oficio que una idea se puede materializar en un objeto, eso es mágico”.

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