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Militancia

Rosario alojará el 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo

Será el 27 de noviembre en el Centro de la Juventud. La invitación está abierta a personas gordas de todas las identidades, pero también a aliadxs que quieran entender y sumarse a la lucha. Habrá talleres, feria de emprendedores, un picnic gordo y actividades culturales


“Cuando hablamos de una persona gorda no solamente estamos hablando de una persona que es más grande, sino también del lugar en el que te va a poner la sociedad”, dice Brenda Mato, militante de la agrupación Gordes Activando de Argentina. La gordofobia (o gordoodio) es una violencia estructural y sistemática que se traduce un maltrato constante hacia las personas gordas simplemente por el hecho de tener esa corporalidad. La lucha de lxs gordxs organizadxs es por desarmar esos discursos que los señalan como culpables, como enfermxs y no merecedores de derechos. Con el objetivo de encarar esa militancia desde lo colectivo, el próximo 27 de noviembre de se realizará en Rosario el 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo. Será en el Centro de la Juventud desde las 10, con invitación abierta a personas gordas de todas las identidades, pero también a aliadxs. Habrá talleres, feria de emprendedores, un picnic gordo y actividades culturales.

“El activismo gordo se desprende de los activismos de la diversidad corporal. Nace en los años ‘70 en Estados Unidos, con el primer Manifiesto de Activismo Gordo, que habla justamente de la liberación corporal, de la autonomía corporal, de dejar de patologizar a los cuerpos gordos, es decir, dejar de tratar a los cuerpos gordos como cuerpos enfermos”, dijo a La Cazadora Brenda Mato, modelo y militante de la agrupación Gordes Activistas de Argentina, una de las impulsoras del Encuentro.

“Mucho de lo que reclamamos hoy en día las personas gordas nace de las luchas por las autonomías corporales, como los activismos trans o intersex, que también reclaman la posibilidad de existir en estos cuerpos que se salen muchísimo de la norma, de lo que se espera que sean nuestros cuerpos. Esta idea de que son cuerpos equivocados, cuerpos a corregir, cuerpos a cambiar”, indicó Brenda.

De acuerdo con la militante, la lucha del activismo gordo nace de una reivindicación: “Tenemos este cuerpo, esta es nuestra forma de habitar este mundo y necesitamos que nos respeten de la misma forma que se hace con el resto de las corporalidades”, explicó. “Lo que pedimos específicamente las personas gordas es la despatologización de nuestras corporalidades, es poder existir sin que estén pensando todo el tiempo en que por tener un cuerpo gordo tenemos un cuerpo enfermo, que existen otras posibilidades de habitar este mundo que no sea nuestra constante búsqueda por tener un cuerpo delgado”, dijo.

“Mi cuerpo, mi decisión”, subrayó la militante, haciendo referencia a la frase acuñada en el calor de la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. “Nosotrxs también queremos tener decisiones sobre nuestras corporalidades y sobre todo reclamar que somos personas completamente válidas como somos hoy, como existimos hoy, y que merecemos los derechos y los respetos básicos que tiene cualquier otra persona”, remarcó Brenda.

Lo personal es político

Brenda Mato tiene 32 años, es modelo, estudia Sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA), tiene 145 mil seguidores en Instagram y fue una de las impulsoras de la Ley de Talles a nivel nacional.

Su militancia, cuenta, tiene que ver con su propia historia. “Siempre fui una persona gorda y cuando tuve otras corporalidades también me percibí y fui tratada de esa misma forma, porque vivimos en una sociedad completamente binaria donde todo lo que no es delgado es gordo y que genera esta dicotomía constante desde cómo te tratan desde el afuera”, explicó.

“Desde que tengo uso de razón, siempre fui tratada como una persona gorda. Incluso mi primera dieta me la mandaron a los nueve meses de vida, así que vengo viendo el temita desde hace rato”, dijo.

La línea que separa un cuerpo gordo de uno que no lo es, la traza la sociedad a través del trato que le brinda a ese cuerpo. “Cuando hablamos de gordura o de una persona gorda, no solamente estamos hablando de una persona que es más grande sino también del lugar en el que te va a poner la sociedad. Yo toda mi vida la viví en ese lugar, siendo la gorda de todos lados, o de la mayoría de los lugares que habitaba. Parecía que yo no tenía nombre, no tenía identidad, no tenía más que esta corporalidad que ocupaba mucho espacio y muchas veces eso molestaba. Y eso me fue expulsando de todos los lugares que habitaba, de poder tener amistades sanas, de poder tener relaciones de pareja sanas, de poder hacer las cosas que me gustaban. Porque al final, mi cuerpo no era suficiente y no coincidía con las cosas que a mí me gustaba hacer. Y así me fui creyendo todas estas ideas”, recordó. El mensaje siempre fue el mismo: “la culpa es tuya, vos sos el problema, tu cuerpo tiene que cambiar”.

Hasta que un día, vino el click de la mano de lo colectivo. “Compartir mi experiencia hizo que me empiece a encontrar con un montón de otras personas que estaban atravesando lo mismo. Y empecé a entender que al final no era yo y no era mi cuerpo, sino que había algo mucho más grande que había que derribar y que investigar. Y ahí me encontré con el activismo, me encontré con otras compañeras y eso termina decantando en esto que es el Encuentro”.

Encontrarse, libera

El primer Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo de hizo en Morón, provincia de Buenos Aires, en noviembre de 2021. El objetivo: visibilizarse, negar el paradigma que plantea los cuerpos gordos sólo como cuerpos enfermos, reivindicarse como seres deseantes y con derecho al goce.

“Los Encuentros se basan en entender de que esta lucha no es individual, que no tiene que ver con nuestra autoestima o con el amor propio, esas cosas que son herramientas maravillosas pero que no cambian el mundo. Se basan en darnos cuenta que lo que cambia el mundo es encontrarnos con otras personas en la misma que nosotrxs, es luchar en hacer cambios, es juntarnos”, remarcó Brenda.

Luz Ferradas, concejala por Ciudad Futura e impulsora de ordenanzas que incentiven la comercialización de diversidad de talles en indumentaria, fue una de las que trabajó para que el 2°Encuientro Plurinacional de Activismo Gordo se realizara en Rosario.

“En las últimas tres ediciones del Encuentro Plurinacional (de Mujeres y Disidencias), el taller de Activismo Gordo fue uno de los más convocantes. Era el único momento en el año en el que, de manera federal, podíamos hablar sobre la experiencia de vivir en este mundo siendo personas gordas. Ser gordas nos expone a diversas violencias y discriminaciones. Y una no las colectiviza, y se las guarda. Pero cuando escuchamos nuestras propias experiencias en otras voces tiene un poder sanador y transformador muy grande”, manifestó Ferradas, de cara al 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo que se realizará el próximo 27 de noviembre en el Centro de la Juventud, en Rosario.

“Es entender que nuestras experiencias individuales no son tan así, sino que forman parte de un sistema cultural y patriarcal que señala nuestros cuerpos como defectuosos, enfermos o no merecedores de los mismos derechos y respeto que el resto de los cuerpos. Yo creo que la fuerza de esos talleres hizo que después tratemos de seguir encontrándonos para poder construir una agenda de lucha, en clave colectiva y política. Por eso este Encuentro de Activismo Gordo”, enfatizó.

En este sentido, Mato remarcó: “La actividad está abierta principalmente a personas gordas de todos los géneros y de todas las identidades, pero también a personas aliadas que se quieran sumar. Porque entendemos que esto no es una lucha únicamente nuestra, sino que necesitamos de todas las personas para poder cambiar esto”.

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