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Sin tiempo para rendirse

Robo, persecución, tiroteo, detenidos y un joven muerto

Todo comenzó con un asaltó en el barrio Emaús y terminó con un auto estrellado en Tablada y su conductor fallecido.


Luego de una cinematográfica persecución, que cruzó la ciudad de oeste a este, un presunto ladrón fue asesinado ayer por policías, tras un asalto a una casa de comidas del barrio Emaús. Según voceros policiales, los supuestos asaltantes robaron en una despensa y se fugaron en un auto, que tenía pedido de captura. Pero mientras huían fueron identificados por personal de Comando Radioeléctrico, dando pie a una impresionante carrera que culminó en barrio Tablada, donde uno de los fugitivos, en principio el conductor del auto, cayó muerto. A su vez, fueron arrestados dos hombres y un adolescente. Vecinos de la zona aseguraron que los dos detenidos mayores no tenían nada que ver con el robo: “Juan trabaja en el puerto y cartonea, no tiene nada que ver. Se estaba tomando una cerveza en la puerta de su rancho cuando aparecieron los policías y ahora le quieren hacer comer el muerto de que fue a chorear”, señalaron amigos del hombre.

Unos minutos después de las 19.30 cuatro hombres entraron a un almacén de Colombres al 1000 bis, entre José Ingenieros y Génova, sacaron armas de fuego y redujeron a todos los presentes. Sin golpear a nadie sacaron la recaudación de la caja registradora, le arrebataron 4 celulares a los titulares del comercio y sus clientes, y se llevaron también una máquina cortadora de fiambre. Subieron todo a un Toyota Corolla gris y se fugaron. Claudia y Sebastián, los dueños del local dieron aviso enseguida al 911.

Según la Policía, el cuarteto de asaltantes tomó por avenida Circunvalación hacia el sur.

Por ello, una media hora más tarde del robo fueron vistos por uniformados en la calle que delimita Rosario con Pérez, en Las Palmeras al 4000, en su intersección con avenida Presidente Perón.

El personal de la Unidad Regional II que divisó a los fugitivos prendió las balizas y dio la voz de alto a la gente que viajaba en el Corolla; pero ellos no acataron la orden, aceleraron su paso y doblaron hacia el este, para volver a tomar Circunvalación, con dirección sur.

Los policías los siguieron varios kilómetros, pero a la altura de Ovidio Lagos los perdieron de vista.

Por unos cuantos minutos no se supo nada de ellos. El cuarteto del Corolla siguió por la misma avenida y recorrió buena parte del perímetro de la ciudad. Recién fueron reconocidos cuando el auto gris pasó por al esquina de avenida Belgrano y 27 de Febrero, donde empezó otra persecución, que duró casi un kilómetro, donde los fugitivos doblaron en U, acción que sus perseguidores no pudieron imitar y chocaron contra un Suzuki Fun, que era manejado Micaela, de 31 años, quien debió ser hospitalizada en el Carrasco.

Ahora en sentido inverso al que llevaban antes de girar, es decir de norte a sur, los presuntos ladrones hicieron 800 metros y volvieron a ser divisados. Esta vez, en avenida Belgrano y Ayolas, comenzó a seguirlos un patrullero de Comando Radioeléctrico y un móvil de Gendarmería. En Ayolas, el Corolla dobló al oeste y comenzó su paso por barrio Tablada, donde recorrería sus últimos metros. Hicieron 50 metros, tomaron colectora hacia el sur y giraron hacia el oeste, por el acceso a bulevar Seguí. Pero el conductor perdió el control y se estrelló contra el Puente de Hierro. Según el fiscal Florentino Malaponte, para el momento de la colisión, el chofer del Corolla estaba en estado de semiinconsciencia, debido a que, durante toda la fuga, los sindicados asaltantes se tirotearon con los efectivos que los perseguían.

Unos momentos después de que se detuviera el Corolla, personal de Gendarmería arrestó a Juan Enrique V., de 34 años, que vive en un ranchito junto al cual quedó detenido el auto de los fugitivos, y Juan Fernando V., de 42 años, que vive en una casa a pocas cuadras. “Los milicos se llevaron a Juan V. y al Concha Gorda que no tienen nada que ver. Ellos son de tomar mucho, pero son gente laburante; cartoneros y changarines del puerto. Son buena gente; un rato antes del quilombo Juan me vino a manguear un paquete de fideos, porque no tenía nada que ver”, contó a El Ciudadano un comerciante de la zona. A su vez, en un pasillo que está junto al lugar del choque, uniformados del Comando Radioeléctrico arrestaron a un adolescente de 17 años, acusado de haber participado del robo.

Pero les faltaba uno: los policías dijeron haberlo visto instantes más tarde, corriendo, vestido con un pantalón Adidas negro y el torso desnudo. Aquí las versiones oficiales se bifurcan: por un lado la Fiscalía señaló que este hombrecayó malherido y tuvo que ser socorrido por los policías; incluso explicó que presumían que había sido alcanzado por balas mientras huía en el auto. Sin embargo, un pesquisa que participó de la persecución aseguró que en barrio Tablada hubo un gran tiroteo entre los uniformados y el sindicado conductor del Corolla, en el cual éste fue abatido. Lo identificaron como Facundo Rivas, de 22 años, a quien dijeron haberle incautado un revólver. Esta segunda visión de los hechos fue confirmada, en parte, por vecinos, quienes señalaron que, si bien se tiraron muchísimas balas, los únicos que disparaban eran los gendarmes y los policías.

Según voceros de la investigación, el Corola tenía pedido de captura desde el sábado pasado, cuando fue robado en jurisdicción de la comisaría 6a. En el baúl del coche, fueron secuestrados dos revólveres y una cortadora de fiambres, dijeron las fuentes.

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