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Riesgos que trae aparejado el síndrome metabólico

Algunos síntomas: obesidad, hipertensión, hiperglucemia, triglicéridos altos y colesterol "bueno" bajo.

Muchas de las enfermedades son consecuencia del estrés.
Muchas de las enfermedades son consecuencia del estrés.

Un reciente estudio reveló qué profesiones tienen las mayores tasas del llamado síndrome metabólico, que predispone a padecer enfermedad cardíaca, diabetes y accidente cerebrovascular. Los norteamericanos que trabajan en la industria del transporte, la alimentación y la agricultura desarrollarían un número levemente mayor de factores de riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y accidente cerebrovascular (ACV), según un nuevo estudio.

En tanto, los profesionales de la salud, los científicos y los artistas tienen las menores tasas del llamado síndrome metabólico, informó el equipo. La condición se refiere a un conjunto de factores de riesgo de esas tres enfermedades, que incluyen obesidad abdominal, hipertensión, hiperglucemia, altos niveles de triglicéridos y colesterol HDL o “bueno” bajo.

El síndrome se diagnostica cuando una persona tiene tres o más de esos factores de riesgo. De acuerdo al estudio National Health and Nutrition Examination Survey, su presencia duplica el riesgo de sufrir un infarto o un ACV.

En una investigación con una muestra representativa de la población estadounidense, publicada en Diabetes Care, los autores hallaron que los trabajadores de la industria agrícola y alimentaria (sin incluir a los mozos) tenían la tasa más alta del síndrome metabólico (30 por ciento). El riesgo promedio en Estados Unidos es del 22 por ciento, según el estudio National Health and Nutrition Examination Survey.

Un cuarto de los trabajadores en la industria del transporte, como los choferes de camiones, la construcción y los servicios de salud no profesionales, padecían esos factores de riesgo.

En el otro extremo estaban “los escritores, los artistas y los atletas” y así como los científicos, ingenieros y arquitectos, con una tasa de síndrome metabólico de entre el 8 y el 9 por ciento. Los médicos y los enfermeros registraron una tasa del 12 por ciento.

En la mayoría de los casos, las diferencias asociadas con el trabajo se explicarían por las diferencias en otros factores, como la incidencia de la obesidad y el tabaquismo, como así también el ejercicio y la etnia. La excepción fue la industria del transporte, en la que el trabajo se mantuvo asociado con un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico, aun tras considerar otros factores.

Aunque se desconocen las causas, el equipo de la doctora Evelyn Davila, de la Universidad de Miami, no descarta la incidencia de aspectos como la irregularidad de los horarios laborales, la mala calidad del sueño o el estrés en el trabajo.

Los resultados no prueban que una ocupación aumente o disminuya el riesgo de desarrollar síndrome metabólico. Pero sí sugieren que las personas con ciertos trabajos tendrían que buscar formas de controlar sus factores de riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes.

Eso incluye dieta, ejercicio, dejar de fumar y, si es necesario, tomar medicamentos para controlar la presión y el colesterol. Los resultados sugieren que también existen ciertos ambientes laborales en los que deberían aplicarse programas de promoción de la salud para generar conciencia del síndrome metabólico y de su prevención

Horas extra restan salud

 Paralelamente, un amplio estudio confirma aquello que muchos trabajadores ya saben: trabajar horas de más provoca serios daños cardiovasculares. La investigación, publicada en la revista científica European Heart Journal, que se ha llevado a cabo en Londres ha involucrado a más de 10 mil personas.

Las conclusiones de este trabajo muestran que, a diferencia de quienes no trabajan tiempo de más, los que sobrepasan sus horarios laborales en tres o más horas, es decir, que superan su jornada laboral de siete horas, tienen hasta un 60 por ciento más de riesgo de sufrir un infarto o una angina de pecho. Además de ver incrementadas las posibilidades de otros problemas cardiovasculares.

Mariana Virtanen, la autora de este trabajo y epidemióloga del Instituto Finlandés de Salud Laboral en Helsinki y de la Universidad de Londres sostiene que “esta asociación es independiente de una serie de factores de riesgo también analizados, tales como fumar, padecer sobrepeso o tener alto el colesterol”. El estudio Whitehall III comenzó hace 25 años con individuos con edades comprendidas entre los 35 y los 55 años y en la actualidad miden los incidentes que les han pasado a lo largo de todo este tiempo a los participantes para poder extraer datos definitivos, como los presentados.

El grupo de científicos valora las diferentes variables con el fin de dar respuesta a esta relación, ya que, por ejemplo, hacer horas extras en el trabajo se asocia con patrones de conducta de personas que   tienden a ser agresivas, competitivas, estar tensas, con una angustia psicológica que se manifiesta en situaciones de depresión y ansiedad, y posiblemente que no duermen lo suficiente ni descansan lo que debieran antes de acostarse.

Otras posibles explicaciones son que la presión arterial elevada está relacionada con el estrés en el trabajo, si bien se oculta “porque no necesariamente aparecen durante las revisiones médicas”, explica esta experta. 

Es por ello por lo cual los empleados que hacen más horas extra tienen más probabilidades de trabajar incluso estando enfermos, ignorando sus síntomas y resistiéndose a buscar ayuda médica. Además, también puede asociarse a personas con trabajos con libertad  de horario o a la hora de tomar decisiones un menor riesgo de estas patologías coronarias, a pesar incluso de que trabajen más horas de las estipuladas en sus contratos.    

En cualquier caso, los autores reclaman más investigaciones que contrasten o rebatan esta relación ya que, además, la cohorte sólo incluye a funcionarios públicos y, por tanto, “no es generalizable a todas las profesiones”, como los artesanos o trabajadores del sector privado.

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