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Revuelta por repatriaciones

Inmigrantes tunecinos incendiaron colchones en el centro italiano de refugiados en la isla de Lampedusa obligando al gobierno de Roma a cesar con la devolución de refugiados a la nación del.

Un grupo de inmigrantes inició ayer una revuelta en el centro de refugiados de la isla italiana de Lampedusa tras conocerse la noticia de que los desplazados, supuestamente llevados a otras partes de Italia, fueron en realidad repatriados a Túnez.

Las autoridades italianas trasladaron a 30 tunecinos a su país, en un segundo vuelo de repatriaciones llevado a cabo por el gobierno de Silvio Berlusconi, según informó la agencia de noticias Europa Press.

Tras las primeras repatriaciones, los devueltos a Túnez llamaron a sus compatriotas que se encontraban todavía en Lampedusa y les informaron que no habían sido trasladados a otras localidades italianas sino que habían sido repatriados a su país.

En respuesta a la noticia, los 1.300 desplazados del norte de África que todavía están en el centro de refugiados, incendiaron varios colchones, por lo cual el ministerio italiano del Interior cambió sus planes y los refugiados serán trasladados a otros centros ubicados en varias provincias de la península.

Los inmigrantes clandestinos que llegaron a las costas italianas antes del 5 de abril no podrán obtener el permiso de residencia temporal, lo que provocó que inmigrantes norafricanos protagonizaran nuevas protestas en otros centros de refugiados de Italia.

El ministro del Interior, Roberto Maroni, anunció la semana pasada que Italia entregará permisos temporales a los inmigrantes que lo requieran para viajar por el territorio del Tratado Shengen, una medida que la Unión Europea rechazó el lunes pasado en Luxemburgo.

José Manuel Durao Barroso, presidente del ejecutivo colegiado de la Unión Europea (UE) dijo ayer que el problema de la inmigración “debe ser visto como un desafío común, una responsabilidad compartida”, tanto por los países europeos como por las naciones de las que provienen los inmigrantes ilegales.

Al término de un encuentro en Túnez con el premier tunecino, Beji Caied Essebsi, Durao Barroso dijo que la UE auspicia de parte de su país “una acción fuerte y clara que marque la aceptación de la repatriación de sus propios ciudadanos que se encuentran en Europa de manera irregular”.

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