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Polarizado balotaje en elecciones de Perú

Ollanta Humala quedó a la cabeza, pero no le alcanzó para ganar en primera vuelta.

Nunca antes unos comicios peruanos habían estado tan polarizados como ahora. El próximo presidente será elegido entre dos personajes ideológicamente opuestos: el nacionalista Ollanta Humala y la conservadora Keiko Fujimori. Este escenario había sido advertido por el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien antes de la convocatoria del domingo pasado había afirmado que eventuales gobiernos de cualquiera de estos dos candidatos sería “una catástrofe”.

Y aunque el escritor “tocó madera”, su temor ahora es real. De acuerdo con las últimas cifras difundidas por el Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) Humala lidera el conteo con cerca del 30 por ciento de los votos y lo sigue Fujimori con el 23 por ciento, aproximadamente. Más atrás quedaron los preferidos por la clase empresarial: Pedro Pablo Kuczynski con alrededor del 20 por ciento y muy atrás el ex presidente Alejandro Toledo (hace menos de dos semanas favorito de la contienda), con el 15 por ciento. 

“Gran parte del electorado está ahora en una encrucijada debido a que en el balotaje de junio deberán elegir entre dos posturas radicales. No tienen que ver tanto con su idea sobre el manejo de la economía, sino sobre el currículum que tienen sobre sus espaldas”, afirmó el politólogo Mario del Castillo al El Ciudadano. “Según los últimos sondeos, ambos cuentan con una desaprobación que ronda el 50 por ciento. Es decir que casi la mitad de los votantes se estará preguntando cuál será su decisión ahora”, agregó Del Castillo.

Los perfiles de ambos candidatos están empañados por su pasado. Humala saltó a las primeras planas en 2000, año en el que lideró un levantamiento contra Alberto Fujimori en la ciudad de Locumba. Poco antes había combatido contra la guerrilla de Sendero Luminoso, época en la que se lo acusa de la desaparición forzada de dos personas. Por la primera causa recibió una amnistía del Congreso y la segunda fue archivada por el Poder Judicial.

Finalmente llegó a las masas en 2005 cuando quedó segundo en las elecciones presidenciales detrás de Alán García. Entonces los analistas consideraron que su derrota había tenido su origen en su tendencia populista y su leal amistad con el venezolano Hugo Chávez. Aunque en ese momento la tendencia en la región había sido la victoria de los candidatos de izquierda como Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, ese avance culminó en Perú.

Hoy el ex comandante asegura haber dejado atrás su modelo “antisistema” y que su referente a seguir es del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. “Fue bastante inteligente en ese sentido porque el cambio de su discurso fue paulatino. No perdió a su electorado más fiel y ganó confianza entre sectores moderados, incluso hay empresarios que afirman no tenerle miedo a Ollanta”, afirmó Del Castillo.

Por su parte, Keiko Fujimori carga con el legado de su padre, condenado a 25 años de prisión por las violaciones a los derechos humanos. Si bien todavía hay quienes respaldan el accionar “contrarrevolucionario” de su progenitor, una parte del electorado ya le cerró la puerta definitivamente. “A diferencia de Humala, ella padece una historia más trágica y dolorosa. Aunque modere su discurso, una parte del electorado nunca la avalará”, afirmó Del Castillo. “Fue un presidente que hizo lo que quiso, todavía muchos recuerdan cuando renunció vía fax desde Japón”, agregó.

Otra de las ventajas con que cuenta Humala es el escepticismo de la población en torno a los candidatos de los partidos tradicionales. “Gana Perú sale de ese encuadre, muchos podrían respaldarlo sólo por el echo de que no lo identifican con ningún otro mandatario”, afirmó el politólogo. “Si cuenta con la cautela del sector financiero, que quieren a un presidente que le siga dando vueltas al milagro peruano. En ese punto Keiko lleva la delantera”, agregó.

No obstante, quien finalmente decidirá estos comicios serán Kuczynski y Toledo, quienes deberán decidir si liberan a su electorado o manifiestan su preferencia. Por lo pronto, el ex mandatario ya le hacía guiños a Humala. Pero aún restan dos meses antes del balotaje, lo suficiente para revertir todas las tendencias.

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