A medida de que pasan los días y crece el río Paraná, la preocupación aumenta en la capital provincial. Y las estadísticas confirman que los motivos sobran: desde diciembre y hasta ayer –75 días– la lluvia caída en la ciudad de Santa Fe superó en casi 200 milímetros el registro histórico de la década, un decenio en el que se registraron dos inundaciones: una por el desborde del río Salado (2003) y otra por las intensas lluvias (2007), que dejaron en evidencia el pobre sistema de bombeo con que contaba la ciudad. En tanto, el nivel del río sigue creciendo en Rosario, y ayer se ubicó en 5,49 metros (ver aparte).
Según difundió ayer la Municipalidad de Santa Fe, desde principios de diciembre el promedio de lluvias en la capital fue de 574 milímetros, mientras que la media durante el mismo período, de los últimos diez años, fue de 377. La preocupación crece porque, para lo que queda de febrero, marzo y abril, se pronostican precipitaciones que también superarían el promedio histórico.
En los distintos distritos de la capital provincial se registró que las lluvias de los últimos dos meses y medio superaron en 196 milímetros el promedio histórico de la última década durante los mismos meses. La media, durante esos 75 días en los últimos diez años, fue de 377,64 milímetros, mientras que en esta ocasión llegó a 573,7 milímetros.
Sólo durante la primera quincena de febrero cayeron 52 milímetros más que en el registro histórico de los últimos diez años. Hasta ayer se habían registrado 180 milímetros. Mucho, si se tiene en cuenta que el promedio del mes de febrero completo durante la última década fue de 128 milímetros. Las precipitaciones de diciembre de 2009 estuvieron cerca de duplicar el promedio histórico: se registró un promedio de 276,7 milímetros, mientras que el registro histórico de ese mes es de 141,2. En enero de 2010, el agua caída también superó el promedio histórico: el promedio de lluvia fue de 117 milímetros, mientras que la media de enero durante la última década fue de 108,44.
El director de Gestión de Riesgos de la Municipalidad, Eduardo Madariaga, señaló que en virtud de haber equipado a la ciudad con la tecnología apropiada se pueden anticipar los fenómenos naturales: “Desde el inicio de la actual gestión se trabajó en instalar una red de pluviómetros propia para poder tener un conocimiento cabal y en tiempo real de cómo se comporta la lluvia dentro de la ciudad. Como se ve en los últimos años, la lluvia cae en forma dispersa con distintas intensidades y distintos volúmenes”.
Madariaga agregó: “La tecnología que adquirimos nos permite monitorear qué cuenca está recibiendo más aporte del agua, cómo se comporta el sistema e inclusive podemos direccionar los reclamos que recibimos y verificar dónde se establecen las mayores demandas o interferencias en los desagües”.
Según el funcionario, los especialistas en climatología vienen coincidiendo en que durante el verano y parte del otoño el fenómeno conocido como El Niño no dará respiro. Se registrarán más lluvias de lo normal en la alta cuenca del Plata. Ya desde mediados de la primavera de 2009 se están registrando crecidas en río Uruguay y, sobre todo, en el Paraná, que mantienen en vilo a la región, a tal punto que la semana pasada el municipio decidió evacuar a las familias asentadas en la zona más vulnerable de Colastiné, en la capital santafesina.
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