A pocas horas del miércoles 5, fecha en la que debería comenzar el ciclo lectivo 2014 en las escuelas de la provincia de Santa Fe, aún es incierto el regreso a las aulas. Y la incertidumbre se mantendrá hasta mañana a la tarde.
Es que los docentes de escuelas públicas y privadas de la provincia acordaron los incrementos salariales de 2014 y están listos para iniciar las clases pasado mañana, pero a condición de que la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) no lleve adelante el paro de 48 horas anunciado para los días miércoles 5 y jueves 6 de marzo.
Esa medida de fuerza a nivel nacional estaba supeditada al encuentro que hoy al mediodía iban a sostener representantes de la Ctera y funcionarios del gobierno nacional encabezados por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y el titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada.
Pero esa reunión, en el marco de la paritaria de los docentes nacionales –que se toma como referencia para las negociaciones en las distintas provincias y en la Ciudad de Buenos Aires–, se postergó para mañana a las 18, y los resultados de la misma se conocerán por la noche, es decir pocas horas antes de lo que debería ser el comienzo del ciclo lectivo.
El secretario de la seccional Rosario del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Martín Lucero, le explicó al diario digital Rosario3.com que su gremio asistirá a la reunión en Capital Federal. “La postura de Sadop es definir después de la reunión. Vamos a aplicar en Rosario lo que decida Sadop a nivel nacional”, señaló Lucero.
“Definir el martes a la noche no es lo más cómodo, pero es algo que nos excede. Y si la propuesta sigue incluyendo el presentismo, no hay posibilidad de que haya un arreglo. Eso no tiene discusión”, agregó. Y definió: “Las cuestiones porcentuales se pueden discutir, el presentismo no”.
La posición de la Ctera
A su turno, los docentes nucleados en la Ctera expresaron su rechazo a la determinación del gobierno de Cristina Kirchner de atrasar el encuentro y afirmaron que fue una decisión unilateral.
La confederación emitió un comunicado en el que aseguran que “no existe razón alguna que amerite la postergación, más aún teniendo en cuenta que el lunes es feriado igual que el martes, no existiendo razones de agenda que lo dificulten o lo impidan”.
Asimismo, señalaron que “existen razones de sumo interés público –el comienzo de ciclo lectivo el día 5–, que obligan a las partes a actuar con estricta celeridad”.
Desde la Ctera calificaron como “un acto de irresponsabilidad por parte del gobierno” la postergación” y reiteraron, en un documento firmado por la secretaria general, Estella Maldonado, y el secretario de Prensa, Alejandro Demichelis, que “de no existir una propuesta superadora que permita recuperar el poder adquisitivo del salario” quedará efectivo el paro nacional de 48 horas para los días miércoles 5 y jueves 6 de marzo.
Balagué pide y advierte
La ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, les pidió el viernes último a los docentes iniciar las clases el 5 de marzo –tal como se había acordado en la mesa paritaria– más allá de la decisión que tome la Ctera nacional. Además, la funcionaria dijo estar “muy contenta” por la respuesta positiva de los cuatro gremios –Amsafé, Sadop, UDA y Amet– a la propuesta salarial del gobierno de Antonio Bonfatti.
Si bien los docentes santafesinos aceptaron en la última se-mana la oferta oficial –un 30 por ciento de aumento desdoblado en marzo y julio y una suma fija de entre 1.500 y 2.800 pesos según la categoría–, el inicio del ciclo lectivo quedó sujeto a lo que mañana resuelva Ctera en la paritaria nacional.
La ministra Balagué consideró que los gremios santafesinos adheridos a la Ctera podrían sumarse a las eventuales medidas de fuerza de la central gremial nacional “con otro tipo de medidas que no sea un paro de actividades que perjudique el inicio escolar”.
En ese sentido, dijo estar bregando para que los maestros “tomen otro camino” y dejó flotando en el aire la posibilidad de aplicar sanciones ante una huelga, por ejemplo descontar los días no trabajados.
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