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Muerte de un adolescente

Quedó preso por crimen de joven en Puerto General San Martín

Le imputaron homicidio doblemente agravado por un hecho ocurrido este domingo en la localidad del cordón industrial.


Un joven de 18 años fue imputado por el crimen de un adolescente que en la madrugada de este domingo recibió un disparo en la localidad de Puerto General San Martín. Al sospechoso, que fue detenido en el hospital local luego de recibir una golpiza por parte de allegados a la víctima, le atribuyeron la muerte de Roque Capustrini. Ayer fue imputado del delito de homicidio doblemente agravado por el uso de arma y la participación de un menor. Durante su descargo, el acusado se declaró inocente y sostuvo que sólo intercedió para evitar una disputa entre la víctima y el menor. Por su parte, el juez Gonzalo López Quintana dictó la prisión preventiva en su contra, sin plazo.

Roque Capustrini, de 17 años, fue baleado en el tórax la madrugada del 4 de enero en inmediaciones de Falucho y el arroyo San Lorenzo, de la localidad de Puerto General San Martín. Por el hecho fue acusado un joven de 18 años identificado como Luciano Miguel Ángel G., quien ayer fue acusado formalmente en una audiencia imputativa. El fiscal Juan Lucente se basó en el testimonio de tres personas que estuvieron con la víctima momentos antes del crimen. Según su relato, Capustrini estuvo con ellos bebiendo y escuchando música hasta las 2.30, cuando se retiró. Detrás de la víctima, pasaron caminando el acusado y un menor apodado Cabaña, ambos con machetes, y enseguida se escucharon gritos. Al salir, los testigos observaron a la víctima tendida en el piso con una herida de arma de fuego en el tórax y al sospechoso corriendo junto al menor al grito de “ya le dimos a este gil, ahora les toca a ustedes”, refirió el fiscal en la audiencia.

A su turno, el imputado sostuvo su inocencia y afirmó que venía caminando cuando presenció una discusión entre Cabaña y un tal Beto, a quien vinculó con el grupo de testigos que lo sindican. El joven sostuvo que observó cómo Beto le sacó un revolver a Cabaña e intercedió para separarlos. “Le dije a Cabaña que se fuera y a Beto que lo llamaba la madre, y me fui”, refirió. Por su parte, la defensora oficial María Trinidad Chiabrera sostuvo que la víctima vivió algunos días en la casa de los testigos, que habían estado tomando alcohol desde horas tempranas y que ninguno de ellos vio a Luciano G. con un arma.

Concluida la audiencia, el juez Gonzalo López Quintana dispuso la prisión preventiva sin plazo del acusado al entender que existe peligrosidad procesal ya que el joven y la víctima se conocían.

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