Ciudad

Para mirar al Charrúa

Proyecto para que el Trinche Carlovich tenga su estatua en el estadio Gabino Sosa

Se donará al Club Atlético Central Córdoba para su emplazamiento en el sitio exacto donde el Trinche observaba los partidos del Charrúa


El diputado Rubén Giustiniani presentó un proyecto de Resolución que será aprobado la próxima semana en la Legislatura Provincial el cual insta a realizar una estatua del legendario jugador de fútbol Tomás Felipe “Trinche” Carlovich.

Se donará dicha estatua al Club Atlético Central Córdoba para su emplazamiento en el estadio “Gabino Sosa” de la ciudad de Rosario, en el sitial exacto donde el Trinche observaba los partidos del “Charrúa”. Cabe destacar, que al mismo tiempo se realizará una campaña de donación de llaves de bronce para financiar la obra que además contará con el apoyo de la Legislatura. La iniciativa cuenta con el apoyo y aprobación de las Comisión Directiva del Club y familiares del Trinche.

Giustiniani destacó que “el “Trinche” Carlovich fue más que un jugador de fútbol, fue un emblema rosarino que trascendió los colores del club que eligió para desplegar su talento”. Nació en la ciudad de Rosario el 19 de abril de 1946. En el año 1972, luego de pasar por algunos clubes, se sumó al club en el que dejaría su huella imborrable: Central Córdoba. “Para mí, jugar en Central Córdoba fue como jugar en el Real Madrid”, dijo. Por la falta de registros fílmicos, fue el relato oral, el boca en boca y la memoria del pueblo rosarino lo que dio contenido y emoción a sus increíbles hazañas deportivas, como el “doble caño”. Además de la inigualable habilidad que demostró en la cancha, el Trinche trascendió también por su personalidad, su amor al juego por el juego en sí mismo: “Uno nació así, en un barrio, con la diversión todo el tiempo con una pelota, empezando por la de goma (la famosa Pulpo, la marrón con rayitas), y siempre jugando entre amigos”.

Giustiniani insistió en que “estamos frente a un caso particular, un gran jugador que trasciende desde el ascenso y que decidió no renunciar a su vida y a su forma de ser. Sus ambiciones con el fútbol eran jugar, disfrutarlo y compartirlo”. Cuando le preguntaron por qué no llegó al “fútbol grande”, él respondió con simpleza y claridad: “no entiendo lo que es llegar”. “Yo jugaba descalzo, en el barro, igual con mis amigos que con 20 mil personas. Jugar era mi pasión, mi locura”, explicó en una entrevista.

Entre tantas anécdotas alrededor de su figura, se destaca lo sucedido en el año 1974 cuando la Selección Argentina decidió jugar un partido amistoso con jugadores de distintos clubes rosarinos. Todo el plantel se repartió entre Rosario Central y Newell’s Old Boys, salvo uno: el Trinche Carlovich, de Central Córdoba. Tal fue el desempeño del Trinche en ese partido que, luego de un primer tiempo en el que el equipo local aventajaba a la selección por tres goles, el entrenador nacional le pidió a sus pares rosarinos que sacara a Carlovich. El histórico partido concluyó 3-1

El “Trinche” Carlovich murió trágicamente el pasado 8 de mayo, luego de que una persona le sustrajera su bicicleta en la zona oeste de la ciudad de Rosario. Sufrió un golpe en la cabeza que le quitó la vida días después. Tenía 74 años.

El legislador de Igualdad sostuvo: “Consideramos oportuno por parte de esta Legislatura realizar un reconocimiento a quien fuera uno de los mejores jugadores del país, pero también una personalidad que integra la cultura deportiva rosarina. Proponemos emplazar una estatua de Carlovich en el sitial que estaba acostumbrado a compartir con amigos del Estadio “Gabino Sosa”, en el mismo lugar desde donde él disfrutaba el deporte, ese mismo lugar que representa el fútbol tal como él lo vivió, como él lo entendió. Un lugar que merece”.

La iniciativa presentada por Giustiniani tiene el apoyo plural de los diversos bloques partidarios de la Legislatura y es firmado por la diputada Agustina Donnet, el Presidente de la Cámara Miguel Lifschitz, los diputados Carlos Del Frade, Luis Rubeo, Joaquín Blanco, Fabian Palo Oliver, Nicolás Mayoraz, Juan Cruz Cándido y la diputada Amalia Granata.

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