Un proyecto en el campo de la salud que propone crear la figura del agente sanitario especializado para que se dedique con exclusividad a las comunidades aborígenes asentadas en la ciudad se plantea como un paso más en la integración de los pueblos originarios.
La iniciativa pertenece a la concejala Lorena Giménez, del PPS, y aunque tiene reparos en los representantes del PRO en el Palacio Vasallo ya tuvo entrada en varias comisiones, una de las cuales, la de Derechos Humanos, la considerará en los próximos días para darle curso.
Lo que se busca es contar con personas capacitadas en salud que atiendan a integrantes de las comunidades que habitan la ciudad no sólo a través de su mismo idioma, sino también integrando a la medicina costumbres propias como las prácticas chamánicas.
Giménez explicó a El Ciudadano que el proyecto “responde a un pedido que lleva años de parte de representantes de las 23 mil personas de las distintas comunidades aborígenes que habitan la ciudad”.
La iniciativa procura que en los centros de salud existan agentes sanitarios capacitados para atender a los miembros de estas comunidades hablando sus propias lenguas y conociendo la medicina aborigen, además de la que usualmente se brinda a cualquier otro paciente.
“(Leonardo) Caruana –secretario de Salud municipal– me confirmó que hay un solo agente habilitado en toda la provincia, y es hombre. Nosotros estamos trabajando por las 23 mil personas que habitan todo Rosario y necesitamos que haya también agentes femeninas, porque las mujeres aborígenes no se quieren dejar atender por un hombre. No queremos imaginar cómo será la situación en el resto de la provincia si el único agente con estas características que existe lo tenemos en Rosario y para que ingrese alguien más debe esperar una jubilación en el sistema. No contamos con ese tiempo”, advirtió la edila.
Respecto de la población aborigen, Giménez aclaró que 23 mil es una cifra “aproximada”. “No hay un censo definitivo, pero la estimación es muy cercana a ese número. De hecho, el concejo aborigen que se formó hace muy poco está trabajando en un censo propio para poder saber con exactitud la cuota de población originaria que tenemos en la ciudad”.
En lista de espera
Para la selección del agente hoy en funciones hubo dos mujeres que participaron del examen y una de ellas es la que obtuvo mejor puntaje, pero quedó relegada por no haber completado la escolaridad primaria adjudicándose el cargo al segundo en orden de mérito. La mujer quedó en lista de espera.
La experiencia, sin embargo, permitió conocer que hay por lo menos dos mujeres capacitadas para desempeñarse en esta tarea.
“Con la población que tenemos deberíamos contar con dieciocho agentes. Ya tendríamos tres disponibles, y hay muchas personas, sobre todo jóvenes, que dentro de su comunidad han sido capacitadas en el ámbito de la salud para cuidar a los suyos. Ellos podrían completar el cupo”, remarcó la autora del proyecto.
En las recorridas que realizó por los barrios aborígenes y en las charlas que tuvo con sus referentes, Giménez supo de la cantidad de mujeres adultas que tienen enfermedades crónicas o de tipo oncológicas como cáncer de cuello uterino, y que por esa razón muchas jóvenes se han capacitado para ayudarlas en un tratamiento dentro de las tradiciones chamanísticas y también para difundir un mensaje preventivo entre sus paisanas.
“Con tremenda capacitación, bien pueden estas jóvenes ocupar esos puestos dentro de la salud pública”, señaló la concejala, quien por otra parte remarcó que “el Tigre (por Héctor Cavallero), ya había trabajado en su intendencia con este sistema, que funcionó muy bien durante su gestión, pero las posteriores se encargaron de ir desarmándolo”.
Desde la comisión de Derechos Humanos, María Eugenia Schmuck informó que se hará “lo posible” por tener una reunión con los representantes aborígenes esta semana para poder conocer sus aspiraciones, e iniciativas paralelas a las que Giménez busca impulsar con su proyecto.
“De no ser en estos días, esperaremos a después del receso invernal para volver a tratar el tema, pero nos interesa poder aprobarlo. Sería un gran paso en la integración social de nuestra ciudad”, dijo Schmuck.
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