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Problemas con el agua en una escuela del barrio Cristalería

El establecimiento no pudo dictar clases ayer por la mañana por falta de suministro debido a cortes de energía.


Directivos de una escuela primaria en barrio Cristalería denunciaron que cada vez que se corta la electricidad en la zona tienen problemas con el suministro de agua, lo que se debe a que esa parte de la ciudad, junto con el barrio Zona Cero, es provista desde un planta de potabilización por ósmosis inversa instalada a mediados de 2013 que deja de funcionar cuando no recibe energía, lo mismo que la bomba que eleva el agua a los tanques del colegio.

Ayer los 700 alumnos del turno mañana no pudieron recibir clases porque no había agua en el comedor y los baños del establecimiento, por lo que las autoridades de la escuela pidieron a Aguas Santafesinas y al Ministerio de Educación que al menos destinen una cuba para suplir la carencia y permitir el desarrollo normal de la actividad educativa.

Por la tarde el servicio se normalizó pero docentes del establecimiento insistieron que hay problemas con la calidad del agua que se les suministra.

Malestar

En Razzori 3500, uno de los pasajes del barrio Cristalería, funciona la escuela Nº 1226 Gesta de Mayo a la que asisten alrededor de 700 alumnos de la zona.

Según contaron los directivos a El Ciudadano, hace meses que tienen problemas con el suministro de agua potable, lo que ayer derivó en la suspensión de clases. El agua faltaba en el comedor y en los baños porque la electricidad se cortó en la cuadra y la bomba que debe impulsar el agua desde la cisterna a los tanques no tenía alimentación.

“Lamentablemente es un problema frecuente. Ya sea porque no tenemos luz en la cuadra o porque se cortó la luz en la planta de ósmosis inversa que debe alimentar a la zona. El resultado es el mismo: no hay agua”, explicó Silvia en el lugar.

“Estamos cansados de los operadores telefónicos de Aguas (por la empresa proveedora) que no nos dan respuesta. Al menos deberían mandar una cuba cada vez que se corta la luz en la planta. Todo el barrio se queda seco”, agregó la docente.

El malestar de la comunidad del colegio Gesta de Mayo fue trasmitido días atrás a los representantes de infraestructura del Ministerio de Educación provincial que prometieron actuar.

Gusto y calidad

“Cuando hay agua, no es potable. Tengo estudios que certifican los niveles no aptos para consumo por cantidad de mercurio y arsénico”, apuntó Silvia y reflotó una antigua
discusión sobre el servicio de Assa en ese sector de la ciudad.

Otros barrios cercanos, como el Zona Cero, también sumaron quejas ante distintas organizaciones de usuarios, lo que motivó al Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac) a pedir informes al Enress –ente que debe controlar a Assa– sobre el estado del agua.

La iniciativa surgió de supuestos problemas de salud y mal olor del agua en esa zona pero Oscar Pintos, presidente del Enress, explicó a este medio que los estudios realizados al agua no arrojaron resultados preocupantes.

Sobre el olor y gusto del agua, tanto Pintos como el vocero de Assa, Guillermo Lanfranco, coincidieron que a diferencia del resto de la ciudad, esa zona recibe agua de la planta de ósmosis inversa. La misma se nutre de agua de napas, no del río Paraná como en el resto de la ciudad, de ahí su gusto particular.

Ambos funcionarios aseguraron que la calidad del agua es apta para el consumo. Además, indicaron que a fin de año, cuando comience a funcionar el acueducto Gran Rosario, el barrio se conectará a la red de agua proveniente del río.

Queja también por las cloacas

Otra denuncia relativa a los servicios que presta Aguas Santafesinas surgió de los vecinos de la urbanización Zona Cero, en este caso referida a la red cloacal. En Polledo al 3900 los vecinos denunciaron que desde mitad de octubre del año pasado una boca de inspección está abierta. Perla, vecina de la zona, indicó que el olor es insoportable y las aguas servidas generan problemas de salud en los chicos.

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