Central Córdoba no tiene mucho margen para equivocarse. Sabe que un tropezón más haría tambalear aún más su permanencia en la primera B Matropolitana. Hoy el Charrúa juega una verdadera final. Desde las 15.30 visita a Tristán Suárez, rival directo en los promedios, con la premisa de un triunfo para poder acortar distancia con los demás. El arbitraje será de Carlos Stocklas.
Ricardo Palma repetirá el mismo equipo que viene de empatar en el Gabino Sosa con Deportivo Morón en una clara señal de confianza para un grupo que viene de capa caída.
Pero la misión será difícil de donde se lo mire. Juega de visitante ante un conjunto que llega agrandado por la gran victoria de la fecha pasada ante Atlanta, el líder de la divisional y que tiene ciertos privilegios en la categoría.
El Charrúa no tiene otra opción que traerse los tres puntos de Ezeiza para no entrar en terapia intensiva y volver a ser un equipo de la primera C en poco tiempo.
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