Los cinco convictos detenidos el martes pasado tras una persecución en zona sur fueron sometidos ayer a una audiencia imputativa en la que, a dos de ellos, los acusaron por homicidio criminis causa en el caso del asesinato del comerciante baigorriense Edgardo Giménez, ultimado al resistir el asalto a su local el 30 de octubre pasado. Al trío restante le endilgaron tenencia de arma y resistencia de la autoridad, entre otros delitos surgidos al momento de la detención. Al término de la audiencia, el juez Juan Carlos Curto les dictó prisión preventiva sin plazo.
El quinteto fue detenido con cuatro armas en su poder en el mediodía del martes pasado, tras una persecución policial sobre un Peugeot 408 que comenzó en Villa Gobernador Gálvez y terminó en San Martín al 5500. Según la acusación fiscal, Néstor R., de 44 años y apodado Gordo Cumbia, y Joaquín P., de 29, estuvieron presentes en el asalto fatal ocurrido en Baigorria. De acuerdo con el fiscal de Homicidios Dolosos Pablo Pinto, en el mediodía del 30 de octubre pasado ambos llegaron junto con Sebastián Alba, de 29, y un cuarto asaltante, a La Casa de las Porcelanas, en San Lorenzo al 400 de Baigorria, donde estaba el hijo del propietario, Edgardo Giménez, de 34 años.
Según la acusación, llegaron en un Nissan Tiida robado en Villa Constitución en septiembre pasado (que tenía las chapas de otro del mismo modelo sustraídas en Rosario) que dejaron abandonado en el lugar, y en el 408 en que fueron detenidos el martes pasado, el que le habían robado a punta de pistola a un supermercadista chino en el Parque de la Independencia, también en septiembre. Ya en el lugar, redujeron al comerciante, y se hicieron con dos mil pesos de la caja chica, tres mil pesos de un portadocumentos y algo más de dinero que encontraron en otro lugar del negocio, además de documentación de un Peugeot 207 y un carné de conducir. Antes de escapar, intercambiaron disparos con Giménez, quien recibió dos tiros que horas después le causaron la muerte. A la vez, el comerciante le metió tres disparos a Alba, quien quedó tirado en la regalería y falleció un día después.
Por este caso, el fiscal pidió que se acusara a Joaquín P. y Néstor R. por homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito, en este caso el robo), además de robo calificado, aplicación indebida de marca y contraseña (por la chapa adulterada del Nissan). En tanto, solicitó para los otros tres detenidos, Germán O., de 21, Daniel P., de 24 años, Carlos D., de 28, la aplicación de la figura de colaboración para evadir la ley (por las armas con que fueron detenidos) y encubrimiento agravado de homicidio.
Según el fiscal, la autoría de Joaquín P. y Néstor R. está basada en pruebas como los contactos del celular de Alba y los dichos de este último antes de morir. También dijo el nombre de una cuarta persona con su mismo apellido.
A su turno, la fiscal de Flagrancia Andrea Vega pidió para Joaquín P., Néstor R. y Carlos D. encubrimiento, resistencia a la autoridad, aplicación indebida de marca y contraseña (por dos pares de chapas patentes halladas en el 408) y tenencia ilegal de arma de uso civil condicional, mientras que para los otros dos, Daniel P. y Germán O., las mismas figuras con la sola variante de tenencia de arma de guerra.
Luego de que las defensas hicieran su descargo, el juez Juan Carlos Curto definió prisión preventiva para los cinco detenidos sin plazo.
Prontuarios y condenas
El caso de Sebastián Alba, muerto en el tiroteo con Giménez, causó controversia ya que el 23 de octubre de 2013 el Juzgado de Sentencia 5ª lo había condenado a 7 años de prisión por robo calificado, fallo que fue apelado a la Cámara Penal, tras lo cual la sala I rebajó la condena a 4 años el 17 de junio de 2014. Entretanto, en un acuerdo abreviado, se fijó una pena a 7 años y medio con salidas laborales a un lavadero por un robo ocurrido en Carcarañá en 2013. Voceros judiciales dijeron que el abreviado es posterior a la confirmación de Cámara de la sentencia anterior, lo que no fue tenido en cuenta por el juzgado que homologó el acuerdo entre partes. Ahora se intenta verificar cuáles son las fechas ciertas para deslindar responsabilidades entre los diversos funcionarios judiciales intervinientes. Las mismas fuentes sostienen que Alba salía a trabajar desde su lugar de detención en el departamento San Lorenzo hasta que, a mediados de septiembre, no regresó, lo cual no fue informado –según esta versión– a la Fiscalía ni por el Juzgado de Ejecución, ni por la UR XVII, ni por el fiador, ni por el Juzgado de Sentencia. Alba no tenía pedido de captura.
En tanto, los cinco detenidos el martes pasado estaban prófugos de la Justicia. Néstor R., el Gordo Cumbia, fue condenado a cinco años de cárcel por el robo a un súper chino en 2008 (era su tercera condena), pena que no terminó de cumplir ya que se fugó de una institución para rehabilitación de adictos. Joaquín P. había burlado un arresto domiciliario que le habían dado en agosto pasado en el que cumplía una sentencia a 3 años por una salidera sucedida en mayo en San Lorenzo. Germán O. salió con permiso desde su lugar de detención en junio pasado, donde cumplía condena por robo a cinco años y medio, y no regresó. Carlos D. no volvió a Coronda en junio, donde cumplía su segunda condena (a dos años y 10 meses), mientras que en situación parecida estaba Daniel P., evadido de Coronda en enero de este año: cumplía una segunda condena.
Más intimidaciones
Un joven de 21 años fue detenido ayer por la mañana por la Policía y luego liberado en el marco de la saga de intimidaciones que sufre la familia Giménez a partir de su pedido de justicia. Lo apresaron en la zona de Córdoba y Perú y le incautaron un Volkswagen Vento observado en la zona de Tribunales por allegados a la víctima, donde habían montado una carpa: tanto en este vehículo como en otros dos pasaron desconocidos en reiteradas ocasiones y les tomaron fotos.
La detención se produjo luego de que Gabriela, hermana de Edgardo Giménez, denunciara que anteayer por la tarde le arrebataron en Avellaneda y Rioja la cartera, donde contenía documentos vinculados con la causa por el crimen, y los ladrones le “aconsejaron” que abandonara las denuncias. Según denunció la mujer, tres hombres que iban en moto le rompieron el vidrio, le sacaron la cartera y huyeron, mientras que pudo observar que el mencionado VW Vento actuaba como apoyo. La mujer fue recibida por el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, a quien le reclamó “condenas efectivas” a los autores del crimen de su hermano.
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