Ciudad

Premio a la trayectoria

La locutora Elizabeth Frete será declarada locutora distinguida por el Concejo Municipal por su labor en radio. Su voz recorrió, a lo largo de los años, una gran cantidad de medios.


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Pocos saben cómo es su rostro pero muchos reconocen su voz al instante, sobre todo los amantes del tango. Es que así es la vida de casi todos los locutores quienes, a través de la magia de la radio, hacen que los oyentes imaginen su fisonomía, su color de pelo o su sonrisa sólo con escucharlos. En realidad, no importa demasiado si son diferentes a como los pensaron porque lo que vale es la dulzura y el énfasis que ponen en la tarea cada vez que alguien les permite entrar en sus vidas. Con la carga de ese bagaje propio de la profesión, Elizabeth Frete, a quienes los más amigos le dicen “La Negra”, será declarada “locutora distinguida” de la ciudad en una próxima fecha a definir por el Concejo Municipal.

“¡Tomá pa’ vo’!”, dice sin ocultar su alegría al comienzo de la charla con El ciudadano, al que recibió en uno de sus lugares más queridos: el estudio de la FM Tango, donde trabaja desde hace más de 15 años y que además le dio la posibilidad de conocer y entrevistar a los grandes ídolos de la música nacional y popular, lo que no es poco. “El maestro Horacio Ferrer y su esposa Lulú, Abel Córdoba, Hugo Marcel, Nina Miranda, Guillermo Rico que me habló sobre los Cinco Grandes del Buen Humor, Mariano Mores…”, recuerda, y después de unos segundos vuelve a decir asombrada: “¡Nina Miranda!”, como convenciéndose de algo que sucedió pero que bien pudo haber sido un sueño. Así, con humildad, es como recuerda Elizabeth sus encuentros con la cantante y actriz uruguaya que fue referencial en el cine, el teatro y el tango durante los años ‘40.

Mujer del tango y la radio

La Negra es una mujer de radio y es también una de las presentadoras de tango más reconocidas de la ciudad. Pero fue el factor azar el que jugó un papel decisivo para que se inicie en la profesión. “¿Viste que cuando uno es chico dice «Cuando sea grande voy a ser tal o cual cosa»? En mi caso no fue así”, confiesa, y cuenta que en 1986 se anotó en un curso de coros en la Escuela Vigil porque era maestra de música. “En la entrada había un cartelito al que no le presté atención. Mientras estaba haciendo el curso comenté que tenía problemas para hacerme escuchar en el aula y la inspectora de escuelas me recomendó que estudie locución”, dice. Justamente, ese cartelito que estaba en la pared tenía la información sobre una capacitación en locución que dictaban Quique Pesoa, Angelita Moreno, Susana Tealdi y otros pesos pesados del dial.

“El grupo de aquel curso terminó siendo muy compacto y entonces Quique Pesoa nos ofreció ser la primera promoción de lo que sería la primera escuela de locutores”, recuerda.

Así fue que junto a otros colegas, entre los que estaban Graciela  Enríquez y Fabián Scabuzzo, se recibieron y se ofrecieron en Radio Nacional. “Ahí tuve un espacio para conducir un programa de tangos, todos los días, de 18 a 20. Ese fue el primer programa y andaba muy bien. Después me llamaron de LT2 y LT8 al mismo tiempo y tuve que elegir”, afirma.

Hace unos 20 años fue la voz nocturna de LT3 en el programa de la madrugada. “Iba todos los días, fue un furor”, dice con nostalgia cuando se acuerda de las épocas en que la balada romántica hacía anclaje con fuerza en el imaginario popular, con  cantantes como el Paz Martínez o Valeria Lynch, lo que a su vez promovió una suerte de revalorización de otros intérpretes emblemáticos del género que tuvieron una segunda explosión en los ‘80, como Raphael, Nino Bravo, José Vélez o Julio Iglesias.

Elizabeth también fue una de las primeras voces de FM Latina, estuvo en Radio Río y en todas las AM locales. Hizo reemplazos, grabaciones extras y asegura que en ocasiones llegó a dormir dos horas por día, pero también dice que nunca perdió la voz porque el hecho de ser maestra de música le dio herramientas para “trabajar los resonadores y poder hablar hasta con disfonía”.

También fue la locutora de La Linterna, el programa nocturno que conducía el Pelado Félix Reinoso, “Reinoso con ‘i’ latina”, como solía decía el periodista al comienzo de cada emisión que se transmitía desde los  viejos estudios de LT2, en Dorrego y San Juan.

Hoy la Negra espera con entusiasmo la distinción del Concejo. Se lo comunicó su presidente, Miguel Zamarini, durante un agasajo que el legislativo local dio a los locutores en su día. “Justo ese día, me gustó eso y también que muchos colegas se pusieron contentos pese a que suele haber mucha envidia, al ser una profesión en la que se está muy expuesto”, analiza.

Ahora sólo resta esperar a que desde el Palacio Vasallo pongan fecha y hora para el acto, que promete ser emotivo y cálido, de la misma manera que los es la querida Negra.

De la “primera camada”

“Soy flojo de memoria pero lo que me queda de ella es selectivo. Algunas cuestiones evoco con dulzura, por ejemplo, esa primera camada de locutores rosarinos que ayudamos a formar con Olga Corna, Angelita Moreno y tantos otros que poníamos lo mejor de nuestros saberes a disposición de «los pibes». Elizabeth formaba parte de ese grupo en el que ya despuntaban algunos talentos personales. Creo recordar que ella ya tenía una meta en esta profesión. Esto, sumado a cualidades personales, da por resultado, quizás no la gran fama, pero si un éxito en aquello que uno elige para su vida”. Así recordó Quique Pesoa a Elizabeth Frete.

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