A dos meses de que el gobierno nacional propusiera congelar el precio de 500 productos de consumo masivo, el plan que pergeñó la Secretaría Comercio Interior se cumple a medias en la ciudad. Al final, y todo según la versión “oficial” (ya que las ONG de defensa del consumidor locales plantearon que es difícil saber si todo está realmente en la góndola), sólo cuentan con esa mercadería las 14 sucursales de las firmas nacionales e internacionales que acordaron de movida con la Secretaría de Comercio Interior. El resto, los supermercados y autoservicios de capitales locales, que son el 60 por ciento de las bocas de expendio de la ciudad cuentan, en promedio, con la mitad de esos productos. E incluso, el faltante es casi total en almacenes y comercios chinos.
El acuerdo elaborado por Moreno a finales de mayo incluyó en una primera instancia (entre otras) a las cadenas nacionales e internacionales Coto, Carrefour, Libertad y Jumbo. En total estas firmas cuentan con 14 sucursales en la ciudad y son las únicas que finalmente estarían cumpliendo el congelamiento de los 500 productos “pisados” por el funcionario (ver aparte).
Si bien la idea fue que a lo largo de todo el país se vayan sumando comercios al congelamiento, se avanzó a medias. En la ciudad, la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario (Casar) comenzó a adherir de a poco a la iniciativa en la medida que sus socios fueron pudiendo acceder, en parte, a esos 500 productos seleccionados a partir de acuerdos entablados con proveedores.
Mariano Martín, presidente de Casar, señaló en diálogo con El Ciudadano que desde un primer momento se entablaron reuniones con representantes de firmas como Danone, Mastellone, Quilmes, Paladini y Kraft Foods, que manejan un total de 42 productos regulados en el acuerdo nacional. Tras eso las rondas siguieron con el resto de los proveedores, todo con el fin de buscar la entrega de la mercadería con los precios pactados.
Lo cierto es que a pesar de esos contactos los 500 productos nunca llegaron a las góndolas de los negocios cuyos dueños son empresarios locales.
Verónica Solmi, la vocera de Casar, señaló que, en promedio, en la Cámara manejan una lista de 270 artículos que se consumen en el mercado local, dentro del total que se congeló hasta octubre.
Ese número es un término medio ya que algunos de los negocios de la cámara cuentan con más (hay supermercados que llegan a 380) y otro con menos (pequeños autoservicios de barrio que reciben unos 100).
El dato no es menor. La organización agrupa a 80 supermercados y autoservicios locales, quienes cuentan con 140 bocas de expendio. Es decir, el 60 por ciento del total de los negocios del rubro en Rosario y gran parte de la región y el sur santafesino.
Así, por un lado, están allí comercios de gran volumen de venta, superficie y locales como Micropack, la Cadena Dar, La Reina, Eki, y Arco Iris. Y también un gran número de autoservicios más pequeños con mucha penetración barrial como Bella Vista, Súper Elefante y Lorena (por citar sólo algunos).
Solmi recordó que la mercadería con precio pactado se mantiene con el mismo precio del mes de febrero y que los incrementos que fue autorizando Moreno del 3, 6 y 9 por ciento desde entonces, que incluyeron a los productos congelados, fueron absorbidos en algunos casos por los proveedores, mientras que en otros los costos fueron divididos en partes iguales entre éstos y los supermercadistas de la cámara.
Con todo, la cosa no queda allí. Es que desde el propio Centros de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), una organización de defensa del consumidor local sumamente ligada al kirchnerismo, admitieron que el otro gran actor supemercadista rosarino, La Gallega (quien es socio adherente de Casar, pero no participa de la toma de decisiones de esa cámara y se maneja de forma autónoma en estas cuestiones), también cuenta con unos “200 o 300” productos.
Incluso, Sabino Álvarez, propietario de esa cadena, que cuenta con 15 bocas de expendio, ya había sido muy crítico hace dos meses cuando Moreno lanzó la iniciativa. “Es una medida de corto plazo y como suele suceder en los controles de precios, es probable que lleve al desabastecimiento”, dijo en ese momento.
Los chicos y los chinos
Quienes tampoco habían sido convocados y (para peor) nunca adhirieron institucionalmente a la medida fueron los supermercados chinos. Si bien en la ciudad no tienen la misma penetración que, por ejemplo, Capital Federal (tanto Rosario como la provincia de Santa Fe cuentan con algunas ordenanzas y leyes que les han “impedido” expandirse), esos comercios tampoco cuentan hoy con los productos con valores congelaron por la Nación e, incluso, han sido muy duros con esa iniciativa.
Miguel Ángel Calvete, referente de la Federación de Supermercados chinos, aseguró en diálogo con El Ciudadano que la medida es una “burla” para los ciudadanos. “Si analizamos el listado de 500 productos propuestos por las grandes cadenas de supermercados y las grandes industrias a la Secretaría de Comercio, encontramos que hay 124 categorías. Dentro de ellas, hay solo 38 productos de la canasta elemental básica alimentaria”, planteó el dirigente.
270
Es el número de productos “congelados” que, en promedio, tienen los supermercados y autoservicios locales en sus góndolas. Así, están lejos de los 500 que propone la Secretaría de Comercio Interior.
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