Ciudad

Prefiere cerrar y pagar canon antes que mantenerlo abierto

Por Luciana Sosa. El empresario que explotaba Espacio Once manifiesta no querer continuar con la concesión del lugar.

Frente al río, el gran balcón está a la deriva y, por ahora, se desconoce qué será de su futuro. Allí funcionaba hasta hace poco el restaurante Espacio Once, que ya lleva alrededor de un mes en estado de abandono, y por eso el lugar se convirtió en refugio de personas que buscan cobijarse del frío durante las noches. Los vecinos se quejan de que el local haya quedado tan descuidado, y hay quienes aseguran que personal de una empresa de seguridad monta guardia a partir de las 6 de la tarde. Lo cierto es que el comercio no rindió los frutos esperados para el último locatario, que decidió dar un paso al costado y dar por concluido el contrato con la Municipalidad, propietaria del lugar.

El predio está ubicado en avenida de la Libertad al 200, pleno barrio Martin, sobre una barranca con visto al río. En un recorrido por el lugar se puede apreciar a simple vista que todavía se encuentra intacto el mobiliario de lo que fue Espacio Once. Las sillas están sobre las mesas y, en un rincón, juegos para personas con capacidades reducidas: un tatetí para no videntes, un tobogán y una hamaca para personas en sillas de ruedas.

El balcón desolado muestra las señales típicas del abandono y contrasta con los tiempos dorados del que fue uno de los miradores, en el rubro gastronómico, de mayor convocatoria que ha tenido barrio Martin.

Los cuidacoches de la zona comentaron que por las noches el espacio se convirtió en refugio para los sintecho, quienes suelen buscar refugiarse del frío. Algunos vecinos se quejaron de la inseguridad que representa la presencia de “extraños”, a pesar de que, según informaron a este diario, hay guardias que cuidan el lugar desde las 18 y hasta las primeras horas de la mañana siguiente.

La directora general de Gestión y Control de Concesiones Municipales, Hilda Gontín, explicó a El Ciudadano que la concesión con el último dueño del comercio todavía está vigente, pese a que decidió no continuar adelante con la explotación del negocio. Por eso, se espera que vacíe el local y dé por finalizados ciertos trámites administrativos que quedan pendientes para que la Municipalidad pueda realizar un nuevo llamado a privados interesados en hacerse cargo del lugar.

Sobre la seguridad del predio, la funcionaria señaló que “la guardia está a cargo del actual dueño de la concesión, que es el principal interesado en que sus pertenencias estén protegidas mientras continúe su relación con el municipio”.

Gontín reconoció que el empresario desistió de seguir adelante con Espacio Once porque no le resultaba redituable. “Este empresario presentó un documento en el que aduce que el negocio no reporta las ganancias esperadas, entonces nos comunicó que dejará la concesión en breve, cuando vacíe el lugar. A partir de entonces podremos disponer del lugar y abriremos un llamado para nuevos interesados”, añadió la titular de Concesiones Municipales.

Diego, uno de los cuidacoches de la avenida de la Libertad, le dijo a este diario que “el lugar está cerrado desde hace un mes, pero todavía hay muchos que no lo saben, incluso todos los días vienen algunos proveedores a cobrar, y les decimos que no hay nadie”. Y aportó otro dato que da cuenta de lo intempestiva que fue la decisión del empresario para no seguir adelante con el emprendimiento: “Esta semana vino el sodero con una factura de 2.500 pesos, pero se pegó la vuelta porque esto está todo cerrado”.

A su vez, Sebastián, que también se gana la vida cuidando autos en la zona, agregó que mientras tenía las puertas abiertas al local “no iba mucha gente, nada que ver con lo que se veía antes”.

“Es una lástima que esta zona tenga tan poco movimiento, es muy linda y se está desaprovechando. Hubo épocas en las que la gente iba y venía todo el día, el que se tomaba un cafecito, el que almorzaba y el que cenaba, claro que a nosotros nos iba mejor con la clientela del restaurante; ahora lavamos los autos de los vecinos y nada más”, señaló Sebastián.

Sobre el futuro del local, Gontín aclaró que si bien se estudiará el rubro al que pertenezca la nueva firma, una vez que se reciban los postulantes a la una nueva concesión, “por la historia de la zona, es probable que se siga dentro del ámbito gastronómico”.

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