José Odisio
La estabilidad defensiva fue un problema para Newell’s tras la lesión de Ramiro Macagno, pero con la llegada de Lautaro Morales se vio una mejoría y la Lepra volvió a tener la valla en cero. Pero la racha de siete partidos sin triunfos es un problema a resolver y no pasa solamente por la solidez atrás, el otro déficit del equipo es la falta de gol, un punto que preocupa a Javier Sanguinetti.
Los números son contundentes, en los últimos cinco partidos la Lepra apenas anotó un gol. Fue en la derrota 2-1 frente a Defensa y Justicia, un gol que llegó en tiempo de descuento con Juan Garro empujando la pelota desde el piso dentro del área chica.
Newell’s lleva 10 goles en doce partidos. Demasiado pocos para mantenerse en la lucha de arriba. Hubo una excepción, el 4-2 frente a Aldosivi por Copa Argentina, aunque las facilidades que entregó el rival fueron grandes.
El goleador leproso es Ramiro Sordo, con cuatro tantos, aunque el último grito fue en la fecha 6, en el 2-2 ante Patronato.
Juan Garro suma dos tantos (hay que agregarle dos más por Copa Argentina), y Juan Manuel García, Willer Ditta y Velázquez anotaron uno. También hubo uno en contra, en el 1-1 con Platense.
La sequía ofensiva tiene distintas explicaciones. Jugar con línea de tres/cinco fortaleció la faz defensiva, pero resignó un jugar de ataque (mediocampista o delantero). Por eso Sanguinetti intentó en el Clásico improvisar a Francisco González de lateral por izquierda, algo que no resultó. Cinco en defensa y un doble cinco resta potencial ofensivo, obliga a los laterales/carrileros a sumarse a ataque –por ahora sin éxito- y deja en tres jugadores la responsabilidad del gol.
Para peor, Juanchón García tuvo un torneo flojo, que incluso lo sacó del equipo antes de lesionarse. Algo similar pasó con Panchito González, que se mantuvo como titular por su estado físico, aunque ofensivamente su aporte fue escaso. Dos asistencias, una a García ante Banfield y otra a Sordo frente a Estudiantes, aunque en esta acción el mérito fue del anotador.
Los reemplazantes que propuso Sanguinetti tampoco resolvieron el problema. Genaro Rossi mostró entrega y buen manejo de pelota, aunque sólo suma un gol ante Ituzaingó por Copa Argentina. Nazareno Funez jugó poco y sin éxito y Djorkaeff Reasco tuvo muy pocos minutos.
Tampoco hubo aporte de los volantes. Salvo Balzi, que gritó ante Aldosivi por Copa, el resto tiene características de marca. Y la pelota parada, un arma que a veces resuelve el problema, tuvo éxito en el inicio del torneo, en especial cuando se sumó Gustavo Velázquez, quien anotó un gol y dio una asistencia de cabeza para que grite Ditta. Lema, siempre bien marcado, no pudo colaborar desde el gol. Y en los últimos partidos se vieron problema en la ejecución. Como ejemplo, ante Defensa y Justicia, Newell’s tuvo 11 tiros de esquina, la mayoría desaprovechados.
El tema preocupa, y con la lesión de Juan Garro, que se sumó a Juanchón en la enfermería, el entrenador le dará una chance desde el inicio a Djorkaeff Reasco, en busca de ajustar la puntería. El ecuatoriano no es de los preferidos del entrenador, a punto tal que apenas fue dos veces titular en su ciclo y de las 21 veces que fue al banco, en once ni siquiera ingresó.
¿Podrá Reasco resolver el problema? Parece mucha responsabilidad para el atacante
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