Luciana Mangó
Oscar Sánchez tiene 53 años y es desempleado. Estudió organización de eventos y trabajó más de dos décadas en una empresa distribuidora de revistas. En 2004 lo echaron. Durante los últimos cuatro años golpeó puertas, mandó curriculums a políticos de todos los partidos, se anotó en sitios de búsqueda laboral y bajó en su celular aplicaciones que ofrecen empleos. También le envió siete cartas al presidente Mauricio Macri y otras tantas al Ministerio de Trabajo y a la Municipalidad de Rosario. En todos lados le dieron la misma respuesta: era demasiado grande para emplearlo.
Cansado de patear la calle y mirar avisos en el diario, optó por contar la situación en las redes sociales. A través de su cuenta de Twitter Oscar pidió trabajo. En dos semanas, más de 8 mil personas retwitearon el posteo y más de 100 le escribieron para avisarle de vacantes o desearle suerte.
“Las empresas me dicen que doy con el perfil y el nivel de estudio necesario, pero me limita la edad. Piden personas de hasta 40 años. Para jubilarme soy joven pero para trabajar soy viejo. Hay muchas personas en la misma situación y quise visibilizarlo. Lo publiqué en Twitter porque estoy desesperado”, contó Sánchez, a El Ciudadano.
Usuarios de todas partes del país aportaron a la campaña #untrabajoparaoscar.
Muchos le comentaron que tenían más de 40 años y estaban pasando por una situación similar. Otros le recomendaron sitios donde enviar un curriculum, empresas que están buscando personal, le desearon suerte y hasta le iniciaron una cadena de oración. Por supuesto que no faltó quien aprovechó la ocasión para burlarse de su búsqueda y ofrecerle trabajo de taxi boy.
Sánchez estudió organización de eventos, relaciones públicas y protocolo. Tiene más de dos décadas de experiencia en ventas, distribución y atención al público. Durante los últimos cuatro años hizo changas y reemplazos en diferentes oficios, pero en ninguno logró estabilidad.
“No pido entrar como gerente, pero busco un trabajo formal. El posteo tuvo mucha repercusión. Algunas personas me pidieron el cv, pero hasta ahora nadie me ofreció trabajo en Rosario donde vivo con mi esposa y mi hija”, agregó y dijo que los tres están desempleados.
La familia necesita una obra social para pagar una cirugía que debe hacerse la chica. A eso se suma que en un mes vence el contrato de la casa que alquilan en zona norte y la inmobiliaria le pidió 35 mil pesos para renovarlo. El principal deseo de Sánchez es conseguir un trabajo pronto y festejar con ellas el día del padre.
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