A raíz del aumento de casos de tos convulsa reportados y confirmados en distintas localidades del territorio santafesino,la Dirección Provincialde Promoción y Prevención dela Saludbrindó una serie de recomendaciones para prevenir esta enfermedad.
En ese marco, desde el organismo dependiente del Ministerio de Salud indicaron que “se ha generado un alerta epidemiológico con el objeto de incentivar en los equipos de salud la sospecha, realizar el diagnóstico y tratamiento oportuno e implementar las acciones de control”.
“Asimismo es muy importante resaltar que todos los niños y adolescentes deben tener su esquema de vacunación al día”, señalaron desde Promoción y Prevención dela Salud.
“La tos ferina (Pertussis) o convulsa es una enfermedad respiratoria muy contagiosa que afecta a niños, adolescentes y adultos. Merece especial atención en los bebés menores de dos meses –quienes todavía no reciben la vacuna– ya que puede ser grave”, explicó la directora de Promoción y Prevención dela Salud, Andrea Uboldi.
La enfermedad es causada por un tipo de bacteria llamada Bordetella pertussis que causa inflamación y daño ya que se adhiere a la cubierta de las vías respiratorias y libera toxinas.
Se transmite de persona a persona y ocurre solamente en los seres humanos. Las personas enfermas la transmiten cuando tosen o estornudan y están en contacto estrecho con otras personas.
Síntomas
Los síntomas, por lo general, aparecen después de7 a10 días del contagio. En un comienzo son congestión nasal, estornudos con o sin fiebre. Después de una o dos semanas suele aparecer la tos que se caracteriza por accesos intensos, fuertes, repetidos. En algunas oportunidades, la persona afectada debe hacer un esfuerzo mayor para respirar, lo cual produce un fuerte silbido característico.
En los bebés, la tos puede ser mínima o incluso estar del todo ausente y presentar un síntoma llamado “apnea”, que es una pausa que se produce durante la respiración del niño. La mayoría de los bebés menores de un año de edad que se enferman necesitan ser hospitalizados por el riesgo de que se presenten complicaciones en el cuadro.
Prevención
La mejor estrategia de prevención es vacunarse. Los padres pueden, también, proteger a sus bebés manteniéndolos alejados de personas con tos o síntomas respiratorios.
En cuanto a las recomendaciones para la vacunación, en el caso de bebés y niños, la primera vacuna que reciben para la tos convulsa se llama pentavalente –combinada segura y eficaz– que los protege contra la difteria, el tétanos, haemophilus b, hepatitis B y la tos ferina.
Para obtener la máxima protección los niños deben recibir cinco dosis totales: las tres primeras se administran a los dos, cuatro y seis meses de edad como pentavalente; la cuarta, a los 18 meses, como cuádruple; y la quinta, cuando el niño entra al colegio, entre los 4 y 6 años (triple bacteriana).
La protección que ofrece esta vacuna infantil disminuye con el tiempo. Por lo tanto, los adolescentes y los adultos necesitan ser revacunados aunque hayan recibido toda la serie de vacunas durante su infancia.
Los preadolescentes, en tanto, desde 2009, deben recibir una dosis de refuerzo de la vacuna Triple Bacteriana acelular, entre los 11 o 13 años de edad.
En el caso de los adultos, el equipo de salud en contacto con niños menores de 1 año debe recibir una dosis de refuerzo (Triple Bacteriana acelular).
La misma vacuna se está utilizando en las maternidades como parte de la estrategia conocida como “capullo”, que consiste en la vacunación de los padres de los niños prematuros y de muy bajo peso internados en unidades neonatales.
Por último, es importante destacar que las vacunas contra la tos ferina son muy eficaces, pero no lo son en un ciento por ciento.
Asimismo, de registrarse muchos casos de esta enfermedad en la comunidad, existe la posibilidad de que una persona que haya recibido todas las vacunas pueda enfermarse.
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