Policiales

Chacabuco y Seguí

Pibe de Tablada, entre la vida y la muerte por bala policial

Facundo B., de 18 años, recibió un tiro en el cuello por parte de una policía de civil que lo dejó agonizando en el Heca. Dos versiones contrapuestas circulan en el barrio, aunque hay una certeza: no hubo enfrentamiento a balazos.


Foto: Juan José García

A pocas horas de la marcha contra la violencia institucional y el gatillo fácil, un pibe de 18 años se debate entre la vida y la muerte luego de recibir un tiro en el cuello por parte de una mujer policía en el corazón de barrio Tablada. El episodio ocurrió en la mañana de este lunes, hacia las 9.30, en calle Chacabuco entre Saavedra y bulevar Seguí. Versiones contrapuestas circulan por el barrio. Ministerio de Seguridad, Fiscalía y algunos vecinos sostienen que Facundo B. encaró con intención de robar y con un arma en la mano a una mujer que resultó ser una efectiva de civil y que respondió haciendo fuego sobre el joven. Mientras que familiares y allegados aseguran que a Facundo –quien vive a una cuadra y media del lugar– le dispararon de frente, además de que con anterioridad venía siendo objeto de persecución y apremios. Sólo una certeza rodea el caso: no existió enfrentamiento y se escuchó un solo disparo, que se condice con la única vaina recogida por los peritos.

El caso está en manos del fiscal Adrián Spelta, quien en declaraciones preliminares manifestó: “Por la sangre encontrada y lo que relatan algunos vecinos, el hecho se registró después de un intento de robo a un empleado policial”. Para agregar: “El empleado evitó el robo con un disparo en la zona del cuello de esta persona, que está en este momento internando en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez”. Además, reveló que la policía de civil “habría estado acompañada de otra persona que todavía no pudimos entrevistar para corroborar los hechos”. El jefe de la Unidad de Homicidios estimó que el pibe baleado estado armado “porque se encontró una pistola 9 milímetros con la numeración limada”.

“No hubo intercambio de disparos” porque encontraron “una sola vaina servida”, dijo el funcionario.

A media mañana, ese sector de Tablada conocido como La Planchada, uno de los puntos rojos de la violencia letal en Rosario, hervía de patrulleros de la Policía y Gendarmería. Familiares de Facundo, enterados del destino del pibe, llegaron al pasillo ubicado a mitad de cuadra por Chacabuco sólo para verlo ingresar a la ambulancia en una camilla con la cara ensangrentada e incosciente.

“Siento mucha bronca, mucho enojo, mucha rabia mucha tristeza. Estamos en víspera de la marcha contra el gatillo fácil: marchamos por la consigna ni un pibe menos”, dijo Julieta Herrera, hermana de Jonatan, el joven fusilado por efectivos de la Policía de Acción Táctica en enero de 2015, en un caso paradigmático de gatillo fácil. Julieta vive a unos pocos metros y conoce a Facundo. “No estaba robando, él es vecino, vive a la vuelta”.

“Desde la Multisectorial Contra la Violencia Institucional Rosario estamos acompañando a la familia de Facundo e interviniendo para intentar garantizar una correcta, pronta y efectiva investigación sobre estos hechos por parte del Ministerio Público de la Acusación”

“Nos interesa remarcar que los vecinos insisten en desmentir la versión policial, tomada en sus primeras comunicaciones por la Fiscalía, que acusa a Facundo de encontrarse en situación de robo y armado. Facundo no estaba robando”, sostiene la multisectorial.

“Queremos denunciar –continúa el comunicado a horas de que se concrete la marcha– que apenas ocurrido el hecho un patrullero se acercó al lugar y se llevó a la agente policial implicada en los hechos. No asistieron a Facundo ni pidieron intervención médica siendo que la vida del joven corría serios riesgos. Los vecinos debieron llamar a la ambulancia”.

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