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Zona sudoeste

Persecución terminó en muerte

Según la versión oficial, seis jóvenes que iban en auto eludieron control policial y fueron perseguidos por un móvil. Terminaron chocando contra el portón de un comercio: murió una chica de 23 años y los otros resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.


Una chica de 23 años falleció ayer por la madrugada, luego de que el auto en el que viajaba chocara contra la puerta de un galpón, mientras era perseguido por una patrulla de la Unidad Regional II. Según voceros oficiales, personal de Policía Comunitaria intentó detener el coche, en el que viajaban 6 jóvenes, para identificarlos; pero el chofer del vehículo los esquivó y huyó a toda velocidad. La fuga duró pocas cuadras, ya que el conductor perdió el control del auto y chocó contra el frente una chatarrería. Anoche, otros dos tripulantes peleaban por sus vidas en el Heca. Familiares de los chicos accidentados señalaron a El Ciudadano que durante la persecución los policías dispararon contra el auto en que iban los jóvenes. Los uniformados dijeron haberse incautado de un arma dentro del vehículo, que según allegados a los muchachos no estaba allí al momento del choque. Voceros del caso dijeron que el auto que protagonizó el siniestro estaba apuntado en tres asaltos.

A las 4.30 de ayer vecinos de barrio Villa Urquiza, en la zona sudoeste, se despertaron de golpe. Un estruendo retumbó por las cuadras de casas bajas que rodean a una chatarrería que está ubicada en la esquina de Rouillón y Virasoro. Ahí, contra el portón de entrada del galpón donde funciona el comercio, chocó un Chevrolet Corsa blanco en el que viajaban seis jóvenes. El auto se compactó sobre el frente de la construcción y, en el acto, falleció Carolina Jalín, de 23 años, dijeron voceros del caso.

Unos instantes después la zona se llenó de patrulleros. “Yo salí con todo el quilombo y no me dejaban acercarme a ver qué pasaba. Había como 50 milicos y un montón de patrulleros. Se veía que había unos pibitos accidentados, pero nada más”, explicó un vecino.

El resto de los jóvenes que viajaba en el auto fue trasladado a diferentes centros de salud. Ailén, de 15 años, fue internada en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, con algunos golpes. Federico, de 17, primo del conductor del auto, fue trasladado al hospital Centenario y, hasta anoche, su cuadro clínico era bueno. Iván S., de 18 años, el chofer del Corsa, fue alojado en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Según fuentes oficiales el estado de salud del muchacho era delicado: las piernas quedaron con serias lesiones luego del choque. A la vez, los otros dos pasajeros del auto, que hasta anoche no habían sido identificados, peleaban por sus vidas en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.

La previa del choque  

De acuerdo con fuentes oficiales, los jóvenes, momentos antes de estrellarse contra el frente de la chatarrería, habían escapado de un control de rutina que estaban realizando empleados de Policía Comunitaria a pocas cuadras del lugar –no hubo precisión oficial sobre el lugar donde estaba montado el operativo–. El conductor esquivó a los uniformados y aceleró, dijeron las fuentes. Venía por Presidente Perón y en la esquina de Rouillón dobló en contramano hacia el norte, hizo unos 80 metros y el auto chocó contra el portón mencionado.

Siempre según voceros de la investigación, cuando los uniformados revisaron el vehículo encontraron una pistola Bersa calibre 22. A su vez, desde el Ministerio Público de la Acusación aseguraron que el Corsa está mencionado por víctimas de tres robos como el vehículo en el que se movían los ladrones que los asaltaron. “Incluso lo tenemos identificado por la patente”, aseguraron.

En contraposición con esta versión, allegados a Iván S., el conductor del Chevrolet, dijeron a El Ciudadano que el muchacho esquivó el control porque no tenía carné de conducir. “Se escapó porque le había robado el auto a la abuela y estaba intentando llegar hasta lo de su tía. Seguro que se asustó, porque en medio de la persecución los milicos tiraron varios tiros”, explicaron. A su vez denunciaron que el arma secuestrada no estaba en el auto al momento del siniestro.

De todas maneras uno de los chicos que viajaba en el auto aseguró, al ser entrevistado por investigadores, que el arma estaba en el vehículo antes del choque y que ese fue el motivo por el que esquivaron el control. “Al parecer el conductor aceleró y sus acompañantes le pidieron que pare. Pero él no les hizo caso”, aseveró una fuente del caso.

Hasta anoche las pesquisas esperaban la evolución clínica de Iván para establecer cuándo será la audiencia imputativa. El caso es investigado por el fiscal Miguel Moreno, con colaboración de uniformados de la seccional 19ª de barrio Moderno y de la PDI.

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