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Permiso para ser ella

Un alumno secundario nacido varón fue autorizado a ir a clases vestido de mujer. “No era feliz en el envase de hombre”, dijo Kylie. Tiene 17 y promedio de 9.

Un joven travesti de 17 años fue autorizado a concurrir a la escuela vestido como mujer en la ciudad entrerriana de Nogoyá, después de asegurar que no era “feliz en el envase de hombre” y en medio de una polémica en la comunidad educativa local. “Si ser travesti es un pecado, voy a pecar cada segundo de mi vida”, afirmó Kylie, que nació como varón, cursa el quinto año en la Escuela Normal Superior “Doctor Antonio Sagarna” y pidió concurrir con ropa de mujer al colegio, lo que generó revuelo entre las autoridades en el comienzo del ciclo lectivo 2010. Así, luego de una serie de consultas y gestiones oficiales, Kylie, que es abanderada en la escuela con un promedio superior a nueve, recibió la autorización que solicitaba, para cumplir así con su deseo, contra viento y marea.

“Mi sueño es irme de Nogoyá, estudiar y trataré de conseguir un trabajo para pagar mis estudios”, dijo la joven travesti.

Kylie admitió que “se asocia mucho al travesti con la prostitución”, pero aclaró: “No es a lo que quiero volcarme. Mi deseo es seguir estudiando y sobresalir como profesional. Me gustan las Ciencias Políticas, el profesorado de Historia. En la rama del arte me gusta la danza y el teatro”.

La joven pidió a la comunidad de Nogoyá, ubicada a unos 110 kilómetros de la capital provincial, que sepa entender su situación. “Desde los cuatro años que tengo esta elección sexual. Recuerdo que iba a jardín y yo le confesé a mi mamá que me gustaba un compañerito. Ella en ese momento le restó importancia, lo quiso tapar, pero ya sabía que yo iba a ser como soy”, explicó.

Ante el inédito caso, la presidenta del Consejo General de Educación de la provincia, Graciela Bar, aseguró que “se respetará la identidad que elige cada ciudadano”, y que “no habrá ningún tipo de discriminación, ya sea por motivos raciales, religiosos o de género”.

La funcionaria dijo que tras un revuelo inicial por el pedido de Kylie “ha habido un acuerdo, está todo encauzado y el tema ha sido muy bien abordado por la institución”.

“Esta elección no lo exime de portar la bandera. Lo mismo la raza o religión. No hay que discriminar. Cada uno puede elegir lo que quiere ser en la vida”, insistió Bar.

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