Edición Impresa

Patrullaje preventivo en el mar

Una fuerza militar “humanitaria” vigila desde hoy el canal de Sicilia, en el Mediterráneo para evitar naufragios como los de los últimos días. Fue dispuesta por el gobierno italiano, que fustigó la inacción de la Unión Europea en el tema.


mardentro

El primer ministro italiano Enrico Letta anunció ayer que a partir de hoy una fuerza “militar humanitaria” patrullará las costas del Mediterráneo para evitar nuevos naufragios de barcos de inmigrantes, como los que en las últimas semanas dejaron más de 340 muertos.

Durante un evento organizado por el diario romano La Repubblica, Letta explicó que la “fuerza militar-humanitaria naval y aérea será enviada para hacer más segura esa parte del Mediterráneo, que en estos días se ha convertido en una tumba”, informó la agencia de noticias EFE.

El premier detalló que el despliegue de soldados y marinos triplicará la presencia de unidades navales en el Canal de Siria.

Durante su discurso, Letta fue especialmente duro con la Unión Europea (UE) y aseguró que “no se puede esperar para abril o marzo” hasta que el bloque termine de discutir cómo enfrentar el creciente número de naufragios fatales en el sur del continente.

Además, no dudó en cargar las tintas contra Frontex, la agencia europea para la gestión de fronteras con sede en Varsovia.

La acusó de ocuparse sólo de una parte de las fronteras de la comunidad europea y, por eso, pidió redirigir parte de sus recursos al Mediterráneo y hasta crear otra sede en las costas sur de Europa.

Pese al cruce de recriminaciones que desató entre la UE y Roma el naufragio en las costas de la isla de Lampedusa hace diez días, poco se ha escuchado sobre las dramáticas condiciones de vida de las que escapan los inmigrantes africanos y la posibilidad de que Europa modifique sus políticas migratorias, los reciba e integre.

El viernes pasado, una nueva barcaza proveniente de Libia se hundió frente a las costas europeas, esta vez a unos kilómetros de Malta.

Las autoridades maltesas informaron que 38 personas murieron, 50 siguen desaparecidas y más de 200 fueron rescatadas, la mayoría sirios y refugiados palestinos que escaparon de la guerra civil en ese país árabe.

Uno de los sobrevivientes, un palestino de 20 años que vivía en Siria, contó cómo fue el viaje y el grado extremo de desprotección al que se someten en busca de una mejor vida (recuadro).

El sábado, la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, diseñó un plan de acción de diez puntos para intentar reducir el número de muertes en el Canal de Sicilia.

“Hay algo inhumano en un mundo en el que los sirios se ven obligados a arriesgar sus vidas poniéndose en las manos de despiadados traficantes para intentar ponerse a salvo en Europa”, aseguró el director de Acnur, Antonio Guterres.

Una odisea

“Un barco militar libio nos siguió durante seis horas y los oficiales a bordo insistieron en que diéramos la vuelta. Cuando nuestro capitán se negó, empezaron a disparar contra el lugar donde pensaban que estarían los motores”, relató al diario maltés Today Molham Alrosan, un palestino que escapó de la guerra civil de Siria, donde vivía, con su familia. “Cuando eso no funcionó, empezaron a dispararnos a nosotros”, agregó.

Alrosan se escapó de la guerra civil siria junto a su madre, su padre y su hermano de 10 años, Mohamed. Los cuatro atravesaron los también convulsionados Líbano y Egipto y finalmente se embarcaron en la anárquica Libia con la esperanza de llegar a Suecia y solicitar el estatus de refugiados.

Comentarios