Miles de camioneros paralizaron ayer la actividad de puertos y centros de acopio cerealero en protesta contra la negativa de grandes empresas y productores agrícolas de negociar una suba del 31 por ciento en la tarifa de flete. El lock out de los transportistas de granos es por tiempo indeterminado y la medida se cumple en todo el país, aunque en su primer día afectó principalmente a la zona portuaria del Gran Rosario, por donde sale el 80 por ciento de la producción agrícola nacional.
Los transportistas comenzaron con la protesta ayer y aseguraron que extenderán el paro hasta tanto los representantes de las patronales agrícolas y de las grandes cerealeras se sienten a negociar un reajuste de la tarifa del flete.
En la región hubo reclamos en la ruta, con piquetes en el acceso norte a San Lorenzo por la autopista a Santa Fe, y en la intersección de las rutas 91 y 11, a la altura de Timbúes. Si bien se impidió el paso de camiones cerealeros, en caso de que el conflicto no encuentre una pronta solución los transportistas advirtieron con bloquear el paso a otros camiones y después cortar rutas y frenar la circulación en su totalidad.
“Alto acatamiento”
El vicepresidente de la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra), Pablo Agolanti, dijo que el acatamiento fue “muy alto” entre los camioneros y que ya desde la noche del domingo hubo asambleas en varios lugares del país.
Esta medida de fuerza es impulsada por los dueños de camiones y pequeñas y medianas empresas del transporte de carga que disputan la tarifa de fletes desde el campo hasta los centros de acopio o puertos.
“El nivel de acatamiento es alto por la necesidad que estamos teniendo de tener una tarifa para que podamos desarrollar la actividad”, dijo el transportista sobre la medida de fuerza.
Mediante un comunicado, la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac) y la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra) informaron que reclaman el aumento de la tarifa nacional para los fletes de granos y afianzamiento del cobro de desvíos y estadías.
También piden trasladar el cobro de tasas municipales y derecho a playas a quienes contratan el flete y el rechazo del curso obligatorio de inicio anunciado por la Comisión Nacional de Regulación de transporte (CNRT) para los conductores de camiones.
Además, piden la implementación de sistema de cupos numerados, un plan de renovación de flotas acorde a las necesidades del sector y subsidios en los peajes.
Los transportistas reclaman, además, un aumento de la seguridad en las zonas portuarias “con presencia de fuerzas nacionales” e inversiones en infraestructura vial y accesos a puertos.
“La realidad es que nos han pasado por encima todos los costos, los aumentos de combustibles, peajes, lubricantes. Y estamos en una situación muy límite”, indicó Agolanti.
Empresarios del transporte asegurar que llegaron a este paro porque “las entidades del agro no reconocen ningún tipo de aumento, negándose directamente a la negociación”.
“La devaluación del 60 por ciento de diciembre se reflejó en todos los insumos” del sector, argumentaron, y especificaron que se han registrado un “aumento mayor al 30 por ciento en combustible; 30% en neumáticos y 400% en peajes”.
El paro se realiza en momentos en que productores y cooperativas se encuentran despachando los últimos lotes de soja hacia los puertos para su exportación. Aunque buena parte de los granos ya fue comercializada, y los que no lo hicieron hasta el momento es porque no tienen la urgencia de vender, con lo cual pueden jugar al desgaste de los transportistas y que la medida se vaya apagando.
El lock out se lleva adelante en las principales ciudades de las provincias cerealeras: Santa Fe, La Pampa, Santiago del Estero, Salta, Tucumán, Chaco, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa, sur de San Luis, y Buenos Aires.
La medida interrumpió la actividad de 180 mil camiones y deja unos 15 millones de toneladas de soja y misma cantidad de maíz sin ingreso a los puertos para su exportación.
El gobierno pide diálogo a las partes
Desde el gobierno nacional instaron ayer a retomar el diálogo entre las partes en conflicto para encontrarle una solución a la medida que llevan adelante transportistas cerealeros en todo el país por una mejora tarifaria y el aumento de los insumos.
“Estamos convocando a las partes para retomar el diálogo, porque más allá que se trata de un conflicto entre privados, afecta a las exportaciones con el consiguiente perjuicio para la economía nacional”, señaló a la agencia Télam Gustavo Gómez Repetto, vocero del Ministerio de Transporte de la Nación.
En tal sentido, el vocero del ministro Guillermo Dietrich aclaró que es “un conflicto entre el campo y los transportistas de cereales y las medidas transcurren en calma, sin bloqueos a puertos ni cortes de rutas”.
Si bien no hubo cortes de ruta totales, sí los transportistas bloqueron ingresos a las terminales portutarias repartidas desde Bahía Blanca hasta Timbúes, aunque la mayoría están radicadas en la zona del Gran Rosario.
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